Para mi fiel y eterno compañero,gracias ... Discurso fúnebre (Silvio Rodriguez, 1971) Ayer mataron a un lobo, en la puerta de mi casa con la cabeza vencida sobre la acera soñaba espiaba la bodega donde peleaba y dormía con la pupila vidriosa miraba pasar el día y los niños de su mundo hablaban en voz muy baja de su mirada. Para el resto de la tierra allí había un perro muerto un perro que en unas horas estaría descompuesto había que limpiar la acera de aquella mancha oscura para el resto de la tierra un perro muerto es basura Pero los niños jugaban y volvían a su lado siempre callados. Lobo, yo si te recuerdo, echado al camino con el sol curándote el lomo deshecho y andar a la noche batallando con tus enemigos lobo, yo si te recuerdo, yo también sabía dónde, cómo y cuando dormías tu sueño para esos asuntos no he crecido mucho todavía. Cómo no iba a recordarte si estás ahi desde mi niñez, en un paisaje diferente pero igual si a todos nos pasó una vez. Cómo no iba a recordarte si tu misterio es más feliz que muchas cosas que tenemos que contar a costa de una cicatriz. Como la de un hierro caliente que deja la memoria ardiente sin la nobleza de tu muerte y sin un verso con más suerte que no sea la de maldecir.