En los Mundiales siempre ha habido un campeón. Pero también ha habido equipos que merecían llevarse el trofeo a casa, y solo se tuvieron que contentar con un subcampeonato o un lugar entre los semifinalistas. En todo certamen hay un campeón moral que siempre estuvo por encima del campeón real, que es el que finalmente va a las estadísticas de la FIFA como el mejor del Mundial. Suiza 1954 Hungría En el Mundial de 1954, si hay un equipo que tenía que levantar el trofeo Jules Rimet en la final del 04 de julio, ese debió ser Hungría. Conocidos como los Mágicos Magyares, los húngaros llegaron a Suiza precedidos de una fama más que importante. Antes de ese Mundial, dio prueba de su poderío goleando 6-3 a Inglaterra en el propio estadio de Wembley el 25 de noviembre de 1953. Al año siguiente, en Budapest, volvieron a golear a los ingleses, pero ahora por 7-1. En total, antes de la Copa del Mundo de 1954, el equipo húngaro registró un invicto de 33 partidos. Ese récord se rompió en la final de Berna ante Alemania, perdiendo el título y ganándose el rótulo de Campeón sin Corona, pues previo al Mundial, era el favorito de muchos para hacerse con el trofeo por ser el mejor equipo del planeta en esos años. Alemania 1974 Holanda Si Hungría merecía ganar en 1954, Holanda también tuvo ese merecimiento en 1974. Liderados por el gran Johan Cruyff, la ya denominada Naranja Mecánica irrumpió en Alemania con su Fútbol Total. El entrenador era Rinus Michels y tras ser primeros de grupo por delante de Suecia, Bulgaria y Uruguay pasaron al siguiente grupo. Allí se enfrentaron primero a Argentina, al que ganaron por 4 a 0, a Alemania Democrática, a la que ganaron por 2 a 0 y por último a Brasil, ante la que obtuvieron el mismo resultado. En la final ante Alemania Federal anotaron de penal el primer gol apenas al minuto de juego y el título parecía en el bolsillo. Pero los goles de Breitner y Muller tiraron por la borda el sueño holandés y Cruyff no pudo levantar la Copa Mundial de la FIFA. España 1982 Brasil Es difícil responder a la pregunta ¿Cuál fue la mejor expresión de Brasil en los Mundiales? Muchos consideran la de 1970, o la de 1958, en ambos casos, resultando campeones. Pero hay un gran número de hinchas que consideran al equipo de España 1982 como uno de los mejores de su historia. El Brasil de 1982 era para muchos una gran expresión de arte. Si bien no ganó la Copa y fue eliminado por Italia en las semifinales, dejó más que una imagen grata para el fanático del fútbol. Ver jugar a Zico, Socrates, Falcão, Junior, Toninho Cerezo fue un privilegio inolvidable. Italia (y Paolo Rossi) tuvieron la culpa del no-campeonato de Brasil. Cruyff y su única actuación mundialista, en 1974. Le alcanzó para revolucionar el deporte.La historia de los Mundiales está plagada de héroes exitosos. Pelé, Paolo Rossi, Bobby Charlton, Obdulio Varela, Maradona, Beckenbauer, Kempes, Ronaldo, Zidane y hasta el propio Alessandro Del Piero se plantan en lo más alto del podio en la consideración popular porque lograron aquello que todos desean: levantar la Copa del Mundo. Pero la gloria no es todo, y muchos de los mejores momentos mundialistas fueron entregados por algunos jugadores que enfrentaron alguna decepción y no llegaron a ser campeones. A veces estos hombres sufrieron porque no fueron acompañados de manera acorde por sus equipos. En otras ocasiones pasaron una mala noche en el momento más inoportuno. A veces tuvieron, sencillamente, mala suerte. O fueron superados por un rival que opacó su brillo. Sea como fuere, el deporte rey está lleno de monarcas sin corona. Nombres que despiertan una admiración sincera ajena a las consagraciones. JOHAN CRUYFF (HOLANDA) Un único Mundial disputado le alcanzó a este holandés de convicciones ardientes -no asistió a Argentina 78 con su seleccionado como protesta por el régimen dictatorial que sufría en aquel momento el país sudamericano- para enamorar al universo futbolístico. Grácil, elegante, elástico, veloz, fue el símbolo de una revolución táctica que llevó un nombre para todas las épocas: futbol total. Jugó apenas siete partidos, anotó tres goles. Pero no fueron esos tantos los que lo catapultaron a la más exquisita de las famas. Era el alma de un conjunto mágico, que ejecutaba relevos a la perfección, tiraba diagonales, armaba paredes. Nunca resignaba la estética ni el despliegue atlético. Su equipo, esa Naranja Mecánica del 74, cayó en la final y sirvió como excusa para todos los subcampeones desde entonces: todo el mundo supo que era el mejor equipo. MICHEL PLATINI (FRANCIA) El genio de los pies pequeños y la pegada exquisita disputó tres Mundiales. En 1978 no tuvo demasiada suerte: jugó tres partidos, convirtió su primer gol y Francia se despidió del torneo en primera ronda. En las siguientes dos Copas del Mundo haría diferencias decisivas desde su creación de futbol. En el 82, lideró a un equipo exquisito en excelente compañía: jugaba con Giresse, Genghini, Tigana, Rochetau, Six... Un equipo de puro ataque que hacía de Platini una usina generadora de energía y de talento. Ese torneo marcó el despegue internacional del hoy presidente de la UEFA, y dejó en la memoria