¿A quién se parecerá mi hijo?

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“¡Si es la viva imagen de su padre!", dicen unos.“Pero, tiene los ojos de su madre”,responden otros. Cada vez que nace un niño, familiares y amigos se esfuerzan por encontrarle parecidos con sus progenitores o abuelos, mientras el pequeño - ajeno a la discusión- duerme plácidamente y seguramente no muestra más rasgos que los típicos de un recién nacido.Sin embargo, sus particularidades están ya definidas desde el mismo momento en que un óvulo y un espermio se fusionaron, dando origen a su vida. El color de su piel, la forma de sus manos, su inteligencia, temperamento e incluso la tendencia a desarrollar ciertas enfermedades, es el primer regalo de sus padres y de la historia evolutiva de las generaciones que lo precedieron.Todo ello está estampado en el ADN o material genético, en otras palabras, la herencia. De acuerdo a las características de los padres, algo se puede predecir acerca de cómo serán los hijos, pero nada es tan tajante. A modo de ejemplo, una sola pareja podría tener 70 billones de niños diferentes. Lo que ocurre es que las posibles combinaciones son tantas que el azar puede jugar a su antojo. Cada célula de un ser humano tiene 80 mil genes distintos, la mitad la aporta la madre y la otra mitad, el padre. Las particularidades de una persona se definen a nivel microscópico, donde – por decirlo así- ganan los genes más fuertes.

Los rasgos dominantes


Hasta hace algún tiempo se hablaba de genes recesivos y dominantes. Se decía que el cabello rubio correspondía a uno recesivo, mientras que el castaño oscuro a uno dominante. Sin embargo, las decisiones de la naturaleza son algo más complejas que eso. -En general todos lo rasgos son de herencia compleja, no se trata sólo de dominantes o recesivos. Por ejemplo, el color de ojos depende de la cantidad de melanina en el iris y hay muchos genes que intervienen en eso, no basta sólo un gen.Lo mismo ocurre con los demás aspectos biológicos. El único que se reduce a un gen dominante o recesivo es el factor y el grupo sanguíneo: El Rh positivo, domina sobre el negativo, por tanto un niño será Rh negativo si ambos padres lo son, salvo en aquellos casos en que el padre es positivo porque tiene un cromosoma negativo y otro positivo, y le traspasa al hijo su gen negativo y, a su vez, la madre es positiva, con un gen positivo y otro negativo y le pasa al hijo el gen negativo. En estos casos se puede dar que un niño salga negativo teniendo ambos padres positivos.Aún así, hay ciertas características que tienden a imponerse sobre otras.El cabello rizado y abundante predomina sobre el liso, mientras que las pigmentaciones oscuras o morenas, ya sea en piel, ojos o pelo, llevan todas las de ganar frente a los tonos claros o blancos.


En el caso específico del iris, el color azul es de tendencia más débil, y no sólo pierde frente al marrón, sino que también le cuesta imponerse ante un verde, un gris o un café claro. Por eso, el azul sólo se transmite si ambos padres tienen el gen. Asimismo, los ojos rasgados predominan sobre los redondos.Si se trata de estatura, por lo general los hijos son altos si al menos uno de sus padres lo es, y si ambos tienen una estatura considerable, lo más seguro es que los sobrepasen. Claro que mucho depende de la alimentación y la actividad física. Por desgracia para las mujeres, el vello corporal también se transmite, aunque los varones tampoco están ajenos a los inconvenientes de la herencia, ya que tienen el 50 por ciento de probabilidades de quedar calvos si el padre o abuelo sufre caída del cabello. Hay familias que se caracterizan por sus rasgos faciales. Por ejemplo, los hoyuelos en las mejillas o en la barbilla tienden a repetirse en los miembros de un clan. Igualmente, la forma del rostro suele ser una constante, aunque las largas y ovaladas dominan sobre las pequeñas y redondas. En tanto, los pómulos prominentes y los lóbulos de las orejas sobresalientes son más fuertes genéticamente.Últimamente se ha comprobado que también existe una predisposición genética a la gordura, aunque no se puede afirmar si es predominante o no. Respecto de la inteligencia, si ambos padres tienen un coeficiente intelectual muy alto, lo que significa que tienen varios genes de CI alto, existen mayores probabilidades de transmitirlos a sus hijos.

No culpemos de todo a los genes


No de todo se puede agradecer o eventualmente culpar a la herencia biológica. El ambiente y la forma de vida también juegan un rol decisivo al igual que los cuidados y alimentación de la madre durante el embarazo, el lugar geográfico donde vive ese niño y un sinnúmero de otros pequeños detalles.“Todos los caracteres son poligénicos, pero requieren siempre de un factor ambiental que los modula”, la humanidad posee un 99 por ciento de material genético idéntico, y que es ese uno por ciento más el ambiente lo que nos hace tan distintos unos a otros. De hecho, despues que terminó la Segunda Guerra Mundial, algunos científicos realizaron estudios sobre las parejas de gemelos que se habían separado durante el conflicto, y se descubrió que el hermano que había crecido en el lado occidental tenía un coeficiente intelectual superior hasta en 15 puntos sobre su gemelo que vivía en el lado oriental, a pesar de tener el ciento por ciento de su material genético, idéntico. La inteligencia es uno de las facetas que mejor demuestra cómo el ambiente puede, en gran medida, cambiar la predisposición genética. Lo mismo ocurre en el campo de las emociones.


Aunque son muy recientes las investigaciones referentes a cómo influye la herencia sobre la personalidad y la tendencia hacia cierto tipo de conductas, se sabe que el temperamento está determinado en gran parte por el ADN. Por eso no resulta equivocada aquella típica frase de “¡tienes el mismo carácter que tu madre!”, que en más de alguna ocasión hemos escuchado. No obstante, no hay que perder de vista que la mayoría de las actitudes en los niños se internalizan por imitación.Pese a su acelerado avance, la ciencia aún no ha logrado descubrir el misterio de la individualidad de cada ser humano. Si se identificaran exactamente cuántos y cuáles son los genes que intervienen en cada rasgo se daría con la ecuación para predecir las características y potenciales de un sujeto. Aún así hay algo más... eso que unos llaman espíritu y otros alma. Eso que realmente nos hace únicos e irrepetibles y lo que puede hacer que una persona supere cualquier barrera, incluso la de su herencia.