Un hombre mayor que vivía en españa, fue a la iglesia local a confesarse. Cuando el cura abrió el tablero del confesionario, el hombre le dijo: -Padre... Durante la segunda guerra mundial, una mujer buenamosa golpeó mi puerta y me pidio que la escondienda de las tropas enemigas, asi que la escondí en mi ático. -Eso es maravilloso hijo! -constestó el cura- no hay necesidad de confesarlo... - No es eso Padre, es que... ella para agradecermelo me lo pagaba con "favores sexuales" - Uff! bueno hijo... estando en gran peligro bajo esas circunstancias, dos personas pueden ser muy tentadas a actuar así. Pero si lo sientes de verdad estas perdonado.. - Gracias Padre, esa es una gran carga que le quita a mi alma, pero aún tengo una duda.. - Cual es hijo? - USTED CREE QUE DEBERÍA DECIRLE QUE LA GUERRA HA TERMINADO? Gracias gracias, no se molesten