La izquierda lee sólo a la izquierda?

Tema en 'Debates' iniciado por AxLogan, 10 Dic 2014.

  1. AxLogan

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    Que tierno n.n pero...:
    Pobre Krugman, y más encima luego saca el tema de que una invasión alienigena o una guerra mundial serían buenas para la economía :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol:
     
  2. RivasE

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    Pues no, amigo Logan. Los tipos de interés pueden estar bajos si hay un control del crédito. Durante años hemos visto que los préstamos hipotecarios se daban por un importe máximo del 70 % del bien a adquirir, de esa forma el banco se salvaguardaba de una depreciación e impago, pero llegó la desregulación neoliberal de Bush senior, Clinton y Bush junior y los bancos llegaron a ofrecer hasta el 120 % del valor real de lo comprado. Eso era como darle armas a un atracador. ¿Donde dijo Krugman que había que regalar el dinero?
    Las consecuencias de esa desregulación las estamos pagando.

    Cito:
    "Las políticas de desregulación financiera a nivel mundial han permitido aumentar la eficiencia del sistema económico, pero también es claro que han hecho más vulnerables las economías nacionales, contribuyendo a hacer más frecuentes e intensas las perturbaciones financieras. Y es que la libertad de que gozan los capitales es excesiva. Al no estar regulados sus movimientos internacionales, amenazan de manera permanente la estabilidad de todo el sistema económico mundial.

    Esto es aun más grave cuando algún país, de manera unilateral, lleva a cabo un proceso desregulación financiera interna, como lo hizo Estados Unidos desde la era de Ronald Reagan y más recientemente con las políticas del gobierno de George W. Bush.


    Esa desregulación permitió el gran fraude de Enron y ahora la gran crisis financiera de las hipotecas. Y eso que sucede internamente en un país, se transmite a todo el mundo gracias a la red financiera mundial sin que haya autoridad o norma jurídica alguna que lo impida."
    (Hilario Barcelata Chávez)
     
  3. AxLogan

    AxLogan Usuario Habitual nvl.3 ★
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    El tema no es que esté o no bajo, sino que se baje artificialmente "de una tasa natural" (fíjate que lo puse entre comillas porque no existe algo así como una única tasa natural, lo digo para explicar nada más).
    Que los bancos sobre-valoren las casas es porque las mismas están infladas producto de una bajada en la tasa de interés, y aumento del crédito.
    De todas formas, puedes no creerme, pero lee las citas de Krugman, él mismo lo admite, y cada vez más en el mainstream se está aceptando la TACE :)

    Por cierto, pasaste de intentar salvar las declaraciones de Krugman, haciendo parecer como que su intención era otra, a intentar refutar la idea misma de que de haberse hecho lo que él sugirió se habría creado la burbuja inmobiliaria, pero no te diste cuenta que al hacer lo segundo estás contradiciendo al mismo Krugman, que es a quien intentas defender :lol:
     
    #99 AxLogan, 16 Dic 2014
    Última edición: 16 Dic 2014
  4. RivasE

    RivasE Usuario Nuevo nvl. 1
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    Si no me equivoco esa ley es la que habla de rendimientos decrecientes tal como va aumentando la producción a partir de cierto punto ¿no es asi? Por eso habla de la conveniencia de asociarse. Algo que las multinacionales odian. ¿Sabes cuantas marcas de productos dispares tiene Sara Lee?

    Pero ya ves, socialmente me preocupa mas la "ley de hierro" que dice que un empleador no pagará nunca un salario superior al minimo vital.... aunque sus beneficios se lo permitan.

    (Si, ya se que el minimo vital en algún pais es simplemente poder comer y en otro pais puede ser disponer de coche, celular, vacaciones, etc.)
     
  5. AxLogan

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    «4. LA LEY DE ASOCIACIÓN DE RICARDO

