La más buena de la ciudad. Episodio 2

Después de todo el morreo en el cine, salimos y algunas personas nos miraron raro, nosotros solo sonreíamos de complicidad por que sabíamos exactamente lo que había sucedido así que no le dimos importancia alguna, ese día paseamos e hicimos muchas cosas antes de regresar, parecíamos novios aún que no lo fuéramos, pues nunca nos declaramos formalmente y solo sabíamos que no s gustábamos. Yo seguía en mi papel de caballero, un chico atento que escuchaba todas sus platicas sobre problemas familiares, de la escuela y demás, aún que por dentro este deseando cogerla a lo grande.


Esmeralda regresa

Al otro día ella se iba pero durante todo el resto de la semana platicamos en Facebook o vía WhatsApp sobre cosas sin sentido pero obviamente yo tenia el fin de enamorarla para llegar a mi objetivo, por ejemplo:

Esmeralda: Pues todos mis ex-novios han sido unos idiotas, siempre trataban de llevarme a algún lugar solo con la intención de coger.

Yo: Pero lo bueno es que aprendiste a identificar si alguien tiene esas intenciones, supongo que hasta eres un detector humano jajaja.

Esmeralda: Si, he aprendido eso y hasta ahora contigo no he detectado nada, eres muy lindo.

Yo: No, no tengo esas intenciones, me he divertido contigo hasta ahora con lo que hemos hecho. ¿Quieres venir a jugar Batman a mi casa la próxima vez que vengas?.

Esmeralda: O__O Pero que dirán tus papás y me da miedo.

Yo: Por favor, no digas eso, ya somos adultos ¿qué podrán pensar?, no te voy a hacer nada, ya sabes que no soy así.

Esmeralda: Ummm está bien, solo por que amo ese juego.


Tenia más puntos a favor ahora, logre que aceptara venir a mi casa y para mi fortuna, ella tenia una semana libre y pretendía venir a la ciudad, por lo que trate de tener la casa sola para ese día, quería llegar aún mas lejos pero sin ser tan apresurado, debía preparar poco a poco el terreno sin levantar sospecha.

Esmeralda: ¿Qué crees?

Yo: ¿Qué? ¿Estas embarazada?

Esmeralda: ¡Noooo! menso, te tengo una sorpresa.

Yo: ¿Ah si? ¿Qué es?

Esmeralda: Te daré solo una pista, tengo ganas de verte

Yo: Ohh! ¿Y que más?

Esmeralda: Solo eso te diré.


Ya tenia idea de lo que seria pero quería hacerla de emoción, unos días más tarde me dijo que saliera de mi casa, ella estaba afuera y yo obviamente fingí emoción de verla corriendo a darle un abrazo y beso, así que nos dirigimos a un parque cercano para platicar de todo. Estando allí me dedique escucharla pero más que nada a seguir preparando terreno, por ejemplo morrearla un poco más fuerte, los besos fueron un poco más cachondos y ya podía tocarle un poco más arriba de sus muslos pero sin llegar aún a la parte intima, tan solo eso, desgraciadamente mucha gente podía vernos.


Los primeros logros

Al siguiente día acordamos vernos de nuevo por la noche, llegada la hora fui por ella y nos dirigimos a caminar, de verdad que esta chica sabia vestirse, llevaba puesto un jean rosa muy ajustado que podía apreciar sus redondas nalgas levantadas y macizas, una camisa de cuadros con algunos botones sin abrochar para presumir un discreto escote, sus labios rojos y cabello suelto con un rico aroma. Le propuse ir a mi casa y terminar la noche jugando o viendo películas como habíamos acordado, ella se negó al principio pero persuadiéndola un poco acepto, así que nos dirigimos hacia allá.

Cuando llegamos a mi casa nos dedicamos a jugar un rato, era algo tarde por lo que estábamos solos sin que nadie nos molestara, esto debió agregar confianza a ella ya que no rechazaba mis besos en su cuello y oreja, le daba escalofríos y no paraba de reír retorciéndose para no perder atención al juego y que yo dejara de hacerlo, cosa que no sucedería, al parecer no podía evitar agitarse, note como empezaba a respirar un poco más rápido y de pronto soltó el control para darme un beso increíble, de verdad que fue genial, yo hice lo mío, la quite de donde estaba para pasarnos a la cama y seguir con nuestro frenesí, seguimos con nuestros besos y morreo pero esta vez estaba perdida, tan solo daba seguimiento a esto, por mi parte estaba consiente y quería llegar a mas, puse mi mano en su abdomen y subí lentamente esperando algún rechazo el cual no recibí por lo que me arme de valor y tome un pecho por encima de la camisa con la mano y con la otra su rostro para no parar los besos, sus pechos aún que no son grandes, son perfectos.

No la desnude ahí mismo por que debía seguir el plan aún que ganas me sobraban, empecé a escuchar pequeños gemidos –Ummmmfff-, sabia que lo disfrutaba y seguí con el trabajo pero ahora en sus muslos, no me atrevi a más pero con sus pechos si que los estrujaba, la gire de manera que me diera la espalda para besar su cuello y seguir mi trabajo con sus pechos pero esta vez pegando mi paquete a su maravilloso culo para que notara mi poderosa erección que pedía a gritos alivio, seguían los gemidos:


Esmeralda: Ummmfff, aahhh!

Yo: Como me gustas!

Esmeralda: Y tu a miiiiii!!! Aahh! ¡David!

Yo: Ah! Eres hermosa Esmeralda.

Esmeralda: ¿Qué me pasa? Contigo me pongo tan… así!

Yo: ¿Cómo así?

Esmperalda: Tan descontroladaaaa!! Umfffff, tan excitada.


Descansamos un poco para tomar aire, se sentía calor en el cuarto y era bastante tarde ya, el tiempo voló y a mi me parecieron minutos, de verdad no quería que terminara. Ella se arreglo un poco y no me quería voltear a ver, pero la abrace.

Esmeralda: Perdón por lo ocurrido, no quiero que pienses mal de mí.

Yo: No te preocupes, ahora mismo no tengo malos pensamientos de ti.

Esmeralda: Es que debes pensar que soy una chica fácil o que en las primeras citas hago cosas así, pero no.

Yo: Ya lo se y no es así, descuida, me gusto mucho.

Esmeralda: Es que me gustas mucho, de verdad y me gusto lo que paso hoy, así que me deje llevar un poco.

Yo: No pasa, nada ahora mismo todos duermen y aquí tenemos mucha privacidad, nadie piensa nada malo de ti.


Terminando la conversación la fui a dejar a su casa, se despidió con un beso muy largo y más cachondo de lo usual.