Los bloopers en los deportes están a la orden del día y ninguna disciplina es la excepción. Un instante de desconcentración se puede pagar caro, muy caro. Tal es el caso de un atleta japonés que perdió la carrera de su vida por desorientado. Faltaban pocos metros para terminar una maratón de 23.1 kilómetros. Logró ponerse delante de todos y parecía que se pecho iba a llevarse la banda de llegada. Sin embargo, la gloria se le escapó en un segundo por no conocer el camino y se perdió en la última curva. Fuente: rpp.com
Yo creo que igual es culpa de los organizadores..!! deberia haber tenido cerrada la calle esa....!! no encuentro que el loco sea tan wn como el comentario de arriba,,!!