    Ricardo formuló la Ley de Asociación para demostrar los efectos que produce la división del trabajo cuando un individuo o un grupo, más eficientes en cualquier aspecto, colaboran con otro individuo o grupo menos eficientes. Quiso Ricardo investigar los efectos que produciría el comercio entre dos regiones, desigualmente dotadas por la naturaleza, suponiendo que las respectivas producciones podían libremente ser transportadas de una a otra, pero no así los trabajadores ni los factores de producción acumulados (bienes de capital). La división del trabajo entre ambas regiones, según demuestra la ley de Ricardo, ha de incrementar la productividad del esfuerzo laboral y, por tanto, resulta ventajosa para todos los intervinientes, pese a que las condiciones materiales de producción puedan ser más favorables en una de dichas zonas que en la otra. Conviene que la zona mejor dotada concentre sus esfuerzos en la producción de aquellos bienes en los cuales sea mayor su superioridad dejando a la región peor dotada que se dedique a las producciones en las que la superioridad de la primera sea menor. Esa paradoja de no explotar unas condiciones domésticas de producción más favorables yendo a buscar esos bienes, que podrían producirse dentro del país, en áreas cuyas condiciones de producción son más desfavorables, viene originada por la inmovilidad de los factores trabajo y capital, que no pueden acudir a los lugares de producción más favorables.
    Ricardo advirtió plenamente que su ley de los costes comparados —que formuló fundamentalmente para poder abordar un problema específico del comercio internacional— venía a ser un caso particular de otra ley más general, la ley de asociación.
    Si A es más eficiente que B, de tal suerte que, para producir una unidad del bien p necesita tres horas, mientras B ha de emplear cinco horas, y para producir una unidad de q el primero invierte dos horas contra cuatro horas el segundo, resulta que ganarán ambos si A se limita a producir q y deja a B que produzca p. En efecto, si cada uno dedica sesenta horas a producir p y sesenta horas a producir q, el resultado de la obra de A será 20p + 30 q; el de B 12p + 15q; o sea, en conjunto, 32p + 45q. Ahora bien, si A se limita a q, producirá 60q en 120 horas; B, en el mismo supuesto dedicándose sólo a p, producirá 24 p. La suma de sus actividades equivaldrá, en tal caso, a 24p + 60q; comoquiera que p tiene para A un cociente de sustitución de 3q/2, y para B de 5q/4, dicha suma representa una producción mayor que la de 32p + 45q. Por lo tanto, es evidente que la división del trabajo beneficia a todos los que participan en la misma. La colaboración de los de más talento, habilidad y destreza con los peor dotados resulta ventajosa para ambos grupos. Las ganancias derivadas de la división del trabajo son siempre recíprocas.
    La ley de asociación muestra por qué desde un principio hubo una tendencia a ir gradualmente intensificando la cooperación humana. Comprendemos cuál fue el incentivo que indujo a los hombres a dejar de considerarse rivales en inacabable lucha por apropiarse de los escasos medios de subsistencia que la naturaleza ofrece. Advertimos el móvil que les impulsó y continuamente les impulsa a unirse en busca de mutua cooperación. Todo progreso hacia una más avanzada división del trabajo favorece los intereses de cuantos participan en la misma. Para comprender por qué el hombre no permaneció aislado, buscando, como los animales, alimento y abrigo sólo para sí o, a lo más, para su compañera y su desvalida prole, no es preciso recurrir a ninguna milagrosa intervención divina ni a la personalización de un innato impulso de asociación, ni suponer que los individuos o las hordas primitivas se comprometieron un buen día mediante oportuna convención a establecer relaciones sociales. Fue la acción humana estimulada por la percepción de la mayor productividad del trabajo bajo la división del mismo la que originó la sociedad primitiva y la hizo progresivamente desarrollarse.
    Ni la historia ni la etnología ni ninguna otra rama del saber pueden explicar aquella evolución que hizo de las manadas y rebaños de antepasados no humanos del hombre los primitivos, si bien ya altamente diferenciados, grupos sociales de los que nos informan las excavaciones, las más antiguas fuentes documentales históricas y las noticias de exploradores y viajeros que se han topado con tribus salvajes. Con referencia a los orígenes de la sociedad, la tarea de la ciencia sólo puede consistir en descubrir los factores que pueden provocar y provocan necesariamente la asociación y su progresivo desarrollo. La praxeología resuelve esta incógnita. Mientras el trabajo resulte más fecundo bajo el signo de la división del mismo y en tanto el hombre sea capaz de advertir este hecho, la acción humana tenderá espontáneamente a la cooperación y a la asociación. No se convierte el individuo en ser social sacrificando sus personales intereses ante el altar de un mítico Moloch, la sociedad, sino simplemente porque aspira a mejorar su propio bienestar. La experiencia enseña que esta condición —la mayor productividad de la división del trabajo— aparece porque su causa —la innata desigualdad de los hombres y la desigual distribución geográfica de los factores naturales de producción— es real. Y así podemos comprender el curso de la evolución social.
    Errores frecuentes relativos a la Ley de Asociación


