Durante los años de la Guerra Fría, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín, cualquier hecho puntual de los EE.UU. o la Unión Soviética era susceptible de malas interpretaciones que podrían terminar en un nuevo conflicto militar en el mundo y, al mismo tiempo, ambos estaban tratando de demostrar sus fortalezas uno al otro, como dos niños peleando por ver quien tenía el bulto más grande. El caso más absurdo y peligroso de estas demostraciones de estupidez fue el Proyecto A119, que planeaba detonar una bomba atómica en la Luna. En 1957, la Unión Soviética puso en órbita el primer satélite artificial alrededor de la Tierra, el Sputnik 1. Aquel lanzamiento le valió la delantera a la URSS en la carrera espacial y, además, suponía un fuerte golpe con efecto en la opinión pública mundial sobre el poderío ruso. Para no quedarse atrás, no se les ocurrió mejor idea a los militares de EE.UU. que hacer algo espectacularmente brutal como forma de superar la nueva conquista soviética. Así fue que en 1958 la Fuerza Aérea de los EE.UU. desarrolló el proyecto A119 para de detonar una bomba atómica en la Luna. Ese proyecto, como muchos otros desarrollados durante la Guerra Fría, fue clasificado como altamente secreto, pero una biografía del genial astrónomo Carl Sagan, publicado en 1999, destapo la coladera. Según su biógrafo, Keay Davidson, Sagan era el joven contratado para hacer el modelo matemático de la expansión de una nube de polvo de la explosión en el espacio alrededor de la Luna La suerte fue que Sagan y otros civiles invitados a hacer un estudio de viabilidad de esta locura, con un poco más de sentido común y menos sangre fría que los militares, relacionaron todas las consecuencias, sin embargo, aunque no supieron predecir los efectos secundarios en el mediano y largo plazo, de aquella muestra imbécil de poder, y por suerte decidieron eliminar este estúpido plan El físico Leonard Reiffel confirmó la existencia del proyecto, en una entrevista con CNN en 2000. También participó en el estudio de viabilidad de esta locura. - Dejé claro desde el principio que esa cosa estúpida significaría un costo enorme para la ciencia, causando la destrucción del medio ambiente lunar, pero la Fuerza Aérea sólo estaba interesada en saber si una explosión nuclear tendría efecto sobre la Tierra y sería visible a simple vista. Pero, sin duda, el proyecto era técnicamente factible , dijo Reiffel. El proyecto A119 fue cancelado oficialmente en enero de 1959. Incluso hoy en día el Pentágono no ha confirmado ni negado este proyecto. Saludos.-
Pero que imbeciles, todo por demostrar que eran superiores (me acordé de Kiko y el Chavo del 8).. quizas que habria pasado aparte de contaminar el ambiente lunar como menciona el articulo.. hasta podrian haber desviado el equilibrio gravitatorio entre la luna y la tierra y a la larga hacer o que la luna termine chocando con la tierra o que se vaya al infinito y mas allá. o pudieron soltar grandes trozos de suelo lunar y estos caer a la tierra causando daños, que se yo. quizás que otro proyectos tuvieron y tienen en mentes estos pasteles mas desarrollados tecnológicamente.
Me acordé lo que pasaba en la película "La Máquina del Tiempo", cualquier weá chica que le pase a la Luna iría desde provocar los medios tsunamis... hasta el fin de todo, sobretodo si la wea cambia de orbita y tarde o temprano se iría contra la Tierra... eso si que sería un gg
Estos gringos, ojala un dia de tanto andar amasando leseras nucleares les vuele en la cara un par de ellas para que se dejen de webiar.