Una propuesta extraña.....

Lo que van a leer a continuación es fiel al cien por cien y me atrevo a escribirlo ahora ya que ha pasado tanto tiempo de aquello que ya puedo descargarme... Les aviso de antemano que lo que a algunos puede parecer una forma de adornar el relato en realidad es el intento de traspasarles lo que yo sentía al vivirlo.

-------------------

Hace tiempo en una conversación con un amigo y al amparo de algunas cervezas, salio el tema del fetichismo, el BDSM y el voyerismo. Después de asegurarse de que mi opinión no era adversa, mi amigo terminó por confesarme que hace algunos años venia practicándolos como parte de su repertorio sexual, y que a el y su pareja le encantaba. Yo por supuesto lo llene de preguntas (la mayoría inocentes, debo confesarlo) y cual fue mi sorpresa cuando me cuenta que hace tiempo con su pareja tenían la fantasía que un tercero los viera haciendo el amor y me propone que fuera a su casa un día X y así podría salir de todas mis dudas. Eso si me advierte que solo voy a ir de voyeur (o sea, se mira... pero no se toca).
Yo, movido por la curiosidad que parece ser el rasgo predominante de mi personalidad (y mucho morbo tengo que confesarlo), acepte casi sin pensar esa invitación tan extraña.
Al llegar el día de la cita llegue al departamento de mi amigo a la hora señalada. Mi amigo me sale a recibir enfundado en un terno negro y me hace pasar. Al entrar me di cuenta que se habían esmerado bastante (no se si para mi o para ellos) ya que los muebles estaban arrinconados a un lado y tapados con una sabana café claro. Como el departamento estaba en penumbras y alumbrado solo con algunas velas la atención solo se dirigía a dos sillas que estaban en el centro del espacio vacío dejado por los muebles.
Mi amigo me sirve un trago y me invita a tomar asiento en una de esas sillas y el se sienta a mi lado después de encender el equipo de música. Al sentarme me di cuenta que a menos que girara la cabeza la orientación de las sillas me impedía ver el pasillo que desembocaba en el cuarto principal, por lo que solo veía al frente las cortinas del ventanal que da al balcón y que en ese momento estaban cerradas. Una melodía que no había escuchado nunca empezó a sonar, algo en ella teñía el ambiente de un erotismo difícil de describir... iba a comentar esto a mi amigo cuando siento un roce suave en mi nuca haciendo que un escalofrío recorriera mi espalda. Un suave perfume inundó en ese momento mis fosas nasales y no se por que pero no me atreví a girar mi cabeza.
Sin prisa y al ritmo de aquella embriagadora música sale desde detrás mío una figura femenina envuelta en un negligé negro transparente. Un pelo rubio caía como cascadas de oro sobre unos hombros delicados y bancos. Mi vista se centro sobre unos pechos que se adivinaban perfectos bajo la delgada tela que los cubría y que no lograban esconder la impertinente presencia de esos pezones que para mi sorpresa estaban erectos.
Para intentar escapar del creciente calor que me empezaba a invadir, mi vista subió a su rostro.... grabe error... unos labios rojos y voluptuosos, una nariz respingada de niña del barrio alto y unos ojos verdes de pestañas largas que miraban con una mezcla de excitación, inocencia y... vergüenza... si.. su rostro estaba rojo y esto me decía que era la primera vez que hacia algo así... y le estaba gustando...

La mirada penetrante del dueño de casa logro romper el hechizo, su sonrisa era divertida pero se abstuvo de hacer comentarios. En vez de eso batió las palmas una vez y la chica se acerco a el y empezó a desnudarlo lentamente... de una forma sensual suave... mientras mi amigo respondía con caricias. La chica me miraba de reojo y al parecer ella tampoco sabia bien las intenciones inmediatas de mi anfitrión por que sus movimientos empezaron a demostrar un creciente nerviosismo. Cuando a mi amigo solo quedaba una sunga negra de algodón, la vergüenza de la chica era palpable y sus ojos suplicaban que la permitiera detenerse. El rostro de mi anfitrión parecía ser de piedra y con gesto indico que quitara aquella ultima prenda. El sentido de aquello era evidente y en un movimiento nervioso la pobre chica paso a llevar el vaso que mi amigo tenia en la mano cuyo contenido se derramó salpicándolo.

