Historia con una Viuda

espero les guste.

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Estaba en mi último semestre de leyes, estudiando para el examen de grado, así que llegue temprano a casa. Estaba mi madre tomando té acompañada de una de sus amigas de nombre Ester, que había enviudado hace poco de un hombre mucho mayor. Mi madre es hermosa, pero su amiga es divina, una morena sensacional, de un poco más de 40 años, se veía hermosa con su vestido negro ajustado y sus medias de seda negras, seguramente toda su ropa interior era igual para no desentonar.

La visita no era solamente social, venía a pedirme mi ayuda, los parientes de siempre le querían quitar la fortuna del marido pretextando que ellos trabajando los molinos, haciendas, aserraderos, etc., ellos eran los dueños y el difunto sólo era un socio menor así que tenía que conformarse con el dinero que ellos le pasarían. El asunto era que el abogado familiar y amigo se había muerto meses antes que su marido, eran de edades similares los viejitos. Durante la explicación, la viuda me tomó la mano, pidiendo mi soporte con voz afligida pero inclinándose hacia mí para que pudiera ver sus magníficos pechos envueltos en gasa negra y transparente. Me daba a entender que ella sería el premio si ganaba el caso, pagaría con carne por los servicios prestados. Lo cual era de mi total agrado, con tal de llevar a la cama a esa bella hembra.

Quedamos que yo averiguaría más datos comerciales, legales y nos juntaríamos en su casa para revisar la caja fuerte de su marido. Así que me retiré a estudiar.
Al día siguiente averigüe en tribunales que no había causa alguna por el tema y con unas amistades supe que hablábamos de mucho dinero.

Llegue puntualmente a las 5 pm. Ahí estaba ella, con un vestido sobrio y las medias que me volvían loco, aprovecho para presentarme a sus hijas mientras me invitaban a tomar el té, eran tres hermosas mujercitas como su madre, las edades eran 20, 17 ,14. Educadas como señoritas de clase alta. La de 20 años, en edad de merecer obviamente virgen por su actitud y candidez, se veía que la madre no dejaría pasar ningún galán sin su aprobación. Ahora entendí el interés de mi madre, con una posible gran fortuna, joven, hermosa, virgen, era la esposa ideal para mí.

Seguramente, ya todo estaba decidido. Sólo tenía que ganarme el dinero, si lo hacía, todo seria mío. La viudita era un aperitivo antes de sentar cabeza.
Después del té y de mucho conversar, pasamos al segundo piso, donde estaban las habitaciones, las niñas se fueron a sus piezas. Con Ester pasamos al dormitorio matrimonial, al lado estaba el escritorio de papa, sólo se accedía desde el dormitorio y contaba con una caja fuerte.

