una vez, a principios de siglo, como en 1930, la familia de una tía, que vivía en el campo, cerca de Collipulli, estaba cenando. Eran como las 9 de la noche, cuando los perros comenzaron a ladrar. Esta señora relataba que entonces habían visto caer una estrella detrás de unos cerros. Como media hora después, los perros aullaron de miedo, lo que era raro, porque eran animales bravos. La cosa es que tocaron a la puerta y cuando el papá de esta señora abrió, vieron a un "rubio muy alto, que hablaba como gringo", que les pedía agua en una botella de plástico. Y he aquí uno de los detalles más interesantes de su historia, según ella, ahí fue la primera vez que vio uno de esos buzos deportivos que "usan los niños como ustedes" (o sea nosotros). La acosa es que el "gringo" se fue, a pesar de que el papá de la tía le insistió con que pasara la noche con ellos. Al día siguiente lo hermanos de esta tía fueron a ver el lugar donde había caído la estrella y solo encontraron un círculo de tierra quemada, una circunferencia perfecta. Es la única vez que he escuchado de alguien el relato de lo que pudo haber sido un Encuentro Cercano del Tercer Tipo, claro, ellos no se dieron cuenta y nunca vieron la relación entre la estrella caída y el gringo. No sé si fue miedo lo que esta historia me produjo o algo similar al desconcierto. Pero putah que la encuentro buena, sobre todo por el contexto, Sur de Chile en la década de los 30, cuando aún había inocencia. O algo por el estilo. juzguen ustedes mismo este es un relato que encontre navegando por mis paginas saludos portalianos.
oh buena, son bacanes las historias así, era como una especie de he-man con buzos deportivos? la wea cuantica, se agradece
no deja que ser curioso segun el relato si es sierto como la descripcion del "gringo" vendria siendo la raza de los Pleyadianos