Matrimonio y vida conyugal en la Edad Media.

Matrimonio y vida conyugal

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El matrimonio medieval es un asunto familiar o estrategia familiar (patrimonio, herencia, etc.). Todos los asuntos de la familia los lleva la mujer, aun cuando el padre fuera el cabeza de familia, y era ella la encargada de buscarle pareja a su hija o hijo.

Se llevaba a cabo en todos los grupos sociales, aunque hay más presión en la alta nobleza y la monarquía. El derecho de los padres a elegir y la obligación de los hijos a obedecer y si no lo acatan, el padre puede desheredarlos. Aunque conocemos casos de muchachas que se han negado a admitir el compromiso como ocurrió a santa Genoveva. Lo curioso del caso es que diversos concilios prohiben casar a las mujeres contra su voluntad. Esta libertad vigilada motivaría que algunas mujeres tomaran espontáneamente a un hombre, en secreto, o que se produjeran raptos de muchachas, secuestros que contaban con el beneplácito de la víctima que rompía así con la rígida disposición paterna.
Entre los demás grupos sociales, se solían casar con hijos de vecinos, compañeros de una misma cofradía o de maestro de taller.

El padre era el guardián de la pureza de sus hijas como máximo protector de descendencia.

Al contraer matrimonio, la joven pasaba a manos del marido, quien debía ejercer el papel de protector. El enlace matrimonial se escenifica en la ceremonia de los esponsales, momento en el que los padres reciben una determinada suma como compra simbólica del poder paterno sobre la novia.

Capitulaciones matrimoniales. Pactos económicos ligados al matrimonio.

Las capitulaciones son los acuerdos matrimoniales. Cuanto más alto sea el rango de los contrayentes, se hace por escrito. La gente humilde es la que menos hace las capitulaciones.

Se pone en las capitulaciones de los matrimonios menos ricos, la carta de dote y las arras que entrega el marido y la dote de la esposa. La dote es una figura que protege a la mujer.

La parte más importante son las arras que se las proporcionan la familia o el esposo, si ya es muy mayor. Esto es hasta el siglo XII, donde apenas se habla de dote más bien en el ajuar. Ya a partir del siglo XIII cambia y la dote es la más importante.

El matrimonio debe consumarse para que alcance su legitimidad, consumación que se produce en la noche de bodas. A la mañana siguiente el esposo entrega a su mujer un obsequio llamado “morgengabe”. Es una costumbre visigoda, y que significa regalo de la mañana, para compensar a la mujer por perder la virginidad de ella, dando fe de la pureza de la joven desposada y asegurándose que la descendencia es suya. Esta donación post-consumación no se realiza en caso de segundas nupcias. De este “morgengabe”, la viuda, se queda con un tercio y el resto será entregado a la familia en caso de muerte del marido.
A partir del siglo XIII se recupera el derecho romano. Mientras el matrimonio existe, la dote, la gestiona el marido, pero si el matrimonio se disuelve, la dote, vuelve a manos de la mujer.

Ceremonias nupciales: desposorios y velaciones

Hay dos ceremonias, los desposorios y las velaciones. Los desposorios es una declaración de intenciones y es una ceremonia como las amonestaciones actuales.
Las velaciones es como la boda actual en la iglesia. A partir de entonces es cuando se realizan los festejos.
En tiempos medievales, el desposorio, era la parte más importante. Esto se discutió mucho por las dos escuelas existentes: la de Paris decía que el desposorio era la simple expresión de los contrayentes. Mientras la de Bolonia decía que hacia falta la consumación para que el matrimonio fuera legal.
Lo que si prohibía la iglesia era que se hicieran desposorios clandestinos y que aquellos que se realizaban sin la presencia de un sacerdote.

Saludos ^^
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