Ester la abrió y me pasó todos los documentos que había en ella, su marido le había pasado la combinación sólo a ella antes de morir. Ella se fue para ponerse ropa más cómoda, dejándome con los papeles. Me costó un poco entre tanto papeles pero finalmente di con el testamento. Toda la fortuna era para las niñitas, sin duda el viejo las quería, estaba todo, todas las propiedades y títulos, muchas más que las mencionadas. Y conociendo los tribunales como los conozco era pan comido, lo que hablan son los papeles, ningún juez le quitaría a una bella viuda y a sus lindas hijas lo que mostraban esos papeles. Estaba en eso, cuando volvió Ester, venía envuelta en una bella bata de seda negra, abusaba del negro estando viuda, lo que realzaba su tez blanca. Cuando le conté la buena noticia, salto sobre mí, me abrazó juntando sus pechos mientras me daba un beso. Por supuesto, tuve una erección instantánea, no importaba ella se abrazó mientras depositaba su cabeza en mi pecho mientras lloraba y me daba las gracias. Yo le acariciaba su bello cabello, y la espalda, Nos besamos nuevamente y ella abrió su bata. Tenía puesto un corsé con medias de seda negra, una visión gloriosa. Caí de rodillas y me puse a lamer su calzón de seda sobre sus labias, finalmente lo aparte con las manos y seguí lamiendo su sexo depilado. Finalmente no aguanto más y me hizo pararme, ahora le tocaba a ella, se puso de rodillas y con cuidado me bajo los pantalones y saco mi miembro de su prisión, como siempre salió gallardo, todos sabemos que al final es un gusano desinflado, las mujeres siempre ganan. Pero ahora, esta erecto, duro, joven y libre para ser adorado. Ester chupaba como una diosa, una diosa sin sexo durante un tiempo al parece por sus ansias. Pero sabia la técnica, me chupo y lamió con su lengua por detrás y por delante, me chupo las bolitas, se lo trago entero saliendo y entrando varias veces hasta el glande, tomaba el glande y me lo chupaba, sorbiendo los jugos pre-seminales, me tenía loco. Finalmente con unas de sus manos busco mi ano, me lo acaricio y me metió un dedo, tuve de inmediato una eyaculación en su boca, ella estaba esperando eso. Se trago todo el semen, era una experta. Me dijo que me pasara al baño contiguo y que me podía ir. Mañana nos reuniríamos de nuevo. Me lleve algunos antecedentes y guardamos todo en la caja fuerte. Nos besamos apasionadamente antes de despedirnos, pero ella cerró la bata. Tendría que ganarme cada centímetro de su piel pero no importaba, el adelanto ya era muy bueno.

Como no era abogado fui al otro día a la oficina de los abogados de mi familia, en donde yo ya realizaba la práctica y seguramente trabajaría en el futuro. Con mi mentor vimos el caso y determinamos cuando lo íbamos a presentar, mientras tanto de inmediato redactamos y presentamos en tribunales un escrito de no-innovar respecto de todas las propiedades del marido de Ester, con eso cerrábamos la puerta a cualquier intento de los familiares, los tontos no habían presentado nada en tribunales, estaban perdidos.

Luego, me presente más tarde en casa de Ester, a las 7 pm. No importo, nuevamente me invitaron a tomar té, durante el cual preste mi atención a Juanita la hija mayor, Ester me miró con aprobación, era obviamente lo que habían convenido con mi madre. Nuevamente después de una larga charla, las niñitas se fueron a acostar y yo con Ester pasamos a la oficina de papa. Ester me dejo sólo después de abrir la caja fuerte, le pedí que no me molestará en un buen rato, traía instrucciones muy claras para presentar el caso. Los papeles eran fundamentales, tenía que hacer un registro antes de sacar copia, legalizarlas y presentar las copias en tribunales.

Estaba muy concentrado cuando se presento Ester, no espero mucho, con la misma bata del día anterior, se sentó en una silla en un rincón y entreabrió la bata y sus piernas. Tenía puesto otro corsé, negro con rojo y pantis negras sin parte de frente y atrás. Ahora venía por sexo en su interior. No pude seguir trabajando, me puse de rodillas ante ella y comencé a lamer su sexo como el día anterior, pero esta vez aparte sus labias con mis manos buscando sus labios menores y su clítoris. Ella le gustaba el sexo oral, pero ahora me pidió más, más, lo que significaba que quería mi sexo dentro de ella. Como la silla era incomoda la di vuelta apuntando su trasero hacia mí mientras ella se apoyaba hacia abajo en la silla. Me desnude completamente, ella estaba en corsé y pantis. Puse mi miembro en la entrada de su vulva y ella gimió, seguramente hacía tiempo que no tenía un ejemplar duro en esa posición. Como estaba mojada de sus jugos y los míos, con un poco de esfuerzo estaba dentro de ella, sólo la puntita. La saque y la puse varias veces, de a poco fui ingresando más, entrando y saliendo completamente. Es mi técnica y las vuelve locas. Ester no era la excepción, me pedía más y más mientras movía sus nalgas, yo la tenía de las caderas, era mía y yo dirigía el juego, seguí con lo mismo hasta que ella no aguantó más, tuvo un orgasmo y otro, yo me salí de su cueva mojada, tenía el miembro untado en sus jugos, ella cayó de rodillas. Se dio vuelta y se encontró con mi miembro erecto. Se puso a chuparlo y a masturbarme con la mano buscando mi semen pero la aparte. La mande al baño a limpiarse y secarse. Mientras tanto yo secaba mi miembro con un pañuelo. Cuando volvió venía con la bata cerrada, mal síntoma. Se me acerco, me besó y me dijo que se iba a acostar que terminará y me fuera. Sabía que me dejaba con el semen adentro a punto de eyacular pero ella ya había gozado y ahora me quería castigar por no dejarla continuar. A otra mujer la pongo de rodillas y se lo meto por el ano por la insolencia, pero en este caso puedo esperar, a Ester ya la tendría de rodillas mientras me ofrecía su trasero.

