Se dice que los Superclásicos son partidos aparte. Esa frase, para muchos cliché, cada vez es más cierta. Esta tarde, en el Monumental, se comprobó. Porque el equipo que venía mejor parado y mostrando un fútbol sólido, como Universidad de Chile, fue un fantasma. Y Colo Colo, que venía a los tumbos, eliminado de la Libertadores y se quedaba sin entrenador después del partido (se va Tocalli y llega Cagna), lo pasó por arriba. Cristián Bogado fue la figura del partido: metió el pase gol a Miralles y fue un constante dolor de cabeza para la zaga universitaria. Y eso tómelo literalmente así. En lo único que falló el Cacique durante los primeros 45 minutos fue en el finiquito. Tuvo cinco, encajó una y así se fue al descanso. Al minuto, la primera aproximación fue de la U. El movedizo Eduardo Vargas tiró desde fuera del área, débil y desviado. Los azules no variamos mucho su formación. Juan abarca era la novedad reemplazando por la izquierda a José Rojas. Colocho Iturra suplía a Puch. Por el lado del Cacique, finalmente Arturo Sanhueza se quedó con el puesto en desmedro de José Pedro Fuenzalida. Recién a los diez minutos vimos acciones de real peligro. Walter Montillo se escapó por derecha, centró para la cabeza de Juan Manuel Olivera y el portero Francisco Prieto, de manera portentosa, tapó y Toro, a quien el Palote le ganó las espaldas, despejó al córner. Y tras cartón, vino la apertura de la cuenta para Colo Colo. Montillo sirvió el córner, despejó Scotti, la pelota se la ganó Bogado a Vargas en medio campo y se mandó por la orilla derecha, tocó para Ezequiel Miralles y con un Miguel Pinto que quedó a medio camino, definió de primera por bajo y a celebrar. El Cacique, en la primera llegada clara, se ponía 1-0 y complicaba al archirrival. DEBIÓ MATAR El tanto fue el mejor aliciente para los albos. Jugaron bien y fueron muy superiores a esta Universidad de Chile que era la versión mala de la que juega a nivel continental. A los 15′, Bogado, en plena área, remató y Pinto tapó. Después fue Ezequiel Miralles quien se lo perdió tras una buena jugada de Roberto Cereceda. Conociendo a Gerardo Pelusso, el charrúa siempre arma los equipos de atrás hacia adelante, como buen uruguayo. La solidez defensiva es fundamental. Este Colo Colo, el mismo que venía a los tumbos y que no jugaba a nada, ese mismo, le entró tres veces mano a mano a los defensas azules. Dos contra dos. Ninguna terminó en gol, pero sirvió para evidenciar cómo Tocalli le ganó el duelo a su colega Pelusso. El trasandino leyó muy bien el partido y eso se notaba en lo mal que la U estaba defendiendo. Pero Colo Colo no mató y el juez Jorge Osorio, inexperto en este tipo de partidos, complicó al albo con una expulsión que Ezequiel Miralles no se merecía, a los 37 minutos. El argentino le entró fuerte a Iturra, pero nunca en plancha. El juez se apresuró, le mostró la roja y dejó al Cacique con diez. Eso no afectó mucho, porque durante los últimos cinco minutos siguieron siendo superiores al rival, que, sin ánimo de exagerar, llegó dos veces y nunca más. El problema para el Cacique es que quedaban 45 minutos y Pelusso debería aleonar a sus jugadores, dormidos. El segundo tiempo sería un Superclásico distinto. Uno nuevo. LO MÁS LÓGICO Claro, con un jugador más y perdiendo el partido que no se puede perder nunca, Pelusso sacó a Contreras y puso a Rivarola en el comienzo del segundo tiempo. Si bien, la U no fue una aplanadora como se esperaba, con el correr de los minutos fueron metiendo a Colo Colo sobre su arco y terminaron jugando en la cancha del archirrival. En el contragolpe, Bogado seguía siendo muy peligroso, acompañado de atrás por un Macnelly Torres inspiradísimo, como yo, en lo personal, nunca lo había visto en el fútbol chileno. Tal vez esta es la mejor versión del cafetero, esa que brillaba en el Cúcuta. Era que hoy brilló ante su gente en el Superclásico. A los 58′, Universidad de Chile tuvo la más clara del partido. Eduardo Vargas hizo la diagonal, se metió hasta la cocina, centró atrás para Olivera, el charrúa tiró y dio en la base del poste antes que Prieto la agarrara. Sin mucho fútbol, pero gracias a la ventaja numérica, los azules se acercaban al empate. Los minutos posteriores siguieron siendo a favor de Universidad de Chile, pero sin ideas futbolísticas. Las jugadas terminaban con tiros desde fuera del área de Estrada (que ingresó en el complemento) y Montillo. Ninguna pasó demasiado cerca del arco albo. TENDRÁ QUE SER EN EL DÉCIMO AÑO Antes de este partido, ocho eran los años que Universidad de Chile no ganaba en el estadio Monumental. Y hoy fue el noveno año. En los descuentos, Prieto le tapó un remate dentro del área a Rivarola (que no fue peligroso a lo largo del segundo tiempo) y Osorio, que condicionó el partido con la expulsión de Miralles, pitó el final. Esto es paternidad de Colo Colo. Y la frase cliché de la que hablamos al principio, se hizo de nuevo latente: Los Superclásicos son partidos apartes. Y como se viene dando de un tiempo a esta parte, la gran mayoría los termina ganando Colo Colo. Para Hugo Tocalli, un premio a su caballerosidad y a su consecuencia. Tras el partido, no se quedó festejando. Él no tenía motivos para celebrar. Se fue siendo campeón y líder del torneo. Y eso es lo que quedará en la historia. Otro triunfo de Colo Colo ante Universidad de Chile, que ya son un Clásico. [ame]http://www.youtube.com/watch?v=qM20MWdyj_A[/ame] NO HAY CASO CON LAS MADRES PURA BOCA TODA LA SEMANA! Y EN LA CANCHA ARRUGAN COMO SIEMPRE
jajajaj despues de mucho tiempo la veo alegre celebre no mas si defendiendo asi no seran campeones ..