Entre Irán y Venezuela Ambos países viven en una dictadura: una teocrática policíaca y otra cuasi comunista Francisco Martín Moreno 5 ENE 2018 - 01:11 CET ¿Qué escogería el amable lector que pase la mirada distraída a lo largo de estas breves líneas: una dictadura teocrática policíaca o una dictadura cuasi comunista, ambas de corte militar? En Irán está prohibido el alcohol. No es posible encontrar ninguna bebida embriagante en hoteles o en restaurantes. No existen los bares. Los militares iraníes operan el monopolio del contrabando de narcóticos y del alcohol. La alta jerarquía castrense no solo no atenta en contra del régimen musulmán, sino que lo defiende con las armas en la mano para seguir disfrutando cantidades multimillonarias de dinero negro obtenido de los diez millones de alcohólicos y cuatro millones de drogadictos, muy a pesar de las prohibiciones religiosas. En realidad, se trata de un esquema político “estabilizador” parecido al de Nicolás Maduro, quien compra la “lealtad” del ejército al obsequiarle el mercado de divisas, el del narcotráfico y el de las exportaciones o importaciones para evitar un golpe de Estado. Ambas tiranías son sostenidas por las fuerzas armadas a cambio de su escandaloso enriquecimiento. En la dictadura venezolana existen las bebidas embriagantes para quien pueda comprarlas, sin perder de vista que la inflación alcanzó en 2017 un patético 1.600%; existe un rígido control de cambios; los anaqueles para exhibir alimentos y medicinas están vacíos hasta de artículos de primera necesidad; en los hospitales es difícil encontrar aspirinas. El país está quebrado, solo los políticos y los militares están llenos de dólares depositados en el extranjero, en donde se encuentran, según indicios, los “ahorros” panameños multibillonarios del “presidente” Maduro, salvo que alguien todavía crea que cuando sea derrocado volverá a tripular el camión con el que se ganaba la vida antes de llegar al poder. https://elpais.com/internacional/2018/01/05/america/1515110832_341669.html
Irán y Venezuela establecieron relaciones diplomáticas en 1960. Irán estaba gobernado por el Shá Mohammed Reza Pahlevi y era una monarquía y Venezuela vivía un milagro económico.