La Historia de Edward Mordake - El hombre de las dos caras

Tema en 'La Dimensión Desconocida "Portal Paranormal"' iniciado por NAKANIKA, 19 Dic 2014.

  1. NAKANIKA

    NAKANIKA Usuario Nuevo nvl. 1
    762/812

    Registrado:
    19 Dic 2014
    Mensajes:
    2
    Me Gusta recibidos:
    0
    Mordake padeció el síndrome congénito denominado Diprosopia o duplicación craneofacial. En realidad consiste en la duplicación congénita del notocorda una estructura embrionaria común en todos los vertebrados cuya doblez provoca la generación de dos crestas nerviosas que a su vez generan dos estructuras craneofaciales distintas.
    A diferencia de los siameses unidos tras el nacimiento, la disprosopia no es debida a la fusión o separación incompleta de dos embriones: es el resultado de una anormalidad en una proteína que marca el patrón craneofacial normal. Dependiendo del nivel de alteración congénita de esta proteína, el individuo puede tener hasta cuatro orejas, cuatro ojos y dos labios separados. Como curiosidad, el nombre de esta proteína


    Según la mitología popular, la otra cara tenía una voz tenue que solo Edward podía escuchar. Sus ojos estrábicos nunca se cerraban pero podían llorar y seguir la mirada de todo aquel que lograra fijarse en ella. Mordrake aseguraba también que padecía insomnio debido a los odiosos susurros con los que su “gemela diabólica” le torturaba por las noches.
    En un supuesto testimonio de Edward Mordrake aparecido en 1900 en el almanaque de medicinas 'Anomalías y curiosidades de la medicina', de George M. Gould, se podía leer: “La imaginación no puede concebir las tentaciones espantosas en las que me envuelve. Por alguna imperdonable maldad de mis antepasados estoy cosido a este demonio, porque estoy seguro que es un demonio. Yo ruego y suplico para que lo eliminen del mundo, aunque yo muera”
    Evidentemente esto no es cierto. Como tampoco que la segunda cara fuera una hermosa mujer, como cuentan casi todas las versiones. La diprosopia se basa en el desarrollo de un solo tipo de genes con el sexo ya definido antes de la duplicación del notocorda.
    Lo que probablemente sumiría en una depresión a su dueño es el aspecto, los movimientos o tics involuntarios de su otra cara, la marginación social y la condición envidiada que ejercía la sociedad que le tocó vivir. Todo ello obligó a Edward a incomunicarse y someter a su personalidad a las duras condiciones de aislamiento que pudieron desencadenar el supuesto suicidio.
    Otra gran mentira de esta historia es la foto que encabeza este y otros cientos de artículos de la red que cuentan la historia de Edward. La foto es de una calidad superior a la que se pueden esperar de una sesión de fotos en el siglo XIX. Y el peinado, la diferencia de tez o las sombras que ocultan la segunda cara hacen pensar más en una producción cinematográfica que en una prueba gráfica forense. Puede ser una de las múltiples representaciones de cera y realizadas mucho después de su fallecimiento en algún punto del siglo XX para el disfrute de un museo de los horrores o academia médica.
    Todos los datos de este caso no vienen amparados por un expediente médico verificado sino por la imaginería popular, textos paganos, recopilaciones frikis, obras de teatro que adornan y alimentan la leyenda. El texto principal en el que se basan casi todos los demás es la obra de de George M. Gould antes comentada, que no aporta nada a un testimonio entrecomillado.

    [​IMG]
     
  2. akazeronez

    akazeronez Usuario Leyenda nvl.7 ★ ★ ★ ★ ★
    762/812

    Registrado:
    13 Feb 2011
    Mensajes:
    62.454
    Me Gusta recibidos:
    558
    uff terrible vivir a si por toda las miradas dela personas