Les hablamos de un médico finlandés que un buen día decidió que la mejor manera de evaluar la salud de su pecho era degustarlo. El hecho de que la pobre paciente fuese una lozana chica de 20 años era irrelevante. Sí, la chica fue a hacerse un exámen de pecho y preguntó al doctor por un extraño líquido que salía de uno de sus pezones. Ni corto ni perezoso el “médico” juzgó oportuno probar el sabor del líquido para salir de dudas. La pacience, inocente y confiando en la “profesionalidad” del tipo, le permitió llevar a cabo la práctica. Suponemos que la chica comentó con familiares y allegados cómo le fue la prueba. Más que nada porque estos días se está celebrando el juicio. Lo peliagudo del asunto es que, pese a que los médicos condenan la práctica, los tribunales dictaminan que hubo consentimiento por parte de la paciente. No sabemos cómo acabará todo esto. Pero una cosa os decimos: tened mucho cuidado cuando vayáis al médico y pensad dos veces lo que os dice el doctor. Sí, hay estupendos profesionales, pero tened en cuenta que muchos obsesos y “psicópatas” que conocí en el instituto decidieron hacer medicina. fuente: EFE
tiene que haber sido rica la paciente para que el doctor probara,antes se sabia de un ginecologo que en un examen de rutina dejo con ojos blancos a una paciente y se fue precioso por califa