Para mi sorpresa me di cuenta que el pecho de mi amigo estaba completamente depilado, por lo que las gotas de aquel liquido quedaron por un momento adornando el pecho bronceado y musculoso.
Su rostro seguía inmutable y con una voz neutra carente de toda emoción dijo - saca la lengua - mientras tomaba a la chica por el cabello y lentamente posaba la punta de la lengua de ella en cada una de las gotas y después en su vientre. El espectáculo era increíble, y la chica se tensaba cada vez que el la obligaba a acercarse a la sunga por el temor evidente que la situación se tornara mas explicita.
Cuando se dio por satisfecho me miro y al ver mi turbación me dice - Su falta de tino merece un castigo... - e indicándome mis zapatos salpicados - como arruino tu calzado ¿por que no la castigas tu? -
Una rara sensación se apodero de mis piernas, y realmente no sabia que contestar. Mi amigo interpreto mi silencio como un si, así que sin soltar los cabellos de la chica se situó de pie frente a mi obligando a la chica a quedar entre los dos dándome la espalda. Vi que ella iba a decir algo pero la mirada helada de mi amigo hizo que cualquier protesta muriera en su garganta.
Así que ante la mirada atónita de la chica, mi amigo libero al prisionero de su cárcel de tela mientras la obligaba a doblarse y a abrir sus labios rojos.
La vista que se me ofreció fue sublime, como estaba sentado mi rostro quedo tan cerca que podía sentir el olor a hembra que escapaba de su sexo. Aun ahora recuerdo lo firme y suave que me pareció su piel y la forma en que se tensaron sus músculos cuando mi amigo dijo dirigiéndose a mi - hazlo con la mano extendida, el golpe es seco y no saques la mano hasta el próximo golpe.... UNO - esta ultima palabra pareció quedar vibrando en el aire.
Por un momento dude en hacerlo pero mi vista se poso en una mancha húmeda que empezaba a aparecer entre las piernas de la pareja de mi amigo. Así que extendí mi mano y la descargue sanamente en la nalga derecha.
- Mas fuerte... DOS... - dijo mi amigo mirándome con ojos llenos de lujuria.
- Así... eso... TRES.. - cada golpe de mi mano dejaba una marca roja en la piel pálida e iba acompañado de un gritito ahogado por una pequeña envestida de mi amigo en la boca de la chica.
La situación era indescriptible y la excitación que se estaba apoderando de mi me hizo en un momento perder el ritmo. Cual seria mi sorpresa cuando advierto el movimiento de esas caderas de fantasía en busca violento contacto de mi mano.
- Así que te gusta... ah... desgraciada... - dijo mi amigo y de repente contrajo el rostro ante la oleada de placer que lo inundo al punto de que casi pierde el equilibrio.
Yo pensé que ya con esto habíamos terminado y me preparaba buscando mis cosas para retirarme y dejarlos solo cuando la voz de mi amigo rompe el silencio

- Ve al baño, límpiate y prepara la habitación para que continuemos - dice a la chica con voz glacial.

Mientras esperábamos que estuviera todo listo me serví mi copete de manera nerviosa...
La cara de mi amigo relejaba que por su mente estaban pasando ideas no muy santas y algo en su cara me hacia sentir lastima por la chica... No sabia que me tenían preparado en esa habitación, pero algo en el rostro de este, me decía que no solo seria yo el sorprendido.

Tras un rato de charla intrascendente la chica apareció en el pasillo... casi se me cae la cara de la impresión cuando la veo parecer con un corsé blanco, una tanga diminuta, portaligas, medias blancas caladas y el pelo tomado en una trenza dorada que le daba un aspecto inocente. Todo mi esfuerzo para volver a estar relajado se fue al “carajo”, y la verdad es que mis inhibiciones también....

Casi como un zombi, seguí a mi amigo y su chica hasta la habitación principal, no se seria por lo que acabábamos de hacer hace un rato pero esa mujer me provocaba un extraño embrujo y no podía dejar de mirar y recrearme con cada uno de sus movimientos. Esto, aunque concientemente sabia que mi actuar no estaba pasando desapercibido para mi anfitrión.

