LOCUS AMOENUS La gente siempre hace lo mismo, siempre lo ha hecho y siempre lo hará. Eso de que nos miran y se ríen, o mueven la cabeza, todo porque tenemos los parpados a medio cerrar y los ojos rojos. Les molesta o les da envidia, no importa, hemos vivido tantas cosas que no nos dejamos llevar por esos tontos de maletín. Somos madera cargada en carretas, lista para ser quemada. Somos los que siempre sobran, los que bailan pero no interesan. Si ni siquiera el pasto nos entiende, porque hablamos con el pasto desde siempre. Pero eso ya es historia de cada invierno. ¡Pero a dejar de pensar los tripulantes! Empiecen ahora, cuando es tiempo porque siempre es tiempo, a llenar de ambiciones las botas que es menester tirar al mar, para olvidar. A veces oímos como que todo fuera de verdad... quizás a veces lo es... quizás a veces es un parche para nuestra mugrienta existencia ante un mundo que cada vez se hace más sordo al paso de un tiempo que creen existente... Un mundo para el que la escoria o basura como nos llaman, no sirve para algo productivo, un mundo que hace mucho tiempo olvidó que todos somos de lo mismo, y que principalmente olvidó que no somos una más ni uno menos, un mundo que olvido que simplemente TODOS somos lo que somos o nos hicimos o hicieron ser. Lo que más me gusta, sabes, es que ellos creen que nos importa lo que digan lo que hacen lo que piensan, y jamás es o ha sido así. Hace tiempo evolucionamos de solo ser carne. Quizás esto último sea culpa nuestra, quizás sea de lo que nos inyectamos, no sé... de verdad no interesa ¿Cierto? Al final todos son piedras al caer el día, se esconden como cualquiera, creyendo que una sábana mugrienta, como ellos, los va a proteger de todo mal, pero no saben que el real mal, el peor, son ellos mismos. Quizás sí, somos calle, como de la calle, hijos suyos, porque hemos visto o nos ha enseñado, enseñado de ver y aprender, tantas cosas como los ojos puedan sentir. Otros como el Pablo quizás quisieron el camino este, del que no piensan escapar, al que no ven como un maestro mesero de la vida. Solo hay que hacer lo que nos dicta el cuerpo y la mente. Somos nuestra propia ley. Nos atrevemos a todo con tal de que UN SOLO segundo valga toda nuestra existencia. Porque nunca nos olvidamos de que simplemente somos comida para gusanos.
Tiene como ese algo, añejo, como de resignación, de decadencia, de desmotivación a lo mejor un poco. de atreverse a no se qué, de vivir y de caminar sin rumbo. como de querer expresar algo sin mucho adorno, si no como se va presentando, o como de querer plantearse un, "ya, me siento, y escribo lo que pienso, y que quede como quede, lo importante es que alguien lo sepa". fuera de ello, creo que mas bien parece una opinión escrita queriendo ser un poema sin reglas. y eso no creo que se logre satisfactoriamente, aunque puede que la intención no la haya comprendido del todo, es también culpa del escritor en cierta medida que el lector no entienda ciertas cosas, al menos claro, que esto vaya dirigido para algo o alguien en concreto que desconozco. de poema poco y nada. saludos
La intención la decide quien lea. Finalmente el que lee es quien va a ver si entiende o no el texto, y si le gusta o no. Gracias por leer y comentar Saludos!
¿Sabes compañero? (y perdón por esta atribución), me gusta ese estilo entremezclado que le estás patentado a tus "textos", eso de agregar versos a tus cuentos, o, aquí, de enraizar la retórica, el verso y la prosa en ese aire de ensayo. Pd: habla de ovnis con basura críptica y la arrogancia hecha carne se alegrará por dentro.
Muchas gracias! Y claro ps, me puedes decir como se te antoje compañero jajajaja Gracias por el comentario. Aplicaré ovnis a los escritos jajaja Y con eso basta. No te preocupes! Gracias por sus comentarios. Gracias principalmente por leer!
Al igual que ermitaño siento que tus escritos ya tienen ese sello propio, enlazan los sentimientos, transporta e invita al lector a una reflexión. Te apoyas en la estructura que ya ni se si es una estructura definida porque los versos y la prosa se conjugan perfectamente sin dañar el trasfondo. Buen trabajo.
Me gustó y no me gustó. Me gustó porque me gusta la prosa poética y el poema trata los temas trascendentales, por lo menos en este momento (posmodernidad). Justamente no me gustó porque esos temas ya los he recontratrado a través de la filosofía, aunque más correcto sería decir que no me llenó, pero eso es puramente subjetivo. Quedaría excelente pegado en el metro o en alguna plaza importante, como los poemas o aforismos que hay harto en buenos aires. Saludos.
Gracias por leer y comenta, y por el apoyo. Eso que dices sobre postmodernista, me lo han dicho varias veces. Gracias por leer.