Reencarnacion. El curioso caso de Jenny Cockell

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por azura, 21 Ene 2011.

  1. azura

    azura Usuario Casual nvl. 2
    197/244

    Registrado:
    10 Mar 2007
    Mensajes:
    2.684
    Me Gusta recibidos:
    21
    Bueno, es un tema UN POCO largo, así que estan advertidos.

    Primero, les pongo información en spoiler respecto a la reencarnación y la siquiatria, por si quieren leerla. (Hace mas largo el tema)

    Este caso es interezante y es el que inspiró la pelicula Yesterday's Children, protagonizada por Jane Seymour.

    ES UN TEMA UN POCO LARGO (aunque ni tanto) Y SE LOS DEJE EN SPOILER PORQUE SE PUEDE LEER UNA PARTE Y LA OTRA NO. NO SON VINCULANTES.

    Reencarnación y siquiatria.

    [​IMG]
    Según reconocidos psiquiatras, autores de best sellers, “la evidencia científica de la reencarnación está dada por la acumulación de muchas experiencias que se han registrado durante años de investigación”. Aún así, otros terapeutas rechazan tal idea, mientras que los primeros creen en la continuidad de la vida en diferentes cuerpos y que venimos a la Tierra a aprender. Los científicos que practican la terapia de vidas pasadas, llamados Regresionistas o Terapeutas en regresiones, sostienen que tal evidencia viene de la transmisión de información de la vida póstuma, de la Teosofía y de la traducción de textos en sánscrito, señalando que esta psicoterapia abre un nuevo panorama a la comprensión de distintas problemáticas humanas y ayuda a develar la pregunta ¿A qué he venido a esta vida?, “en la cual no estamos por accidente, pues la evolución de cada uno es un evento planeado a fin de que aprendamos las lecciones que tenemos que aprender para vivir de acuerdo a valores nobles y así evolucionar”. La técnica que conduce a la persona a través de una experiencia pasada para tratar de solucionar traumas actuales, es sin duda un tema controversial, puesto que para algunos psiquiatras pretende regresar a las primeras fases del desarrollo cerebral (vida intrauterina, nacimiento e infancia) y a conflictos no resueltos, generados en supuestas vidas pasadas. Entre los regresionistas podemos citar al doctor Ian Stevenson, autor de varios libros, entre los que destaca, 20 casos que hacen pensar en la reencarnación; quien investigó durante 40 años más de 3.500 experiencias de niños que recordaban vidas pasadas. Stevenson, ex jefe de Psiquiatría de la Universidad de Virginia, realizó muchos viajes de investigación (revisando documentos, cartas, registros de hospitales, de autopsias, certificados de nacimiento y defunción, fotografías y periódicos); entrevistando a los niños, familiares, vecinos y demás relacionados, cuyas confirmaciones fueron elevadas. Stevenson sacó de su postura escéptica al sector académico, ya que fue una de las primeras veces que un científico con una reputación establecida en ciencias físicas producía clara evidencia a favor de la reencarnación, siendo apoyado por otros reconocidos científicos como Albert Stunkard, Director del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania; Gertrude Schmeidler, del City College en el City University of New York; y Herbert Ripley, Jefe del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Washington, quienes declararon en favor de su alta credibilidad y estricta adherencia a los métodos científicos: “Somos afortunados en tener a alguien con su habilidad y alta integridad investigando esta controversial área”. Otra colega, Elisabeth Kübler-Ross; autora de trece obras que explican qué sucede cuando dejamos de vivir, investigó durante treinta años las experiencias de personas en el umbral de la muerte. “Al morir, bien sea de manera definitiva o temporal (mientras nos reaniman), suceden varias etapas. En ese momento el sujeto siente unos zumbidos y de pronto sale de su cuerpo. Ve y oye todo lo que sucede a su alrededor, viaja al lugar que quiera o ve a la persona que desee. Si tenía alguna enfermedad, ésta desaparece. No hay dolor porque su cuerpo ha sanado: los ciegos pueden ver y los que le falta algún miembro vuelven a tenerlo. Luego, todo se vuelve oscuro y se reencuentra con diferentes espíritus en un espacio celestial sereno donde nadie manifiesta tener miedo. Allí aparece un túnel desde el que se ve al fondo una luz. Quienes lo han pasado dicen que no se puede definir cómo es esa luz que irradia una gran paz. Si vuelve a la vida con la reanimación médica, ahí finaliza su experiencia”. De igual modo, según el psiquiatra y doctor en psicología y filosofía Raymond Moody, autor de Vida después de la vida y Regresiones, “en ese momento la persona experimenta todas las emociones y sensaciones de sus acciones, aprendiendo que todas tienen consecuencias y entonces entiende el objeto de la vida. En el túnel, con la ayuda de sus guías, se decide si debe regresar o no”. Otro científico, Michael Newton, psicólogo e hipnoterapéuta, autor de Destino de las almas, plantea: “En ese momento nuestros guías y familiares y amigos fallecidos nos esperan para apoyarnos, ya que nuestra adaptación inicial depende de esas entidades que se encuentran en nuestro mismo nivel de desarrollo, pues con ellos solemos reencarnar. Por su parte, Brian Weiss, egresado de las universidades de Columbia y Yale, profesor en la Universidad de Miami y jefe de psiquiatría del Hospital Mount Sinai, autor de varias obras relativas a la reencarnación, entre las que se hallan Muchas vidas, muchos sabios y, Los mensajes de los sabios; señala: “Mientras estamos aquí tenemos un maestro que nos ayuda. Conoce nuestro plan de vida, nos pone las pruebas y nos ayuda a superarlas. Lo conocíamos antes de venir. Después de haber aprendido regresamos varias veces, con la misma gente, en roles diferentes, a saldar deudas. Este no es el único mundo, los espíritus existen en muchas dimensiones. Nadie ha empezado en este planeta que no es el nivel más bajo, pero tampoco el más alto. Existen pruebas médicas e históricas de que la reencarnación es una realidad. Lo he dicho en conferencias que he dado hasta en El Vaticano”. Desde 1955 la Asociación Médica Británica respalda la práctica de la hipnosis en la educación médica universitaria. En 1958 la Asociación Psicológica Americana estableció la hipnosis como especialidad médica. “Seguirás siendo lo que fuiste, aunque tus rostros, como máscaras, deban cambiar para actuar en nuevas vidas. Cuando cumplimos nuestra misión se nos permite abandonar nuestro cuerpo y, llegado el momento, podemos irnos sin dolor, temor o preocupaciones y, libres, regresamos a nuestro hogar”.