Vuelvo varias veces nuevamente, pero me quedo solo con Juanita. Empiezo a cortejarla de a poco, un día le tomo la mano, se la beso y luego la beso, no sé porque pero tengo una erección, debe ser por el recuerdo de la madre, ella se da cuenta y pone su mano encima del pantalón y me comienza a acariciar el miembro por encima, parece que no era tan virginal como yo suponía, al final no aguanta y mete su mano, me desabrocho el pantalón para que pueda actuar con más tranquilidad, tiene su mano en miembro caliente, empieza a acariciarlo lentamente, me acaricia hasta las bolitas y vuelve, luego lo saca y me lo comienza a chupar, pero no la dejo terminar, sino voy a quedar con olor a semen y su madre se dará cuenta. Le propongo que tengamos una tarde de amor. Ella acepta y se despide. Ahora me dirijo al escritorio de papa. Como siempre mi ama me espera recostada en uno de los sillones con una de sus tenidas de corset negro. No pierde el tiempo y abre las piernas, quiere que la lleve al orgasmo con mi lengua, le subo las piernas y le hago un beso negro, la pone loca y me pide que la penetre, la mantengo en la misma posición y se lo meto en la vagina. Lo saco y comienzo a rozar su ano, me dice que espere, de abajo del sofá saca un rasco de vaselina, me pasa el frasco y recuesta en el sofá mostrándome su trasero. Me pongo un preservativo y le unto el ano con suficiente vaselina, le meto el dedo y le lubrico el hoyito. Finalmente pongo mi miembro en la entrada y comienzo a pujar, está totalmente abierto para mí, así que con un poco de empuje entro y se lo meto todo sin miramiento, ahora es mi venganza. La hago gozar hasta que exploto dentro de ella mientras cabalgo sus nalgas. Queda brillosa por el sudor. Pero quiere gozar más se mete en la cama y yo me voy al baño. Al regresar esta vestida con un babydoll rojo con medias rojas. Estoy me pone a 100 y se me pone erecto de inmediato, me pongo de pie al costado de la cama y ella me comienza a chupar mi miembro como la maestra que es. La tengo que apartar. Se pone de espalda con sus piernas recogidas al pecho, me acerco y las pongo en mis hombros. Coloco mi pene en su entrada y se lo meto suave para gozarla nuevamente, ella me pide que sea profundo y fuerte más que rápido, así lo hago. Como se cansa un poco le bajo una pierna, pero al rato se la subo nuevamente, ella se recuesta con sus piernas completamente hacia atrás y me pongo sobre ella. Finalmente, eyaculo mientras me rodea con sus piernas y aprieta fuertemente mientras se separa de la cama. Ha sido una gran cogida, quedando ambos empapados en nuestros jugos. Me muerde el hombro antes de separarse, sé que es una medalla.

El resto es historia, ganamos el juicio, me case con Juanita y tuve que seguir atendiendo a mi suegra, la cual incremento su colección de corset, babydoll y medias para mi gusto

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