Un tipo se asoció con su esposa artista para transformar su tocomocho en una obra de arte única. El propietario, que es un entusiasta de los autos y miembro del Ejército de EE.UU., odiaba el color plateado del coche, así que, junto con su artística esposa, decidió tunearlo un poco. Mientras él trabajaba en interior del coche, ella empezó a garabatear en un par de arañazos del parachoques. 100 horas de trabajo después, se había convertido en una maravillosamente intrincada obra de arte, que cubría todo el coche. Lo que, en un principio, era un coche normal, se convirtió en algo que podría ser digno de una subasta de arte.