    Ahora el caso de Jenny Cockell.

    [​IMG][​IMG]

    La reencarnación es la creencia de que un alma o espíritu regresa al mundo material después de la muerte física, renaciendo en un cuerpo nuevo. El caso de Jenny Cockell, mujer británica que desde niña soñaba fijamente con otra mujer, Mary, una irlandesa casada que murió joven, es considerado en la actualidad como una de las mayores pruebas de la existencia de la reencarnación. Se trata de la historia de un espíritu reencarnado en dos mujeres unidas por la muerte y la vida a través del tiempo; la primera, muerta prematuramente y la segunda, centrada en un sólo objetivo: reencontrar a los hijos que dejó al morir en su anterior existencia, viajando hacia el pasado a fin de curar sus sentimientos de culpabilidad.
    [​IMG]
    Increíblemente, a través de ese viaje, Jenny descubriría su vida anterior, logrando reunir a sus hijos habidos en una vida pasada; conformando así una historia tan misteriosa, enigmática e inexplicable como una novela de ciencia-ficción. Jenny nació en 1953 en la zona rural de Inglaterra. Desde muy niña soñaba con una mujer llamada Mary, madre de ocho niños. “Los sueños eran tan reales que siempre supe que había vivido antes, ya que guardaba recuerdos de haber sido una joven irlandesa muerta 20 años atrás. Aquel recuerdo me generaba una gran angustia por los hijos que ella abandonó”. Cuanto tenía cuatro años, Jenny le preguntó a su mamá por qué su profesor de catecismo nunca mencionaba las vidas pasadas cuando hablaba de la vida y la muerte y ante la actitud comprensiva de su madre, entendió que la reencarnación se consideraba sólo como una creencia. “Esto me hizo ver que yo era distinta, lo que me hacía cuestionarme. A los ocho años, las premoniciones reveladas en mis sueños renovaron mi confianza. Comencé a desarrollar el sentido de mi “normalidad”, compartiendo el secreto con poca gente.En ese entonces, la mayor parte del tiempo la vivía en el mundo de Mary”.
    . [​IMG]
    No obstante, en su adolescencia empezó a concentrarse en su vida actual; terminó sus estudios y se graduó de podóloga.Luego, se casó con Steve y se fueron a vivir a Northants, condado interior de Inglaterra, con los dos hijos habidos en su matrimonio, lo que hizo que sus incursiones en el pasado se hicieran menos frecuentes, aunque inesperadamente le surgían recuerdos de dibujos de la infancia, de iglesias y de mapas y sus sueños fueron cuidadosamente guardados en su agenda, pues intuía que algún día el tiempo y el dinero le permitirían seguir las huellas de esos recuerdos.“Mis días estaban llenos de escenas de la pequeña casa de Mary, de color marrón claro, protegida del camino por un muro de piedra, con terrenos pantanosos por detrás, un riachuelo y un huerto de hortalizas. Mary pasaba la mayor parte del tiempo cocinando; las papas y la harina de avena constituían la dieta diaria ya que no alcanzaba el dinero para carne. Muy cerca había un pueblo más grande, una estación de ferrocarril, una carnicería y una iglesia. A cada lado había un mercado donde vendían cosas que ella nunca podía comprar”.Al poco tiempo surgieron en su mente nuevas imágenes, entre ellas, una de unos niños excitados que la llamaban desde fuera para mostrarle un conejo colgado de las patas que ellos habían atrapado; el cual estaba tan asustado que ella gritó: “¡Está vivo, está vivo!”. Otra mostraba los últimos momentos de Mary, quien se estaba muriendo, aterrada y sola en un hospital. Tenía apenas 35 años, pero las complicaciones del parto debilitaron su cuerpo y pese a que la elevada fiebre distorsionaba la realidad, se aferraba a su hogar y a sus hijos y un terrible miedo la dominaba:“¿Qué será de mis hijos cuando yo muera? ¿Qué será de mis hijos Dios mío?”, lo cual ocurrió, “liberándola” de una vida difícil. 