[HU] [Semana de Roma] Las 7 Colinas de Roma, La Ciudad Eterna

Las 7 colinas de Roma fueron los 7 montes donde surgió la ciudad en el año 750 a.C y alrededor de las cuales se planificó la urbe y se protegió con las murallas Servianas.


Restos de las Murallas Servianas, las primeras de Roma y las que rodeaban los 7 montes.

Muchas de ellas ya se han confundido con la ciudad moderna debido a su poca altura y a la inexistencia de sus edificios originales. Son pocas las que conservan restos de lo que fueron durante el mundo romano.


Las 7 colinas.

Originalmente, los valles que separaban a las colinas eran acuosos pantanos. Cada colina poseía distintos grupos humanos, que se unieron gracias a festividades y juegos religiosos. Estos grupos humanos drenaron los pantanos y formaron una ciudad, la Ciudad Eterna: Roma.

1. Monte Palatino

La colina más céntrica y la más importante de la ciudad de Roma. Posee una altura de 51 metros y tres cimas distintas, llamadas Palatius, Cermalus y Velia. Se encuentra entremedio del Foro Romano y del Circo Máximo. Según estudios, estuvo habitado desde al año 1.000 a.C, 3 siglos antes de la fundación de Roma por Rómulo y Remo, que precisamente, fueron encontrados por el pastor Fáustulo en la cueva conocida como Lupercal, hogar de Luperca, la loba que los amamantó, y que se encuentra en esta colina. Por ende, las famosas Lupercales se celebraban en este lugar, que también fue la residencia de los primeros emperadores del Imperio: Augusto y Tiberio en la famosa Domus Augustana, que tenía su propio Templo de Apolo y Templo de Ceres, y de Tito, Vespasiano y Domiciano, en la famosa Domus Flavia, reformada también por Septimio Severo.
La Domus Augusteana vista desde el Circo Máximo.

En él también se encuentran estructuras como el Hipódromo de Domiciano, que más que un estadio, por su tamaño, parece ser un jardín. La riqueza arqueológica del Palatino lo convierte en un verdadero museo al aire libre, donde se han respetado las estructuras originales del período romano.


El "Hipódromo de Domiciano".

2. Monte Capitolino

Con dos cimas, la Aux y la Capitolium, y con 50 metros de alto, esta es otra de las colinas más importes de la Ciudad Eterna. La colina fue el emplezamiento del famoso Templo de Júpiter Capitolino, un templo con sus orígenes en la monarquía romana usado para venerar a la triada capitolina: Júpiter, Juno y Minerva. Juno también poseía un templo propio en la colina, a un costado del templo de Júpiter. De ambos no quedan restos más que los cimientos, ya que sobre el Templo de Júpiter se encuentra el actual Palacio del Senado, construido de 1541 a 1605, actualmente ayuntamiento de Roma, mientras que sobre el Templo de Juno, se construyó la iglesia de Santa María en Aracoeli, construida en el s. XIII.


El Palazzo Senatorio, Sede del Ayuntamiento de Roma.

La plaza, llama Plaza del Campidoglio, fue diseñada por el mismísimo Miguel Ángel Bounarotti. Los Museos Capitolinos también se encuentran aquí, inaugurados en el siglo XVIII. En la cima sur de la colina, se encuentra la Roca Tarpeya, un lugar de ejecuciones mediante lanzamientos al vacío, llamada así por la primera persona ejecutada ahí: Tarpeya, una virgen de Vesta, que abrió las puertas a las tropas de Tito Tacio, luego del Rapto de las Sabinas. Poco o nada queda de los edificios que originalmente se emplazaron ahí durante la época romana.


Iglesia de Santa María en Aracoeli.

3. Monte Viminal

Es la más pequeña de las 7 colinas de Roma, con 60 metros de altura, encontrándose entre el Quirinal y el Esquilino, surgiendo los 3 de la misma formación orográfica. Fue anexada a la ciudad durante el reinado de Servio Tulio, el sexto rey de Roma, debido a la necesidad de expansión de la ciudad creciente. Durante la República Romana, al contrario, el Viminal, ubicado en el extremo norte de la ciudad, era un barrio exclusivo de familias patricias.


Termas de Diocleciano.

