AMILCAR BARCA y la conquista de Iberia.

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La mayoría de las veces, Amílcar Barca es olvidado u ensombrecido por su hijo, Aníbal. Sin embargo, Amílcar fue un general brillante en su propio derecho. Tras la desastrosa primera guerra púnica y el posterior alsamiento de los mercenarios, Amílcar se dirigiría a la península Ibérica.





En el 237 a.C, la República cartaginesa, humillada por la derrota militar y el robo de Cerdeña por Roma, envió a su "general estrella" a Iberia. Como un héroe militar, Amílcar Barca fue capaz de construir una f"acción política" alrededor de él. Con la ayuda de un joven aristócrata llamado "Asdrúbal el bello" (Amilcar lo haría su yerno) Amílcar fue capaz de asegurar su elección al cargo de Comandante Supremo (Strategos Autokrator, un título helenístico).



Amílcar decidió tomar a sus veteranos de las guerras posteriores y llevarlos hacia la batalla por la Península Ibérica, creyendo que la enorme riqueza de la región ayudaría a Cartago a recuperar su prestigio después de la pérdida de su imperio marítimo. Pero también era consciente de que si fracasaba en Iberia, su carrera política se hundiría completamente.


Lo primero que hiso al llegar, fue asegurar su base de operaciones por renegociación con la antigua alianza de Cartago con la ciudad-estado de Gadir (moderna Cádiz), la cual también era una colonia fenicia independiente. Junto con otras colonias fenicias vecinas formó parte de una Confederación colonial Púnica liderada por Cartago.

Amílcar ocuparía Gadir como punto estratégico en Iberia para los suministros. A continuación, dirigió su atención a las minas de plata y cobre de la antigua Tartesos (un legendario imperio de la edad de bronce), al noroeste.


Pero los nativos íberos y celtíberos ya se preparaban para hacer frente a la amenaza cartaginesa. Una coalición liderada por los Turdetanos (una antigua tribu celtibera) se formó para detener el cruze de Amílcar por el río Tinto. Dejando a Asdrúbal para mantener defendida la costa fenicia, Amílcar marchó al norte para hacer frente a los nativos. En la batalla, según escritores antiguos, la coalición fue hecha añicos y gran parte de sus dirigentes fueron asesinados. Amílcar trató a los sobrevivientes con amabilidad y les ofreció un lugar en su ejército, resultando en unos 3.000 reclutas nuevos. Desde un punto de vista más amplio, Amílcar había logrado su objetivo inmediato y ahora tenía una base firme para empezar, que se extiende desde Gadir hasta el valle inferior del río Betis (moderno río Guadalquivir), incluyendo las famosas minas tartésicas.

Con su base segura y la plata y cobre fluyendo, Amílcar traza su siguiente paso en la conquista ibérica. El Valle del Betis fue un territorio llano y fértil que se extiende desde la costa atlántica hasta las montañas del sureste de España. Fue también muy poblado, lleno de diversas tribus independientes que no repondían a nadie. El interés del cartaginés en la zona estaba en las montañas al norte, la moderna Sierra Morena y sus minas de plata. Amílcar marcharía a la conquista del área a finales del 238 o 237 a.C, pero se encontraría con una coalición Celtíbera/Ibera más formidable y organizada que la anterior.
Formada a partir de las tribus de las zonas centrales y orientales del Valle, esta coalición fue mucho más grande, el primero y fue encabezado por Indortes (también conocido como Istolacio), rey de los turdetanos. Fuentes antiguas nos dicen que contaba con unos 50.000 hombres, pero si bien esto puede ser una exageración, indica que Iberia ya estaba más consciente del peligro extranjero (Cartago, en este caso). Amílcar, al parecer, no entra en combate directo, en vez de eso, le esconde su posición y manda soldados por los flancos. El Cartaginés entonces marcha contra Indortes, el cual sube hacia la colina pero se encuentra contra otra fuerza cartaginesa, quedando atrapado.

Cuando Indortes intentó huir fue capturado con sus hombres. Amílcar lo trata duramente, lo mutila y posteriorente lo condena a la crusifixión. Los prisioneros restantes, unos 10.000 hombres, son liberados.

Es evidente que los cartagineses no tendrían piedad con los líderes subersivos, pero la población en general, si sería tratada con misericordia. Por el 235 a.C, se había logrado conquistar el resto del valle a través de una mezcla de fuerza militar y negociaciones diplomáticas. Con la zona segura y Sierra Morena en alcance Amílcar ordenó a Asdrúbal que enviara la plata y otras riquezas a Cartago.

Otros asuntos llamarían la atención de Amílcar, una rebelión entre los aliados Númidas (los ancestros de los modernos bereberes) había estallado, amenazando a la mismísima ciudad de Cartago. Como comandante supremo, Amílcar decide enviar a Asdrúbal. Con la ayuda de los Masilios (aliados de númidas de cartago), Asdrúbal aplaca la rebelión y redefine el mapa político de Numidia al darle el este a los Masilios y el oeste a los Masesilos (otra tribu Númida aliada).

Mientras que Asdrúbal estaba ocupado en África, su suegro también lo estaba en Iberia. Del 235 al 231 a.C, Amílcar se mantuvo ocupado consolidando su posición en el valle del Betis. Más tarde lanzaría una campaña a gran escala para domar el sureste, llevando el control cartaginés hasta el moderno Cabo de la Nao.


En 231 fundó la ciudad de Akra Leuce (griego: cabo blanco) siendo una importante ciudad para la expación, y también ayudando a Gadir como centro logístico. Sin embargo el sitio exacto permanece en disputa, aunque la Alicante moderna es la más aceptada. En este momento volvió Asdrúbal el bello, trayendo con él, al segundo hijo de Amílcar, Asdrúbal el joven.


Con su segundo al mando de vuelta, empezarían los planes para extenderse. En el 299 a.C Asdrúbal sería enviado en una campaña en contra de Heliké, cuya ubicación se desconoce. Sin embargo una tesis coloca la ubicación de la heliké en el moderno municipio de Elche de la Sierra. Si este fuera el caso, el objetivo de Amilcar habría sido llegar hasta el río Anas (moderno río Guadiana).



Territorios cartagineses ganados en Iberia (verde).





En cualquier caso durante el invierno Amílcar envía de vuelta al ejército a Akra Leuce. Fue entonces que los Oretanos, los gobernantes de la importante ciudad de Cástulo, llegan para combatir. Amílcar fue cogido por sorpresa, ya que los Oretanos eran sus aliados (la hija del rey había sería la esposa de Aníbal).
Pero el rey le traicionó, Amílcar perdió la vida en los combates; segun Diodoro Sículo, voluntariamente dio su vida para salvar la de sus hijos, llendo por un camino y sus hijos por otro, así distrayendo a los Oretanos hacia él. Todo esto en el 228 a.C.

Aníbal tenía solo 20 años y sería considerado demasiado joven por el Senado de Cartago para servir como Strategos Autokrator, el título sería para Asdrúbal el bello.


El papel de Amílcar Barca en la historia de Cartago fue importante, pero muchas veces es pasado por alto. En tan solo 9 años y con un pequeño ejército, forjó un imperio colonial para la República cartaginesa. Uno que compensaría con creces las pérdidas sufridas ante Roma (Sicilia y Serdeña) en la primera guerra púnica.
Si bien no se sabe con seguridad si Amilcar había empesado esto para entrar en una posterior guerra con Roma (lo que haría su hijo más tarde), no deja de ser impresionante si uno mira la cantidad de años que tomó a los romanos conquistar y apaciguar definitivamente la península Iberica (cientos de años de hecho).



Saludos.