No te avergüences de ser como eres, tú eres única y especial. No pienses demasiado en las cosas que no te gustan de ti, ni en lo que te sale mal, ni en lo que dicen de ti Mejor piensa en lo positivo, en lo que sí se te da bien, en lo que te hace sonreír y en lo que te da fuerza para vivir. Nunca te dejes llevar por las personas que realizan malos comentarios acerca de ti. Cada mujer tiene su esencia y chispa que la caracteriza. Todas somos distintas, y sería una pérdida de tiempo si nos detenemos en pensar en todo cuanto la gente opina sobre nosotras. Tampoco te infravalores tú misma: no pongas obstáculos a tus oportunidades en las que puedas demostrarle al mundo lo valiosa que eres, dar a conocer tu esencia. Sería una pena si por una simple crítica, te hundieras de repente. Sonríe, sigue tu camino hacia adelante, ignora a aquellas personas que te hagan sentir mal, no mires atrás. Piensa que siempre hay alguien que te quiere y te admira por como eres; porque la verdadera admiración y el verdadero aprecio está en la belleza interior. Si no te aprecias a ti misma, serás incapaz de apreciar a las demás personas: acéptate tal como eres, con tus virtudes y defectos. Si has tenido alguna mala experiencia, piensa que es una lección que la vida te ha enseñado para hacerte más fuerte, crecer interiormente y sobrellevar mejor determinadas decepciones de la vida. No dirijas la mirada hacia el lado negativo de las cosas: piensa que eres única, especial, y que tienes unas cualidades que sólo te pertenecen a ti. Piensa también en las cosas buenas que te rodean. Escribe en un papel frases positivas sobre ti; en otro, escribe frases negativas. Si se te viene un pensamiento negativo a la cabeza, piensa en una de las frases positivas escritas en la lista. Al principio puede resultar complicado; pero, en cuanto le hayas cogido práctica, será un ejercicio más sencillo. Poco a poco irás descubriendo que hay muchas cosas buenas en la vida.