Al llegar al cuarto, vi que una silla cómoda había sido colocada frente a la cama donde yo sabia que en otro momento iría el mueble del televisor. Así que sin que nadie me dijera nada me senté en mi puesto con la firme convicción de no perder detalle del espectáculo que en mi honor se iba a representar.

La chica subió a la cama y alternando la vista entre mi rostro y el de mi amigo empezó ella misma a amarrarse a las esquinas de esta, con unas tiras de cuero. Sus pies descalzos contrastaban espléndidamente con el negro de las correas y la forma en que lo estaba haciendo producía una extraña sensación en mi pecho y mi bajo vientre.
Después de lo que me pareció una eternidad solo quedaba un brazo libre a la chica por lo que mi amigo se apresuro a terminar de atarla y de paso retiro el corsé dejando libre unos pechos aun mas blancos y hermosos de lo que me imaginaba.

- Tengo una sorpresa mi amor - dijo con sarcasmo y sacó desde su bolsillo un rollo de cinta de embalaje gris metálico. La expresión de sorpresa en esos hermosos ojos era evidente. Mi amigo tomo un poco de algodón del velador y lo puso sobre los ojos de ella, después cubrió sus ojos con la cinta de embalaje cuidando que no quedara una rendija donde pudiera ver.
Ella empezó a protestar, pero el en voz baja cerca de su oído dijo algo que no entendí y ella se quedo expectante, después tomo otro poco de cinta y antes de que me diera cuenta ya le había cerrado la boca. La chica parecía tan sorprendida como yo así que empezó a forcejear.
- Tranquila cielo confía en mi... - si voz dejo de ser fría y paso solo por un momento a demostrar reproche - si deseas te suelto y dejamos todo hasta acá - esas palabras parecieron tener un efecto extraño en la chica por que dejo de luchar y pareció relajarse al mismo tiempo que decía no con la cabeza.
En ese momento apenas repare en ese detalle por que mi amigo había tomado una pluma y lentamente empezó a recorrer el rostro, el cuello, los hombros de la chica....
Al contacto con la pluma la piel de la chica parecía erizarse y cuando llego a la planta de los pies ella emitió un quejido...
- Así que es eso lo que te gusta - dijo otra vez con voz neutra - pues seguiré si lo deseas - la cabeza de la chica se movió indicando un NO, pero mi anfitrión ni siquiera presto atención sino que siguió con su juego
El cuerpo de la chica empezó a curvarse como tratando de escapar al contacto suave de la pluma, y empezó a emitir un sonido entrecortado que aun después de tanto tiempo me produce una cierta sensación extraña en mi espalda.
Parecía que el tiempo se hubiese detenido para mi y mi corazón latía con tal fuerza que creí en un momento que escaparía de mi pecho. Nunca había visto una cosa igual y no podía dejar de mirar ese cuerpo joven y hermoso que se rebelaba de forma tan sublime a tan sutil tortura. Mi amigo al parecer conocía muy bien los limites de la chica por que abruptamente dejo las cosquillas con lo cual el cuerpo de ella quedo como muerto en la cama.

De un cajón tomo unas tijeras y comenzó a recorrer las piernas de la cautiva, y cuando llego a la diminuta tanga la corto sin miramientos. - Mira - me dijo - no es hermosa - mientras pasaba sus dedos por el sexo de la chica y los retiraba rezumantes de excitación.
El movimiento de mi amigo me permitió verla a ella en toda su plenitud
- realmente es sublime... - dije casi sin voz

En ese momento reparo verdaderamente en mi y la misma mirada que tenia mientras la chica preparaba la habitación volvió a los ojos de mi anfitrión. Sin decir una sola palabra y con gesto de cabeza me indicó que me acercara. Tomo mi mano que temblaba y haciéndome extender mi dedo índice comenzó a recorrer de nuevo el cuerpo desnudo de la chica. Ella al sentir el contacto arqueo la espalda produciendo que mi corazón casi dejara de latir. Suavemente bajamos por el camino del vientre hasta sus muslos y mi mano termino en su sexo. Ella, pese a que estaba atada al sentir el contacto abrió aún más sus piernas y empezó a acompañar el vaivén que imponía a mi mano mi anfitrión.
Cuando me acostumbré al ritmo, mi amigo sutilmente soltó mi mano y se retiro al sillón dejándome sorprendido. Pese a que mantuve el ritmo impuesto, algo debe haber alertado a la chica por que esta se quedo quieta, como paralizada. Pero no me iba a rendir fácilmente así que con mucho cuidado comencé a frotar aquel punto sensible y carnoso que todos conocen pero pocos tienen la sabiduría de atender. Y con la otra mano comencé a recorrer su vientre sus muslos y sus pechos.

