[Concurso] Anécdotas de tu mascota: Cuéntanos Más: Vuela alto perro niño

En mi vida he tenido 3 perros, bueno en realidad eran de la “familia”. Mi mamá los llevaba a la casa porque mi hermano quería un perrito. Al final, nunca se hacían responsables de alimentarlo, cuidarlo, etcétera, con suerte lo bañaban a lo lejos. Por lo tanto, me hacía responsable yo de ellos.

Cierto día llegó a casa un pequeño perrito en una cajita de cartón, dejando atrás a su madre y 7 hermanos perros. Era el mayor de todos ellos, un hermoso perrito de raza Pequinés. De pequinés no tenía nada, pues, a diferencia de sus hermanos, no tenía ninguna pinta de Pequinés.

Con el pasar de los días el perrito no tenía nombre, porque no sabía qué nombre darle. Cada vez que salía con él, una vecina le decía “mi niño”. Fue bautizado como Niño, el perro Niño. Niño era un perro muy juguetón, corría por todos lados. Un día el perro niño se escapó a la calle, me costó mucho pillarlo para entrarlo a casa. De ahí en adelante, todo fue diferente.

Un día estando afuera de la casa veo pasar una silueta por el aire “es un pájaro”, “es un avión”, “es Superman”, “es el perro Niño”. Con gran destreza había escapado por la ventana del segundo piso, saltado al techo del primer piso, y luego a la calle. Fue un vuelo majestuoso de unos segundos, en que el perro niño parecía más pájaro que perro. Esa miniatura de no más de 20 centímetros de alto estaba volando. Corrió unos minutos en la calle y entró a casa nuevamente.

Con el pasar del tiempo, sus escapadas fueron aumentando, corría un rato y se entraba. El envejecer lo volvió más lento, y ya no era el mismo de antes. Tenía ya 11 años humanos. Para que no se aburriera en el patio trasero de la casa, lo dejábamos en el delantero, pues así podía mirar por la reja lo que pasaba en la calle, y su vida no era tan monótona.

El último día en que le vi con vida, corrí la cortina de la casa y ahí estaba él, dormía en el patio delantero. Le miré, corrí la cortina y subí al segundo piso.
Minutos más tarde golpean la puerta de mi casa, y una señora me dice “al perrito lo atropellaron, no gritó, ni nada, se fue al tiro”. Aún recuerdo esa escena en que me lo decía.

Después de tanto tiempo sin hacerlo, el perro niño volvió a salirse. Cuando joven se metía por entre la reja y pasaba el cuerpo, no sin dificultad, ya que la buena vida y poca vergüenza lo tenían gordito. Tal vez ya sabía que le quedaba poco tiempo en este mundo y quiso hacer por última vez lo que tanto le gustaba.

Lo tomé, lo puse en una cajita de cartón y lo enterré. Lloré mucho por el perro niño. Es el perro que más he querido en mi vida.

Con suerte tengo un par de fotos de él, porque cada momento lo vivíamos sin importarnos dejar un registro de ello. Tengo una donde sale majestuoso, cuan león de la M.G.M., y otra donde sale atacando ferozmente a un conejo de peluche.
Debes seguir volando, ya no del techo a la calle, sino por entre las nubes. Vuelta alto perro niño. :’)

Cada vez que veo este video, no puedo evitar llorar. :'(