de los futboleros aquella semi frente a Alemania Occiedental. Ese partido terminó igualado 1-1 en tiempo regular (con un gol de Platini) e incluso Les bleus llegaron a ponerse arriba 3-1 en el suplementario. Pero los germanos igualaron el marcador y terminaron quedándose con el pase a la final gracias a los penales. En el 86, Platini jugó nuevamente uno de esos partidos que no se podrán olvidar. Tras eliminar a Italia en octavos, se enfrentó en cuartos de final con un Brasil que llegaba invicto y sin goles en contra. Platini logró vencerla para igualar el partido, que finalizó 1-1. Esta vez los penales ayudaron a los galos, que jugaron su segunda semifinal en dos mundiales consecutivos. De nuevo su verdugo fue Alemania. En medio de esos dos torneos, el 10 llevó a su seleccionado a ganar una Eurocopa. Nunca pudo consagrarse en Mundiales. Eso no achicó su leyenda. ZICO (BRASIL) Fue el mejor exponente de uno de los Seleccionados más vistosos de la historia, que pese a su gran cantidad de jugadores talentosos en el equipo, no pudo celebrar un título del mundo. El Brasil de 1982 llegó a España con el mote de favorito y sus primeras presentaciones fueron como se esperaba. Zico lideró al Scratch en los triunfos sobre Unión Soviética, Escocia, Nueva Zelanda y Argentina, pero no mostró un buen nivel en el choque definitorio frente a Italia. El crack del Flamengo también disputó los Mundiales de 1978 y 1986, aunque la cima de su rendimiento se vio en 1982. En el 86 le atajaron un doloroso penal durante el partido de cuartos de final, ante Francia, en uno de los duelos más espectaculares de la historia del torneo (Pelé, por ejemplo, lo señaló como el partido del siglo XX) que podría haber cambiado el resultado de ese partido. No fue suficiente para opacar su gloria: Arthur Antunes Coimbra jugó 14 encuentros en Copas del mundo y anotó cinco goles. Sólo le faltó levantar la preciada Copa FIFA. LEV YASHIN (UNIÓN SOVIÉTICA) El premio al mejor arquero de cada Mundial se llama Lev Yashin. Ese simple dato habla por sí solo: el guardavallas soviéticos es el mejor de la historia de las Copas del Mundo en su puesto, pese a que nunca festejó un título y sólo una vez jugó las semifinales. Debutó en Suecia 1958, cuando se destacó como la figura del equipo que alcanzó los cuartos de final. También participó de Chile 1962 y de Inglaterra 1966, la mejor actuación histórica de un Seleccionado ruso. La Araña negra fue el arquero perfecto. Reunía todas las virtudes que un portero debería tener: agilidad, ubicación, reflejos felinos y personalidad. Además, para muchos fue el pionero a la hora de estudiar a sus adversarios. Para dar una idea de lo dominante que era, acabó 270 de sus 326 encuentros en el seleccionado con la valla invicta. Yashin hoy es mucho más que un gran arquero, es una leyenda. FERENC PUSKAS (HUNGRÍA) Un crack de todas las épocas que tuvo el infortunio de nacer antes de la explosión del marketing en el futbol: su fama no tiene el nivel que tenía su futbol. Para dar una pequeña medida de la diferencia que marcaba en el juego, podríamos decir que marcó 84 goles en sus 85 apariciones internacionales. Tenía un dominio impresionante de su pierna izquierda: pateaba con una potencia inédita y su visión de cancha le permitía dar asistencias como si fuera un volante creativo. Jugó una sola Copa del Mundo con Hungría, en Suiza 1954, y eso le sobró para dejar la marca de su pegada zurda grabada en la historia para siempre. EUSEBIO (PORTUGAL) Es cierto, jugó sólo una Copa del mundo, pero fue suficiente para transformarse en uno de los mejores reyes sin corona de todos los tiempos. Portugal llegó a Inglaterra 1966 como uno de los favoritos sólo por contar con la Pantera de Mozambique en el plantel. Eusebio fue el dueño y la única figura del Seleccionado luso que jugó su primer torneo importante y sorprendió al planeta con un tercer puesto histórico. El delantero del Benfica marcó nueve goles y ganó el Botín de oro al máximo artillero del certamen. Sus grandes partidos fueron ante Brasil, por la primera fase y contra Corea del Norte, en octavos de final. En el encuentro frente al campeón reinante, la Pantera anotó dos tantos y ante el sorprendente conjunto asiático lideró la remontada de su Selección con cuatro goles. La Pantera brilló como nunca en la tierra en la que nació este deporte y se convirtió en leyenda. Sé que faltan muchos, espero opiniones de jugadores que de verdad revolucionaron el fútbol y que se quedaron sin levantar esa tan ansiada copa, al igual que en el caso de las selecciones.
Si uno no gana la final si no es capaz de hacer un gol en el partido mas importante de su vida no merece que sea campeon del mundo.-
que cuatico como graandes jugadores no pudieron ganar la copa del munco un ejemplo tambien es giggs que nunca podra
yo no me explico como gano alemania ese mundial del 74, supongo que si la final era en amsterdam holanda tendria su primera estrella.
Ufff Tambien ahi que pensar que Beckenbauer marco todo el partido a Cruyff no le dejo ninguna opción de marcar.
ke bn post me gusto caleta la vida aveces es harto injusta con los mejores tanto esfuerzo pah terminar en nada