21 años después nacía Jenny Cockell en una familia de clase media. Era una niña solitaria cuyos días estaban llenos de imágenes de otro tiempo y espacio y sus noches colmadas de un inquietante sueño al conocer la angustia de una mujer condenada a morir dejando a sus hijos abandonados. “Yo lloraba como ella; sentía su dolor como el mío y tenía miedo por el incierto futuro de los niños. Tal injusticia me causaba rabia, porque en los sueños la muerte llegaba inevitablemente”.Extrañamente, Jenny sabía que ese tiempo transcurría entre 1898 y los años treinta ¡los mismos en que vivió Mary! y también sabía que todo había sucedido en Irlanda.“Un día, de niña, sentí la seguridad que si pudiera mirar un mapa de Irlanda sabría con certeza donde estaría situado el pueblo y podría compararlo con los mapas que había estado dibujando.Cuando tuve un mapa hice varios intentos y cada vez volvía al mismo sitio, a un lugar llamado Malahide, situado al norte de Dublín.En los sueños veía a los niños. El mayor, de 13 años, seguro de sí mismo; una niña vivaz; cuatro niños más pequeños; una niña rubia de 5 años y un recién nacido. En cuanto a Mary, los recuerdos eran tan claros que la veía con su cabello largo recogido en un moño y en una ocasión, esperando en un embarcadero, arropada con un manto, mirando hacia el mar. Iba allí a menudo, pero nunca pude recordar por qué o a quién esperaba.Cuando nacieron mis hijos actuales me convencí que tenía que encontrar a mi familia perdida.Recurrí a la hipnosis regresiva y tras varias sesiones inicié un incansable periplo por Inglaterra e Irlanda, intentando armar las piezas del misterioso rompecabezas”.Al encontrar un mapa detallado de Malahide, Jenny vio por vez primera la evidencia física que verificaba sus dibujos. La carretera a Dublín, la estación de ferrocarril y otros lugares destacados correspondían exactamente. Entonces se comunicó con expertos en reencarnación, pidiéndoles ayuda para poder descifrar el enigma. Con ellos aceleró la búsqueda. En 1988, un hipno-terapeuta le inició en una investigación profesional sobre vidas pasadas. De este modo, la hipnosis abría una caja de Pandora. En una ocasión se vio por encima de su cuerpo mirando su cascarón vacío tendido en la cama y su marido inclinado en desesperación. “Las intensas sesiones de hipnosis para recordar me dejaban agotada y confundida entre la auto-conservación y las angustias del pasado”.En junio de 1989 Jenny pudo visitar Malahide. Cuando llegó ya “conocía” los alrededores. Se dirigió a la iglesia y vio el edificio que había dibujado cuando era niña. La carnicería aún estaba allí. Luego de andar por varios sitios, observó que la pequeña casa había sido destruida, permaneciendo sólo restos de ella, como los cimientos de un muro de piedra cubiertos de setos, hierba y flores silvestres. Conocido el extraño caso, la búsqueda se aceleró y varios medios de comunicación participaron, al punto que la BBC se interesó en la historia y la dio a conocer públicamente. De esta forma, un granjero que vivía cerca de la casa recordaba la familia y proporcionó el apellido que Jenny nunca pudo recordar: Sutton. Él contó que luego de la muerte de Mary, los niños fueron llevados a orfanatos, mientras que un sacerdote de Dublín encontró las partidas de bautismo de seis de los niños: Jeffrey (1923), Philomena (1925), Christopher (1926), Francis (1928), Bridget (1929) y Elizabeth (1932). No se hallaron las de los dos hijos mayores, Sonny y Mary. En marzo de 1990 un contacto en Dublín encontró el certificado de defunción de Mary Sutton: “Fallecida en el Hospital Rotunda de Dublín el 24 de octubre de 1932, a causa de gangrena, pulmonía y toxemia”.Al fin Jenny tenía la certificación oficial que necesitaba. Posteriores anuncios en la prensa dieron con la pista del tercer hijo, Jeffrey, en Irlanda, quien le dio las direcciones de sus hermanos Sonny, Francis y Christopher.

