Me Espían desde la DEEP WEB - FINAL

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EPISODIO 10 - FINAL​

Mi cuerpo se desplomó sobre la cubierta del barco. No siento mucho dolor, pero me debilito. Voy perdiendo la conciencia lentamente. Mi cabeza rebota en el piso. Veo las botas militares del tipo que me disparó. Por un costado escurre una delgada línea de sangre saliendo del cuerpo de Morita. Ya no tengo fuerza para mantener mis ojos abiertos. Todo se acaba.

Tengo la vivencia exacta de ese momento pese a no haberlo vivido. Estoy aquí, al interior de la cabina del barco, desde lo alto, junto a Morita, quien me da la espalda.

Me acerco a preguntarle qué ha pasado. ¿Estamos vivos?, ¿sobrevivimos?

-Hemos avanzado mucho en esto, gracias a ti, pero aún te buscamos María, aún necesitamos saber más, necesitamos dar con tu respuesta. Tú no...

-Espere un poco. (Lo interrumpo) Sus palabras me parecen haberlas oído antes. Estoy experimentando otro de esos extraños Deja Vú. Abajo, en la cubierta, yacen nuestros cuerpos.

El tipo que me había disparado sube por la escalera hacia el helicóptero y luego se marchan perdiéndose en el horizonte.

Se abre la puerta de la cabina. Es Osvaldo, quien entra un poco asustado.

Ya no entiendo qué versión de mi es la que yace muerta ahí abajo. Ni siquiera se bien quién soy. Tengo en mi cabeza recuerdos de cosas que ahora no sé si me sucedieron realmente. Todo es demasiado confuso. Si no he viajado en el tiempo, ni estoy soñando, ni estoy muerta, entonces ¿qué explicación tiene todo esto que está pasando?

Al parecer Morita y Osvaldo siguen tanto o más desconcertados que yo. Me miran, como esperando que yo les de alguna respuesta, pero no tengo idea de nada. Estoy asustada. No se cómo explicarlo bien, pero tengo esas sensaciones, como de haber vivido antes esto. Este momento, en que estamos aquí en la cabina y luego entra Osvaldo por la puerta es como un Deja Vú para mí.

-María, necesitamos la USB. Me dice Osvaldo un poco serio.

Lo miro sorprendida.

-Pero si saben que no la tengo. Desde el día en que se la di a Richard para que la revisara no he vuelto a tenerla. Si logramos contactarlo la podemos recuperar.

-¿De quién hablas? - Preguntó intrigado Morita.

-¿Cómo?, De Richard, ustedes lo conocen también. Él los acompañaba cuando bajaron a la sala de máquina donde yo estaba escondida...no me van a decir que no, si ustedes bajaron con él a buscarme....

Osvaldo y Morita están desconcertados. No tienen idea de quién es Richard. Se me hace demasiado extraño ya que ellos parecían conocerlo, pero ahora no tienen idea de quién es.

-¿De quién estás hablando María?, y ¿qué es eso de escondernos en la sala de máquinas?

Los miro a los dos tratando de entender qué está pasando que no recuerdan lo mismo que yo. Osvaldo y Morita siguen intrigados por lo que les acababa de decir, pero al parecer no hay tiempo. Uno de los científicos que es parte de la tripulación entra y les dice algo a Morita y Osvaldo. No sé si serán políglotas o qué, pero después de escucharlo me dicen que bajemos a la sala de máquinas.

Llegamos al lugar bajando por las ruidosas escaleras de fierro que tiene el barco. Está lleno de tubos por todos lados. Nos vamos hacia un mesón que al parecer ocupan para comer. Ya traigo hambre, así que no me vendría mal comer algo.

Lamentablemente no íbamos a comer. En vez de eso montan un plano sobre el mesón. Osvaldo por un lado está poniéndose un overol azul viejo. Le pregunto si tiene otro para mi, ya que traigo un olor a grasa y aceite súper fuerte. Me da unos pantalones de hombre y una chaqueta bien vieja y rota, pero no hay más para escoger. Era lo más femenino que había en el lugar, así que me cambié sin pensarlo dos veces.

