Como estamos en fiestas, creo que es interesante recordar aquí lo sucedido en la Navidad de 1914, en plena Primera Guerra Mundial, en la que ocurriría un hecho sin precedentes en la historia militar. Aquella Nochebuena en el frente occidental, las tropas alemanas, siguiendo la tradición de su país, comenzaron a lo largo de todo el frente a entonar canciones, a la vez que colocaban árboles decorados con luces sobre los parapetos. Estos pequeños abetos habían sido enviados a miles por orden expresa del káiser para que sus soldados pudieran celebrar la Navidad, además de raciones extra de pan, salchichas y licores. Los soldados franceses y británicos no podían creer lo que veían: ¡árboles de Navidad iluminados en las trincheras enemigas! La cantidad de abetos fue tal, que en varios puntos del frente había un árbol cada cinco metros. Esa poética visión ayudó a crear un clima irreal, en el que los soldados aliados no tardaron en convertirse en protagonistas, uniéndose a los cánticos de los alemanes o incluso realizando peticiones de piezas concretas. Al despuntar el alba, algunos soldados alemanes comenzaron a agitar banderas blancas y a salir desarmados de sus trincheras, dirigiéndose con paso dubitativo a la tierra de nadie. En un primer momento, los aliados dudaban si acudir a su encuentro, pero pronto comprobaban que la maniobra de acercamiento era sincera. Los hombres que hasta ese mismo día habían estado matándose estaban ahora a medio camino de sus posiciones, compartiendo tabaco, alcohol o chocolate, mostrándose las fotografías de sus esposas e hijos o intercambiándose recuerdos. Los gestos de confraternización continuaron durante todo el día. En ese singular día de Navidad, cada bando pudo recoger a sus compatriotas muertos en los combates de los días anteriores y darles sepultura. En algunos lugares se celebraron ceremonias religiosas conjuntas e incluso se improvisaron disputados partidos de fútbol. A lo largo de toda la jornada de Navidad no hubo prácticamente intercambio de disparos en todo el frente. Tan sólo la Legión Extranjera, en Alsacia, no respetó esta tregua tácita y lanzó un ataque contra las líneas alemanas. Las noticias que relataban estos inesperados episodios de amistad en el frente llegaron a los cuarteles generales, causando sorpresa y estupor. De inmediato se impartieron órdenes a los oficiales para que entregasen un informe detallado de lo ocurrido e impidieran que volviera a ocurrir, tomando represalias contra los que habían mostrado una actitud más condescendiente con el enemigo. Las unidades de uno y otro bando menos dispuestas a proseguir la lucha fueron desmembradas y distribuidas en otros sectores. Un número indeterminado de soldados franceses fue pasado por las armas como escarmiento. Los alemanes poco combativos serían enviados al frente oriental. Las cartas en las que los soldados relataban a sus familias los pormenores de esa insólita celebración navideña fueron censuradas. Los franceses pusieron un especial empeño en confiscar los negativos de las instántáneas que algunos soldados habían tomado durante la tregua, en donde podían verse a los hombres de uno y otro bando posando amistosamente ante la mirada del fotógrafo improvisado. Una de estas imágenes no pudo ser interceptada por la censura y acabó siendo publicada a toda página en la portada de un diario londinense, el Daily Mirror, pero las informaciones relativas a este episodio desaparecieron rápidamente de los periódicos por indicación de los gobiernos. Poco a poco, la vida en el frente retomó la dinámica anterior y la tregua navideña pasó a ser un recuerdo agradable diluido en la realidad de una guerra despiadada. Si les interesa el tema de la tregua navideña de 1914, pueden ver la película francesa Feliz Navidad (Joyeux Noël), dirigida por Christian Carion en 2005 En la foto pueden ver a un soldado escocés, otro francés y a otro alemán departiendo amigablemente sentados sobre la nieve. La peli en sí no es muy buena; los actores no acaban de funcionar y hay una historia de amor metida con calzador, pero aún así sirve para hacerse una idea de cómo fue aquella insólita tregua Cruz recordatoria de la tregua de 1914 - Ypres, Belgica Fragmentos de una carta de un soldado ingles contando los sucesos del 24/25 de diciembre El Sargento C. Lightfoot de la Compañia C, Regimiento 1ero de North Staffordshire escribió: El dia de Navidad vimos algo fuera de toda imaginación. Los alemanes dejaron sus trincheras y nosotros hicimos lo mismo. Nos encontramos a mitad de camino y deberías habernos visto estrechando sus manos, cambiando direcciones, souvenirs, etc. Nos llenaron de cigarros y tabaco. No hubo ni un disparo en todo el dia de Navidad. Uno de nuestros hombres tocó una melodía y los alemanes bailaron y nos regalaron una muy buena canción El sargento Mayor Frank Naden escribió: En el dia de Navidad un aleman salió de las trincheras con las manos en alto. Nuestros compañeros inmediatamente salieron de sus trincheras y los alemanes de ellas y nos encontramos en el medio y por el resto del dia fraternizamos, cambiamos comida, cigarrillos y souvenirs. Los alemanes nos dieron algunas de sus salchichas y nosotros le dimos algunas de nuestras cosas. Los escoceses comenzaron a tocar sus gaitas y compartimos una rara alegria que incluyó un partido de futbol con los alemanes. Los alemanes nos dijeron estar cansados de la guerra y deseaban que terminara. Al dia siguiente recibimos la rden de que toda comunicación e intercambio amistoso con el enemigo debía cesar, pero nosotros no disparamos en todo el día y los alemanes no nos dispararon a nosotros El soldado W. Pentelow de la 1era Brigada de Rifles escribió a su hermana: Tuvimos calma en Navidad y no hubo disparos. Las trincheras se llenaron de villancicos y canciones en Nochebuena. A veces los alemanes nos acompañaban y tambien nos vivaban. Ellos tenian unos pocos instrumentos y nos dieron algunas melodías ( ) Ellos gritaron: Vengan Ingleses, nos encontraremos en el medio Bueno, en Navidad salimos de nuestras trincheras, los encontramos en el medio del campo y los saludamos e intercambiamos cigarros. Tengo siete cigarros y varios cigarrillos de ellos. Tambien le di a algunos de ellos mi dirección de casa Aplique buscador y no estaba, agradecer no cuesta nada PD. este tema lo hice también a modo de reflexión, ya que si ellos en una contienda tal como lo es la guerra, pudieron encontrar la paz y tratarse como iguales los unos a los otros ¿porque nosotros no podemos también? Saludos.::bebe::
q weena ya la conosia pero solo q se havian dado una tregua no toda al historia como la contaste tu vale se agradece
Que buena historia! cosas que no pasan en el colegio y que en definitiva son importantes. Me encantó, con su espiritu navideño y todo. Se agradece.
igual fua bastante fraternrio lo que hicieron.. pero si yo estoy en la guerra con cualquier otro pais, me paso por a raja la navida y mato!
esto deberian enseñarla en los colegios para mostrar q sea un minimo lado "más bueno" de nosotros mismos como especie ^^