Otto Gross (antecedente de la antipsquiatría)

De origen austriaco; psiquiatra de profesión y vinculado a una serie de movimientos (comunidades anarquistas, el dadaísmo, el expresionismo y otras ramas de la bohemia alemana de fines del siglo XIX y comienzos del XX) Otto Gross es una de los personajes más relevantes y polémicos de los inicios del psicoanálisis. A pesar de que su obra se mantuvo relegada a un segundo plano y su figura fue condenada al olvido por parte de la comunidad psiquiátrica, su influencia con el paso del tiempo lo ha posicionado como uno de los precursores de la antipsiquiatría y de las teorías antipatriarcales.

Biografía




Gross nace un 17 de Marzo de 1877 en Gniebing (ciudad perteneciente al imperio austro-húngaro). Como buen hijo de burgués su infancia la pasa mayormente bajo la instrucción de diversos tutores privados y bajo la vigilancia férrea de su autoritario padre,un "destacado" y "respetado" médico criminalista. Más tarde, y siguiendo los pasos de su viejo ingresa a la universidad a estudiar medicina en donde alcanza un doctorado en psicopatología.


Los inicios de su carrera como médico los hace a la sombra de su padre, pero esto no dura mucho. Una serie de conflictos que venían arrastrándose desde temprana edad hicieron que Gross renegara de este y comenzará una lucha (propia) en contra de el conservadurismo, el autoritarismo y la lógica instrumental que caracteriza a su familia -y sobre todo a su padre-.

Poco a poco Gross empieza a inmiscuirse en la vida bohemia, que hasta cierto punto se convierte en una suerte de catarsis o “vía de escape”, en donde el joven médico puede refugiarse y encontrar algún grado de alivio en su vida... A pesar de esta última consideración la vida de carrete le termina pasando la cuenta: el abuso de drogas, más la presión ejercida por su padre, hacen que termine internado en un clínica para ser desintoxicado el año 1902.

Exámenes posteriores indicarían (según los médicos que lo trataron) que Gross sufre una psicopatía grave, pero a pesar de esto en poco tiempo recibe el alta y deja la clínica.

Sus Primeros Pasos




Durante esta época surge el interes de Gross por la filosofía de Nietzsche y por los estudios antropológicos de Bachofen, aunque finalmente termina convirtiéndose en ayudante de Freud (por quien también sentía relativo interés respecto a su obra).

Siguiendo los consejos de su nuevo mentor Gross parte rumbo a Munich en 1906 y se instala como ayudante de Emile Kräpelín (un psiquiatra de corte biologicista), a quien Gross se encargaría de refutar tiempo después. Como punto aparte, y también como un hecho me marca la ruptura definitiva de Gross tanto con la psiquiatría como con el psicoanálisis está la amistad que el médico entabla con jóvenes de diversos espacios y grupos revolucionarios de la Alemania de comienzos del siglo XX.


Comienza a publicar sus trabajos en revistas vinculadas al expresionismo y al anarquismo (como por ejemplo Die Aktion, Neue Rundschau o Die Revolution), en estos se puede apreciar las primeras distancias en torno al psicoanálisis freudiano y la necesidad de reformular este (o cualquier otro de tipo de psicoanálisis) en función de nuevas perspectivas que logren superar el patologicismo sexual de la escuela freudiana y el discurso patriarcal que se encuentra bajo esta teoría.

Tomando como base la concepción nietzscheana del deseo -el deseo como producción o creación más que como carencia- Otto Gross construye su propia concepción del psicoanálisis entendiéndolo como una disciplina capaz de liberar los instintos primordiales (por estos debemos entender a toda clase de pulsión asociada al pensamiento y a la estructura matriarcal que a juicio de Gross -y teniendo como referencia el trabajo del antropólogo Johan Jakob Bachofen- constituyen la base original del pensamiento humano),que según él, serían la mayor fuente de creatividad que el hombre puede poseer.


Esta postura disidente dentro del psicoanálisis rápidamente hace que sea rechazado tanto dentro de la academia como del círculo cercano a Freud (que a fin de cuentas era casi la misma wea)... a la larga este hecho se transformaría en un punto a favor para el desarrollo de la teoría de Gross quien ante el rechazo traslada su investigación hacia los sectores bohemios y contraculturales que se agrupaban en Viena haciendo con esto que el psicoanálisis dejará de ser una actividad propia de los grupos burgueses a la vez que adquiere (poco a poco) un matiz más político.