Morita sigue revisando el plano junto a uno de los científicos que lo acompaña. Trazan un par de líneas de un lado a otro. Traen mucha prisa en todo lo que hacen. Pregunta la fecha y le respondo que es 21 o 22 de julio, pero no me hace caso. Osvaldo le grita desde atrás “Ocho de Marzo” mientras recibe de uno de los científicos ucranianos una videocámara vieja. No me hacía clic esa fecha.

-Toma María, (me da la videocámara) ayúdame con esto. Mantén presionado el botón rojo y graba a Morita.

Tomo la cámara y grabo a Morita quien me enseña un pequeño plano que uno de los ucranianos le da de una especie de estación eléctrica o algo parecido. Luego toma la regla y empieza a trazar unas líneas en el mapa que tiene sobre la mesa y posa un avión a escala sobre este, luego toma un plumón negro y escribe: 08032014MAS370. FREESCALE SM.

Mientras grabo a Morita me doy cuenta de que lo que estoy grabando en este momento es el mismo video que alguna vez vi en la sala de reuniones del Proyecto Alma. Me veo a mi misma reflejada en las mamparas de vidrio que hay detrás de Morita, tal como vi aquella vez en el video a esa mujer desarreglada y poco femenina, que resulté ser yo misma.

Suelto la cámara y dejo de grabar. Morita se acerca a uno de los científicos que estaba rápidamente tecleando sobre un notebook. Le pregunta algo y el joven todo sudado y nervioso le mueve la cabeza como diciendo que sí.

Estoy viendo atónita todo esto que está pasando. Se inician unos comandos. Los mismos comandos que se pusieron en mi computadora la noche en que me fueron a buscar los tipos de ALMA. Presionan un par de teclas rápidamente y luego Enter.

Se ha ejecutado el comando. Todos celebran. Han hecho algo (que no entiendo bien) y les ha salido bien. Alguien desde arriba de las escaleras grita algo. Todos suben. No hago comentario alguno, sólo me dejo llevar por todos.

Subo. El barco está casi llegando a una isla. Osvaldo se acerca a mi lado a mirar. Hay un grupo de personas que se ven a lo lejos y que parece que nos esperan llegar. Le pregunto dónde estamos y me da una palmada en el hombro y me dice: En La Rèunion. Lo miro angustiada sin decir una sola palabra. Cómo era posible que estuviéramos llegando ahí si apenas un rato antes estábamos en el puerto Las Losas.

No hay muchas explicaciones para nada. Veo desde arriba mi cuerpo tendido sobre la cubierta del barco. Le pido a uno de los ucranianos si me da su delantal para cubrir el cuerpo. Me lo da mirándome con cierta lástima. Creo que comprendía mi sentimiento. bajo hasta la cubierta, me arrodillo, y cubro el cuerpo con el delantal.

Mientras estoy en eso me doy cuenta que mi "yo muerta" trae algo en el bolsillo de su chaqueta. Reviso con cuidado, me da un poco de cosa mover el cuerpo, así que meto mi mano despacio. Es la USB. Richard la había dejado ahí cuando nos encontramos en la sala de máquinas y me abrazó. El quiso entregármela en secreto en ese momento. La tomo con cuidado y me la guardo.

Si estas ahí leyéndome quiero decirte algo. No puedo asegurarte nada de lo que pueda suceder a partir de ahora. Hasta aquí hemos llegado siempre. Dependerá de ti buscar las respuestas. Sólo no te olvides de lo siguiente:

" La ciencia no puede resolver el último misterio de la naturaleza. Y eso se debe a que, en última instancia, nosotros mismos somos una parte del misterio que estamos tratando de resolver "

FIN



NOTAS FINALES:

Spoiler

Gracias a todos los que siguieron esta serie.

Un abrazo, Chalam.

​

 

No se me fue en collera, sólo que la historia es más larga como para repartirla acá. Terminarían aburridos. Prefiero ahora seguir escribiéndola y terminándola tranquilo.

Y sí, va por ahí el asunto, tipo stein;gate.

Saludos,.