Ella siempre quiso ser actriz. Por eso en cuanto pudo, Andrea Dellacasa (35) se enroló en unos talleres de actuación en su Córdoba natal, aunque las clases apuntaban más a su desempeño en shows revisteriles donde debía ser una buena bandejera. Su primera oportunidad en teatro vino con la comedia Descaradas, luego del reality 1810. Pero el gran salto lo dio recién este año cuando fue fichada por el director Cristián Villarreal para hacer el monólogo No le tengo envidia a los hombres Dr. Freud. Le fue tan bien que ya lleva dos temporadas, la primera en el Teatro Ladrón de Bicicletas y la segunda en el Teatro Mori de Plaza Vespucio desde el 2 al 24 de mayo, con un promedio de 60 a 80 personas por función. Debido a su éxito, acaban de extenderle las funciones hasta el 14 de junio en La Florida. Tenía miedo de no ser chistosa, que la gente no se riera, admite y rememora que sólo una vez se le olvidó el libreto. Fue en la segunda temporada que me quedé en blanco en la primera función. La gente no se dio cuenta, porque callada no me he quedado nunca. Empecé a caminar por el escenario y a darme vueltas en lo mismo que estaba diciendo hasta acordarme de lo que seguía, describe. Y recalca que cuando estás sola, nadie te puede ayudar. No fue el único fiasco que pasó en sus ansias por convertirse en una actriz seria. Tuvo un acosador. Era un señor grande de unos sesenta años que me fue a ver tres veces al Ladrón de Bicicletas. La primera vez me dejó un ramo de flores y una carta, que decía que quería salir conmigo y que admiraba mi trabajo en la obra; la segunda me metió conversa después de la función y la tercera insistió para que me fuera a tomar un café con él, que era mi príncipe azul, el mismo que yo menciono en la obra, revela. -¿Tuviste temor de que te hiciera algo? -La última vez tuve un poquito de miedo, porque se puso cargante cuando yo ya estaba afuera del teatro, quería ser mi príncipe azul y que aceptara salir con él. Lo tuvieron que echar los guardias. -¿Y te piropeaban cuando estabas sobre el escenario? -Los chicos entre 19 y 22 años me gritaban para participar en las parodias que yo hacía sobre el machismo y feminismo, me decían sí, así es o no, nada que ver. Pero la gente conmigo es respetuosa. -¿Con dos temporadas haciendo un monólogo ya te sientes una actriz? -Con esto ya me consolidé como actriz, pero respeto los escalones de la carrera que elegí, obviamente hay gente con mucho más piso que yo. -¿Qué piensas de los actores profesionales que creen que una persona sin estudios no se puede subir al escenario? -El que no se puede subir al escenario es el que no tiene talento. Era un señor de unos 60 años que me decía que él era mi príncipe azul LUN.COM