Una piscina en las Cataratas Victoria, a 100 metros de altura. Las cataratas Victoria son una de las maravillas de la naturaleza por su belleza y espectacularidad, y además guardan una pequeña sorpresa para los bañistas más intrépidos, una piscina natural a 100 metros de altura sobre al abismo. Por algo le llaman “la Piscina del Diablo”. Las cataratas Victoria, son un salto de agua del río Zambeze, en la frontera entre Zambia y Zimbabue . . . Miden aproximadamente 1,7 km de ancho y 108 m de alto. Se consideran un espectáculo extraordinario debido al estrecho y raro abismo en las que el agua cae. De tal forma que se puede ver la caída a simple vista. . . El explorador escocés David Livingstone las descubrió en 1805 y las bautizó con el nombre de la reina Victoria, aunque localmente se las conoce como Mosi-oa-Tunya, el humo que truena. . . La cascada forma parte de dos parques nacionales, , y son una de las mayores atracciones turísticas de África. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1989. . . La Piscina del Diablo (Devil´s Pool) , es una pequeña piscina natural justo al borde de las cataratas, a una altura de 100 metros, que además es un reclamo turístico para los más valientes. . . Entre septiembre y diciembre, debido a los bajos niveles de agua, es posible nadar de manera segura, al borde de las cataratas en esta piscina natural a la que puede accederse a través de la Isla Livingstone. [yt]rVN9KnWy-H8&feature=player_embedded[/yt] Es una atracción adicional a la ya increíble de por sí contemplación de las cataratas Victoria, que sólo se puede disfrutar en la temporada de bajo caudal, ya que si no, los bañistas se verían arrastrados por el salto de agua. . . Las crecidas del río pueden ser tan rápidas que en cuestión de minutos el caudal puede subir hasta 1 metro, con lo que además de su altura, este riesgo la convierte en una de las piscinas naturales más peligrosas del mundo. . . Para los interesados, por el módico precio de 5 libras esterlinas (que aunque sea patrimonio de la humanidad, no es gratis), un guía supervisa que no nos dejemos llevar por la emoción y pensemos que podemos volar . . . Los afortunados que lo han probado dicen que cuando tienen medio cuerpo fuera del agua es como si volaran sobre la cascada. Para los que no hemos podido visitarlo nos quedan estas imágenes. . . . .
