Muertes en Hospital de Melipilla: Practicante preparó dosis

El 6 de agosto a 11 pacientes se les suministró presuntamente de manera errónea insulina en vez de heparina.

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El informe de la auditoría al Hospital San José de Melipilla luego que el 6 de agosto pasado se le suministrara presuntmente por error un medicamento a 11 personas, causando el deceso de tres pacientes, reveló que una enfermera en práctica preparó la dosis.


A los pacientes presuntamente se les administró equivocadamente insulina en vez de heparina.


De acuerdo a lo publicado por el diario La Tercera, el informe señala "la preparación de la heparina que estaba indicada fue realizada por la interna de la carrera de Enfermería (de la U. del Pacífico), L.G., no obstante, la administración la realiza la enfermera de refuerzo M.P., contratada en el contexto de la campaña de invierno".


El documento añade que en esa jornada no se respetaron los protocolos.


En ese marco se sostiene: “La preparación y administración de medicamentos deben ser realizadas por el mismo profesional que lo prepara”.


La auditoría determina que “se presume que el error de medicación está asociado a la administración de insulina por heparina, esto debido al recuento de ampollas en el contenedor de cortopunzante”.


Se consigna que los relatos establecen que el primer indicio de que había un problema fue a la medianoche de ese día de agosto, momento en que 10 de las 18 personas a las que se les recetó heparina presentaron problemas.


El texto señala que a raíz de la emergencia se pidió ayuda a “personal de pediatría, cirugía, farmacia y alimentación”, pero que a las 5 de la madrugada se percatan de que Luis González (82) estaba “inconsciente, sin pulso. Se avisa de inmediato al médico de urgencia, se inician maniobras de reanimación”. Su certificado de defunción, en tanto, dice que el deceso fue a las 5.20.




Caso similar de Rosa Céspedes (81), quien habría presentado síntomas de hipoglicemia a las 5.30. Los otros nueve afectados lograron recuperarse en las horas siguientes, aunque uno de ellos, Juan Tapia, falleció dos semanas más tarde.

FUENTE

 

En un caso asi es dificil saber que paso realmente. Es facil y obvio culpar a una practicante, pero hay una institucion y una jefatura que tambien se cae por dejar a sus pacientes con personal no preparado sin supervision. Si una enfermera contratada encima fue la que inyecto, doble cagazo por confiar en lo que hizo la practicante. Una sancion deberia actuar para todos estos actores.

Lamentable por la familia de los tatas fallecidos, lo mas probable es que como siempre todos eludan responsabilidad y el caso quede en nada. Comparto su impotencia de gente humilde que le trabaja todos los dias a la sociedad y esta salud publica se le da a cambio