    [​IMG] “Después de contactarlos por fin fuí capaz de aceptar emocionalmente que habían crecido. Sabía que ellos tendrían ahora entre 50 y 60 años de edad, pero necesité el contacto real para liberarme de esa parte de mi memoria que me hacía creer que aún eran niños.Sin embargo, mis sentimientos continuaron siendo fuertemente maternales, pero pude comprender que ahora eran autosuficientes y me sentí extrañamente libre”. Al conversar con Sonny, el hijo mayor que vivía en Inglaterra, Jenny le describió la casa en Malahide, lo cual fue confirmado por Sonny. Él le ratificó que ciertamente eran ocho hijos. Al escucharla, Sonny respondía con entusiasmo. Cuando Jenny se refirió al conejo atrapado, sorprendido le preguntó: “¿Cómo sabías eso?”. Luego Jenny se refirió a Mary esperando sola en el embarcadero. “Te diré porque recuerdas ese embarcadero”, dijo Sonny. “De niño solía hacer de cadi en la isla para los jugadores de golf y al anochecer, mi madre me esperaba en el embarcadero para regresar juntos a casa. El manto que llevaba la protegía del intenso frío”. Entonces, Sonny habló de su padre y Jenny entendió porqué lo había borrado de sus sueños. John Sutton tenía un buen empleo pero gastaba su dinero en el bar. Maltrataba a Mary y, le pegaba a los niños con una correa. La reservada prudencia de Mary y su eterna falta de dinero empezaron a cobrar sentido. La preocupación que tenía por el futuro de sus hijos se debía al mal proceder de su esposo y su duda sobre él para cuidar de ellos.El ansiado encuentro con sus “niños” había proporcionado a Jenny las respuestas a la pregunta que ella había estado haciéndose durante 35 años, “¿Qué será de los niños cuando yo muera?”: La más pequeña se quedó con un tío paterno. El resto, a excepción de Sonny, fue llevado por las autoridades locales, ya que se estimó que el padre no estaba en condiciones de cuidar de ellos.Los chicos fueron internados en un orfanato de Hermanos Cristianos, las niñas en una escuela de monjas en Dublín. Sonny permaneció en casa con su padre y vivió una desdichada existencia durante cuatro años, trabajando largas horas fuera de casa y soportando palizas. A los 17 años se unió al ejército y Mary, la hija mayor, volvió a casa. Luego se casó y murió a los 24 años al dar a luz. Jenny llegó a conocer a cinco de los hijos.Algunos, ya muy mayores, la reconocieron como su madre reencarnada, mientras que otros creyeron que ella la utilizaba para comunicarse con ellos.

    [​IMG]

    Jenny luchó por buscar a los hijos que había dejado huérfanos y no descansó hasta conseguirlos. Ahora la familia está en paz. ¡El amor es una energía tremendamente poderosa! Nunca perdemos a nuestros seres queridos ni dejamos de volver a ellos. Este extraño caso real se encuentra relatado en el libro Los hijos del ayer, publicado en Inglaterra y en la película Yesterday's Children, protagonizada por Jane Seymour.
     
  2. undertaker 3.0

    undertaker 3.0 Usuario Casual nvl. 2
    37/41

    Registrado:
    3 Nov 2010
    Mensajes:
    1.159
    Me Gusta recibidos:
    7
    buena info se agradece
     
  3. KhAnGrIs

    KhAnGrIs Usuario Casual nvl. 2
    37/41

    Registrado:
    19 May 2008
    Mensajes:
    2.072
    Me Gusta recibidos:
    8
    mmmta empezo bien la historia.. precisa... despues se fue en los detalles.... me dio lata .... con tiempo la leere bien.
     
  4. jojojo138

    jojojo138 Usuario Habitual nvl.3 ★
    197/244

    Registrado:
    25 Ago 2008
    Mensajes:
    16.530
    Me Gusta recibidos:
    48
    Un poco larga, cuando llegue a mi casa lo termino de leer