2 coitos x semana ¿Estas por sobre o por debajo de la Ley de Fisher?

​

"El deseo sexual disminuye con la edad y con la duración de una relación, para luego estabilizarse en una frecuencia promedio de dos coitos por semana y se puede mantener dicha periodicidad por décadas."


La explicación a este fenómeno la encontramos en la denominada “Ley de Fisher”.

La ley postula que existe una relación directamente proporcional entre la frecuencia del coito y el deseo. Esto porque en el cerebro, el DESEO SEXUAL activa las mismas áreas que el consumo de DROGAS: a nivel fisiológico el grado de deseo sexual va a depender de su 'consumo'.

Si una persona mantiene dos coitos semanales y disminuye su frecuencia a uno o a cero, sentirá inicialmente un gran apetito sexual. Que si no lo satisface, a la larga su organismo se ajustará a esa menor frecuencia. Y mas aún, si no practicamos ninguna actividad sexual por un largo tiempo, el deseo sexual simplemente desaparece.

A la inversa: si una persona mantiene dos coitos por semana y aumenta a cinco, inicialmente sentirá una saciedad sexual. Sin embargo, si continua con esa cantidad, el cuerpo no solo se adaptará sino que le pedirá mas.

​

Según un estudio de la UNED, una sexualidad saludable no debiera alejarse en extremo del promedio de la Ley de Fisher, ya que implicaría que el sujeto presenta algún tipo de desorden en el sistema de recompensa mesolímbico del cerebro (El mismo desorden que presentan personas con ciertas psicopatías o adicciones).


¿Pero qué es alejarse en extremo del promedio?
Un estudio en Alemania, en una población de hombres adultos con cerebros "saludables", reveló que la frecuencia del coito variaba desde una vez cada dos semanas, hasta 11 veces por semana (incluyendo los rapiditos )

​

NOTA 1: Recordemos que una estadistica o un promedio, es precisamente eso: una estadistica o un promedio. Millones de personas en el mundo tienen una frecuencia más alta o mas baja. Personas que consideran que tienen un problema con su deseo sexual, realmente no lo tienen. El verdadero problema son las altas expectativas y el ser poco realistas.

NOTA 2: La Ley de Fisher no aplica en adolescentes (ni a quienes actúan como tales ) ni en los primeros tiempos de una relación de pareja.

​

Fuentes:
Tom Smith/ American Sexual Behavior/ 2006
Esther Perel/ Mating in Captivity/ 2007
misaludsexual.cl