Seis años y medio de trabajo uniendo 956.000 cerillas con 1.686 tubos de pegamento. El resultado: una réplica a escala natural del Mercedes-Mclaren MP 4/14 de Fórmula 1 con en que Mika Häkkinen se proclamó campeón del mundo en 1999. El resultado está lleno de detalles sorprendentes: volante extraíble con levas de cambio hechas con pinzas de la ropa, espejos retrovisores ajustables, copia exacta de las suspensiones, alerón trasero desmontable. Solo las ruedas necesitaron 200.000 cerillas, y una paciencia infinita. No batirá ninguna marca en la Nordschleife, pero soporta sin problemas el peso de su creador. Y en caso necesario se puede desmontar en 45 piezas. Sin contar las horas invertidas, el monoplaza ecológico ha costado alrededor de 6.000 uros.