Parece que la diosa Venus se apiadó de mi por que lentamente el cuerpo de la chica comenzó a responder a mis caricias. En ese momento mire a mi amigo, parecía en trance y en su rostro había sorpresa.

Lentamente la respiración de la chica empezó a hacerse mas notoria y mire a mi amigo. Su cara demostraba un conflicto interno y sus manos iban y venían desde y hacia su bolsillo. Retire mis manos del cuerpo de la chica y me estire hacia mi amigo que comenzaba a levantarse de su lugar. Con un leve empujón detuve este movimiento mientras buscaba en el bolsillo de mi anfitrión aquello que no se atrevía a sacar.
Para mi sorpresa apareció en mis manos un sobrecito cuadrado y conocido. Con una sonrisa mire a mi amigo buscando su complicidad. Pero su rostro estaba desencajado y pálido, así que antes que tuviera tiempo de pensar abrí el sobre y saque su contenido. Con mucho cuidado extendí esta funda protectora desde la punta de mi “arma” hasta cubrirla por completo.

Lentamente volví a centrar mi atención en la chica y empecé a tocarla de nuevo, casi sin tardanza volvió a estar a punto, por lo que con la punta de mi lengua empecé a recorrer el camino desde su vientre hasta su cuello. Por supuesto sin dejar de tocarla con alguna de mis manos para asegurarme que no se diera cuenta de mis intenciones. Esto me llevo a estar sobre ella y antes que reaccionara ya había reemplazado mis dedos con algo mas placentero para ambos.

Al principio intento luchar un poco, pero al igual que todos nosotros, pronto se rindió a la excitación, así que tímidamente empezó a contestar mis envestidas y restregar su cuerpo contra el mío.
El sabor salado de su piel se sentía en mi boca y su respiración entrecortada acompañaba el vaivén de nuestros cuerpos, al sentir que el cuerpo de ella se tensaba y un quejido de placer lograba escaparse de su mordaza, un placer sublime inundo cada célula de mi cuerpo... lentamente logre salir de mi casi inconciencia y la voz de la razón volvió a sonar en mi cabeza al compás de la culpa que como un coro de trompetas del juicio final atenazaba mi corazón.

Lentamente mire a mi amigo pero este parecía todavía en trance. Así que sin sacarme la salvadora protección guarde mi arma de batalla tal cual estaba.

Cuando me disponía a salir mi amigo para mi sorpresa me dice - Perdóname - mientras ponía su mano en mi hombro.
Sin entender, y casi a punto de salir una idea se coló en mi cerebro. Busque en la habitación y cual seria mi sorpresa cuando veo una camarita camuflada en una esquina... así que mientras mi anfitrión desataba a su pareja, pare la cámara y saque la cinta
- Mañana te la devuelvo - dije esperando a ver su reacción
- Déjatela, ya no la quiero - dijo para mi sorpresa.
Así que me puse mi chaqueta y salí de ese departamento de locos, esperando nunca mas toparme con alguno de esos dos... pero por otro lado con unas ganas tremendas de repetir la experiencia.

-----------

Espero que les guste.... como todos mis post, también se aceptan criticas constructivas para mejorar el servicio... jajaja.

 

No eres el primero que me lo dice, pero la verdad es que este es todo mio. No logro entrar al relato ese, ya que estoy en la pega en este momento y tienen bloqueada la pagina, pero es dificil que sea exacto al mio ya que este lo postié por primera vez en otro foro chileno hace muy poco.
En todo caso los relatos de esa pagina tienden a ser muy buenos (te recomiendo uno llamado "calipso" que es el mejor que he leido en internet, mas que por la tematica, por la forma en que esta escrito) por lo que no deja de alagarme tu comentario.