    Se le han dado muchas vueltas a la ley de asociación de Ricardo, más conocida por el nombre de ley de los costes comparados. La razón es evidente. La ley en cuestión es una gravísima amenaza para los planes de todos aquéllos que pretenden justificar el proteccionismo y el aislamiento económico desde cualquier punto de vista que no sea el de privilegiar los egoístas intereses de algunos fabricantes o el de prepararse para la guerra.
    El objetivo principal que Ricardo perseguía al formular su ley consistía en refutar una determinada objeción, a la sazón frecuentemente esgrimida contra la libertad del comercio internacional. En efecto, inquiría el proteccionista: bajo un régimen librecambista, ¿cuál sería el destino de un país cuyas condiciones para cualquier producción resultaran todas más desfavorables que las de cualquier otro lugar? Pues bien, es cierto que en un mundo donde no sólo los productos sino también el trabajo y el capital gozaran de plena libertad de movimiento aquel país tan poco idóneo para la producción dejaría de utilizarse como ubicación de cualquier actividad humana. En tal caso, si la gente satisficiera mejor sus necesidades no explotando las condiciones comparativamente más imperfectas que ofrece la zona en cuestión, no se establecerían en ella, dejándola deshabitada como las regiones polares, las tundras o los desiertos. Pero Ricardo quiso enfrentarse con los problemas reales que suscita nuestro mundo, en el cual las circunstancias específicas de cada caso vienen predeterminadas por los asentamientos humanos efectuados en épocas anteriores y donde el trabajo y los bienes de capital están ligados al suelo por diversas razones de orden institucional. En tales circunstancias, el librecambismo, es decir, una libertad de movimientos restringida a las mercancías, no puede provocar la distribución del capital y el trabajo sobre la faz de la tierra según las posibilidades, mejores o peores, que cada lugar ofrezca en orden a la productividad del esfuerzo humano. Sólo entonces entra en juego la ley del coste comparado. Cada país se dedica a aquellas ramas de producción para las cuales sus específicas condiciones le ofrecen relativa, aunque no absolutamente, las mejores oportunidades. Para los habitantes de cualquier zona es más ventajoso abstenerse de explotar algunas de sus capacidades, pese a ser éstas superiores a las del extranjero, importando en su lugar los géneros producidos allende sus fronteras en condiciones más desfavorables. Se trata de un caso análogo al del cirujano que para la limpieza del quirófano y del instrumental contrata los servicios de un tercero, no obstante superarle también en ese específico cometido, para dedicarse exclusivamente a la cirugía, en la que su preeminencia es todavía más notable.
    Este teorema del coste comparado nada tiene que ver con la teoría del valor de la doctrina económica clásica. No se refiere ni al valor ni a los precios. Se trata de un juicio puramente analítico: la conclusión a que se llega se halla implícita en aquellas dos premisas según las cuales resulta, de un lado, que la productividad de los factores de producción, técnicamente posibles de trasladar, es diferente según los lugares donde aquéllos se ubiquen y, de otro, que dichos factores, por razones institucionales, tienen restringida su movilidad. Sin que se afecte la validez de sus conclusiones, el teorema en cuestión puede desentenderse del problema del valor, toda vez que sólo maneja unos simples presupuestos. Éstos son: que únicamente se trata de producir dos mercancías, pudiendo ambas ser libremente transportadas; y que para la producción de cada una de ellas se precisa la concurrencia de dos factores; que en las dos mercancías aparece uno de estos factores (igual puede ser el trabajo que el capital), mientras el otro factor (una propiedad específica de la tierra de que se trate) sólo es aprovechado en uno de ambos procesos; que la mayor escasez del factor común en ambas producciones predetermina el grado en que es posible explotar el factor diferente. Sobre la base de estas premisas, que permiten establecer cocientes de sustitución entre la inversión efectuada del factor común y la producción, el teorema resuelve la incógnita planteada.
    La ley del coste comparado es tan ajena a la teoría clásica del valor como lo es la ley de los beneficios, basada en un razonamiento semejante a la primera. En ambos supuestos, cabe limitarse a comparar sólo la inversión material con el producto material obtenido. En la ley de los beneficios comparamos la producción de un mismo bien. En la del coste comparado contrastamos la producción de dos bienes distintos. Si tal comparación resulta factible es porque suponemos que para la producción de cada uno de ellos, aparte de un factor específico, sólo se requieren factores no específicos de la misma clase.
    Hay quienes critican la ley del coste comparado por tales simplificaciones. Aseguran que la moderna teoría del valor impone una nueva formulación de la ley en cuestión, con arreglo a los principios subjetivos. Sólo mediante esa reestructuración cabría demostrar su validez de modo satisfactorio y concluyente. Ahora bien, tales opositores se niegan a calcular en términos monetarios. Prefieren recurrir a los métodos del análisis de la utilidad, por creer que ese método es idóneo para cifrar el valor sobre la base de la utilidad. Más adelante se verá el engañoso espejismo que suponen tales intentos de llegar al cálculo económico dejando de lado las expresiones monetarias. Carecen de consistencia y son contradictorios, resultando inviables, cuantos sistemas se inspiran en dichas ideas. No es posible el cálculo económico, en ningún sentido, si no se basa en precios monetarios según los determina el mercado[7].