La inclusión de pensadores anarquistas como Kropotkin o Bakunin (a quien personalmente conocer) agudizan la concepción radical del psicoanálisis, este ya no es visto como una terapia de tipo individual y hermética sino que adquiere un carácter colectivo (que recién sería retomado por Wilhem Reich casi 25 años más tarde) que rastrea como el origen -en términos de posibilidad- de las enfermedades mentales a la lógica patriarcal propia del pensamiento burgués/capitalista. El argumento de Gross (que toma a partir de lo que plantea Bachofen) es que:


“los seres humanos han vivido en pequeñas comunidades nómadas y polígamas durante decenas de miles de años, entonces es harto probable que sus descendientes no hayan sido capaces de desarrollar todas las adaptaciones que resultarían funcionales a un régimen sometido al patriarcado”.



Es producto de esto que Gross aboga por una sociedad en donde prime la igualdad de género, la poligamia y el predominio de la simbología femenina ya que una sociedad sólo podría ser considerada como “sana” en la medida que no existan limitantes a la potencialidad creadora e imaginativa del hombre (que según Gross está determinada por los puntos señalado arriba).

En la misma época entra como un ciclón en el círculo de intelectuales que Max Weber y su esposa animaban en la ciudad de Heidelberg. Desde 1907 se aloja en el hogar de Edgar Jaffe (sociólogo colega de Weber). En poco tiempo Otto deja embarazada a Else, la esposa de Jaffe, y establece relaciones sexuales con la hermana de ésta, Frieda Weekly.

Y el efecto es similar por donde quiera que pasa. Son éstos también los años en los que su existencia fluctúa entre los antros de Munich, la relativa calma de Zurich y la utopía encarnada en Ascona (lugar de refugio para anarquistas, socialistas, ecologistas y varios).




En 1908, una nueva intervención de Hans Gross padre(quien siempre estuvo pendiente de las actividades de su hijo) lleva a Gross hijo al hospital psiquiátrico (como paciente, no como facultativo). El lugar elegido es el feudo suizo de Jung: la clínica Burghölzli.

Parece que Jung pospuso su aceptación, pues había conocido a Otto Gross en el Congreso de Neuropsiquiatría que se había celebrado en Ámsterdam el año anterior y, sencillamente, no le había caído nada bien. Pero la insistencia del padre y la intervención de Freud terminaron convenciendo al descubridor del ‘inconsciente colectivo’.

La idea de Freud era que Jung aceptase a Gross para deshabituarlo del consumo de opio y de cocaína, que cada vez afectaba más a su vida cotidiana, comenzar el análisis y después trasladarlo a Viena, donde podría llevarse a cabo un tratamiento más profundo.

Aunque lo curioso del asunto es que el más afectado por la relación psicoanalítica, el que realmente salió transformado, no fue Gross sino Jung. Poco a poco Jung fue incorporando ideas del Gross tanto en el plano teórico como como en el vivencial (parte de esto se refleja en la película llamada “un método peligroso”).




Gross jamás abandonó el consumo de drogas y tuvo de ser ingresado en diversas ocasiones en los años que le quedaban de vida -aunque siempre contra su voluntad y a instancias de su padre-.


En 1911 es internado de nuevo, y el tiempo de encierro le sirve para proyectar la fundación de una escuela para anarquistas en su amada Ascona. Dos años más tarde puede vérsele en Berlín, donde entra en contacto con algunos representantes del movimiento dadaísta de la ciudad como Raoul Hausmann, Hannah Höch o Franz Jung, en el que dejaría una honda huella.

Precisamente en Berlín y a finales de ese mismo año de 1913, Hans Gross hace detener a su hijo y lo envía a un manicomio austriaco para que sea liberado de sus adicciones y de sus poco adecuados comportamientos. Inmediatamente se pone en marcha una campaña de apoyo al hijo perseguido y encerrado: diez mil folletos, impresos por una sociedad cultural vienesa, en los que se pide la puesta en libertad de Otto Gross se distribuyen en Munich, Berlín, Viena, Zurich y algunas otras ciudades.

Finalmente, recibe el alta en 1914, justo cuando la guerra comienza a extenderse por todo el continente.


De regreso en Berlín, pone en marcha, junto al escritor Franz Jung y al pintor Georg Schrimpf, una revista llamada Die freie Strasse, que debía ser un trabajo preparatorio para la Revolución que ya se anuncia en Alemania, y se ve envuelto en otro rocambolesco lío de faldas.

Moriría en el sanatorio berlinés de Pankow el día 13 de marzo de 1920 a causa de una neumonía. Lo habían encontrado poco antes en un almacén abandonado al borde de la inanición.



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Eso sería.
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