Las termas de Diocleciano, construidas entre el s. IV y V d.C se encuentran cerca del lugar. De las ruinas de las termas, Miguel Ángel Bounarotti construyó la Basílica de Santa María de los Ángeles y de los Mártires. Hoy en día, al igual que el Monte Capitolino, pocos restos romanos posee. Es sede del Ministerio del Interior de Italia, del Teatro de la Ópera y de la Estación de Ferrocarril Termini.


La Basílica de Santa María de los Ángeles y de los Mártires.

4. Monte Quirinal

La colina ubicada más al norte, debe su nombre al dios Quirino. Tiene 61 metros de altura y al igual que el Palatino, tres cimas, llamadas Latiaris, Mucialis y Salutaris, hoy desaparecidas debido a los edificios construidos desde el s. XVII. Fue originalmente un centro del pueblo sabino, donde se rendía culto al dios ya mencionado, y que luego de la paz con los romanos, fue la residencia del rey Tito Tacio.


El Palacio del Quirinal, residencia del Presidente de Italia.

Existen numerosas tumbas que prueban el antiguo asentamiento sabino. Ya en la época Imperial, Augusto construiría aquí un templo dedicado al dios Marte. Constantino llevaría a cabo aquí la construcción de sus termas, de las cuales no quedan restos. Actualmente, es la sede y residencia oficial del Presidente de la República de Italia, quien reside en el Palacio del Quirinal.


Grabado del siglo XVII de los restos de las Termas de Constantino, hoy inexistentes.

5. Monte Aventino

El Aventino es el monte que queda más al sur, por detrás del Palatino. Posee 47 metros de alto, y tiene contacto directo con el Río Tíber. Gracias a esto, el monte se transformó rápidamente en un punto estratégico para el comercio y para las relaciones militares. Es famoso por la retirada de los plebeyos en su conflicto con los patricios en 494 a.C. Los primeros se refugiaron en el Aventino y amenazaron con fundar una nueva ciudad. Los patricios cedieron a las demandas de los plebeyos luego de tal amenaza. Un templo dedicado a Diana fue construido aquí por órdenes de Servio Tulio. Otra tríada divina de la ciudad, la Triada Aventina pertenece a este lugar, y está compuesta por las deidades Ceres, Liber y Libera, quienes tenían su templo en este monte.


La orilla del Tíber baña al Aventino.

Un templo dedicado a Juno también existió en el lugar. Luego de la caída de Roma, los Caballeros de Malta, conocidos como Hospitalarios, construyeron una fortaleza en el monte que es visible hasta el dái de hoy.


La Fortaleza de los Caballeros de Malta.

6. Monte Celio

Ubicado al este del Palatino, posee 50 metros de altura. Durante la Monarquía, muchos de los pueblos de la Lazio, algunos obligados a unirse a Roma, se establecieron en esta zona. Las termas del emperador Caracalla se encuentra ubicadas cercanas a este monte. Evidencias arqueológicas encontradas en estas termas proponen que el monte durante la época Imperial fue una zona residencial de las clases altas.


Frontis de las Termas de Caracalla.

En el Celio, se encuentran actualmente lugares importantes dentro de la ciudad de Roma, como la Basílica de San Juan y San Pablo y la Basílica de San Stefano Rotondo. Casi no existen restos admirables de lo que la colina fue o pudo ser durante la época romana.


Basílica de San Juan y San Pablo.

7. Monte Esquilino

Con metros de alto, el Esquilino se encuentra al este de la colina capitolina, y surge de la misma matriz rocosa que el Quirinal y el Viminal. Poseía también tres cimas, llamadas Cispius, Fagutalis y Oppius. El esquilino dio nombre a una de las 4 regiones en las que se diviió la ciudad de Roma durante la República, junto con los demás distristos de Palatina, Colina y Suburana.


La posible vista que debe haber tenido el Coliseo desde el Esquilino en la época del esplendor de Roma.

Fue principalmente un barrio residencial durante toda su historia. Es el monte que se alza frente al emplazamamiento del Anfiteatro Flavio, conocido como Coliseo Romano. Parte del Esquilino fue expropiada por Nerón para construir su famosa Domus Áurea. En la misma zona, Trajano construiría después sus termas, junto a las Termas de Tito. Un templo a Minerva fue consagrado en este monte. Hoy en día la Basílica de Santa María la Mayor se encuentra aquí.


Basílica de Santa María Maggiore.


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