    Aquellas sencillas premisas que sustentan la ley de los costes comparados no tienen el mismo significado para los economistas modernos que para los clásicos. Hubo discípulos de la escuela clásica que veían en ella el punto de partida para una teoría del valor en el comercio internacional. Hoy en día nos consta que esa creencia era equivocada. Advertimos que no hay diferencia entre el comercio interior y el exterior en lo que respecta a la determinación del valor y de los precios. Sólo circunstancias diferentes, es decir, condiciones institucionales que restringen la movilidad de las mercancías y de los factores de producción, hacen que la gente distinga el mercado nacional del extranjero.
    Si no se quiere estudiar la ley del coste comparado bajo los simplificados supuestos de Ricardo, es necesario ir derecha y abiertamente al cálculo monetario. No se debe caer en el error de suponer que sin ayuda del cálculo monetario se pueden comparar los diversos factores de producción invertidos y las mercancías producidas. Volviendo sobre el ejemplo del cirujano y su ayudante habrá que decir: Si el cirujano puede emplear su limitada capacidad de trabajo en efectuar operaciones que le proporcionan unos ingresos horarios de 50 dólares, indudablemente, le convendrá contratar los servicios de un ayudante que le limpie el instrumental, pagándole a dos dólares la hora, aun cuando ese tercero emplee tres horas para realizar lo que el cirujano podría hacer en una hora. Al comparar las condiciones de dos países distintos habrá que decir: Si las circunstancias son tales que en Inglaterra la producción de una unidad de cada mercancías y b requiere el consumo de una jornada de la misma clase de trabajo, mientras en la India, con la misma inversión de capital, se necesitan dos jornadas para a y tres para b, resultando los bienes de capital y tanto a como b libremente transferibles de Inglaterra a la India y viceversa, pero no siéndolo así la mano de obra, los salarios, en la India, por lo que a la producción de a se refiere, tenderán a ser el cincuenta por ciento de los salarios ingleses y, por lo que a la producción de b se refiere, la tercera parte. Si el jornal inglés es de seis chelines, en la India será de tres en la producción de a y de dos chelines en la de b. Semejante disparidad en la remuneración de trabajo del mismo tipo no puede perdurar si en el mercado interior de la India la mano de obra goza de movilidad. Los obreros abandonarán la producción de b enrolándose en la de a; este movimiento haría que tendiera a rebajarse la remuneración en a, elevándose en b. Los salarios indios, finalmente, se igualarían en ambas industrias. Aparecería entonces una tendencia a ampliar la producción de a y a desplazar la competencia inglesa. Por otra parte, la producción de b en la India dejaría de ser rentable, lo que obligaría a abandonarla, mientras en Inglaterra se incrementaría. A la misma conclusión se llega suponiendo que la diferencia en las condiciones de producción estriba, parcial o exclusivamente, en la distinta cuantía de capital que en cada caso fuera preciso invertir.
    También se ha dicho que la ley de Ricardo resultaba válida en su época, pero no lo es ya en la nuestra, por haber variado las circunstancias concurrentes. Ricardo distinguía el comercio interior del exterior por la diferente movilidad que en uno y otro tenían el capital y el trabajo. Si se supone que el capital, el trabajo y las mercancías gozan de plena movilidad, entonces entre el comercio regional y el interregional no hay más diferencia que la derivada del coste del transporte. En tal caso, de nada serviría formular una teoría específica del comercio internacional distinta de la atinente al interno. El capital y el trabajo se distribuirían sobre la superficie de la tierra según las mejores o peores condiciones que para la producción ofreciera cada región. Habría zonas de población más densa y mejor surtidas de capital, mientras otras comarcas gozarían de menor densidad humana y de más reducido capital. Pero en todo el mundo prevalecería una tendencia a retribuir de igual modo un mismo trabajo.
    Ricardo, como decíamos, suponía que sólo dentro del país tenían plena movilidad el trabajo y el capital, careciendo de ella allende las fronteras. En tales circunstancias, quiere investigar cuáles serían las consecuencias de la libre movilidad de las mercancías. (Si tampoco la transferencia de mercancías fuera posible, entonces cada país sería autárquico, sumido en un total aislamiento económico; habría desaparecido el comercio internacional). La teoría del coste comparado resuelve la incógnita ricardiana. Cierto es que, más o menos, los presupuestos de Ricardo se daban en su época. Posteriormente, a lo largo del siglo XIX, las circunstancias cambiaron. Disminuyó aquella inmovilidad del capital y del trabajo; cada vez resultaban más fáciles las transferencias internacionales de dichos factores productivos. Pero vino la reacción. Hoy en día, el capital y el trabajo de nuevo ven restringida su movilidad. La realidad actual vuelve a coincidir con las premisas ricardianas.
    Las enseñanzas de la teoría clásica sobre el comercio internacional son ajenas a cualquier cambio en las específicas condiciones institucionales concurrentes. De este modo se nos permite abordar el estudio de los problemas que suscita cualquier supuesto imaginable.»
    La Acción Humana, Mises

    No voy a ser yo quien defienda la ley de hierro de los salarios, si esa supuesta ley es totalmente anti-capitalista, es un argumento similar a uno usado por Marx :lol:
     
  6. RivasE

    RivasE Usuario Nuevo nvl. 1
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    Todo ese aporte no es mas que una defensa del capitalismo salvaje que nos lleva a la deslocalización fabril. Evidentemente para el capital es sumamente conveniente tener libertad de movimientos a la vez que impide la libertad humana, asi, por ejemplo el capital puede trasladar su fabricación a países con salarios de hambre o trabajo infantil pero pone trabas a la inmigración.
    ¿Donde han obtenido esos capitalistas sus primeros ingresos? en la sociedad donde se encuentran, por tanto la sociedad debería de tener también algún tipo de control sobre lo que es la herencia común.
    Pero nos encontramos ante el hecho de que el capital necesita un ejército de parados, una reserva de mano de obra y la busca donde se encuentra, no por justicia social sino para incrementar descaradamente sus beneficios.
    Lo tenemos claro, se pueden buscar excusas en este o aquel teórico al que hasta se le puede premiar generosamente con tal de que argumente en su favor. Ya lo decía el Kaiser Guillermo. "Yo hago la guerra y, si la gano, mis historiadores demostrarán que yo tenía razón".

    La historia actual demuestra que gozan de mas movilidad los capitales que la gente, pareciera que somos los modernos esclavos del capital y estamos a su servicio ¡Adoremos al becerro de oro!

    Yo no tengo nada en contra del capital. He sido director general de una empresa y director comercial en otras. Y también empresario, pero siempre he pensado que el capital debe de estar al servicio de la sociedad o se convierte en un robo simple y descarado. Los romanos y griegos tenían a Mercurio (Hermes) como dios de los caminantes, de los comerciantes y de los... ladrones

    Tu última linea aclara muchas cosas

    Según yo la entiendo no defiendes o dejas de defender la ley por errónea sino por ser anticapitalista ¿Quien acusaba en un mensaje anterior a sus rivales de "fanáticos"'

    Los economistas suelen ser gente que hoy predicen lo que ocurrirá mañana y pasado mañana nos explican el motivo por que ayer no sucedió lo predicho dos días antes. La economía no es una ciencia exacta.
    La ley de hierro fue usada en estudios de Ricardo, Marx y Lassalle y mas o menos se define asi:

    "La inexorable tendencia de los salarios, bajo el régimen capitalista, de fluctuar alrededor del salario de subsistencia (el salario que les permite a los trabajadores cubrir sus necesidades más elementales o primarias y asegurar su reproducción). Sólo temporalmente los salarios podrán elevarse por encima después de haber descendido la tasa de natalidad, como consecuencia de un descenso anterior de los salarios por debajo del mínimo de subsistencia; dicha alza temporal de los salarios provocará un incremento de la natalidad y de la oferta de trabajo, y los salarios volverán a recuperar nuevamente su nivel natural o de subsistencia."

    ¿Cual es el nivel de subsistencia? Pues esa es la cuestión, no solo entran consideraciones económicas sino también culturales como ya expliqué en otro post.
    He repetido hasta la saciedad que no soy comunista, sin embargo hay un hecho constatable: Tras la debacle de la URSS el capitalismo salvaje se ha hecho dueño del poder. Frente a la URSS y quizás por miedo, los capitalistas consentían en un reparto mas generoso de sus beneficios (el llamado capitalismo de rostro humano), ahora embravecidos por su triunfo se creen en el derecho de esquilmar al trabajador, estamos viendo y viviendo en todo el mundo como el reparto de la tarta aumenta sin cesar la parte de los beneficios empresariales mientras el trozo de la tarta de los salarios va disminuyendo paulatinamente.
    ¿En que proporción han aumentado los grandes capitales y en cual lo ha hecho el salario a precios constantes?

    Espero tu respuesta, compararemos tus datos con los mios.

    Saludos
     
    #102 RivasE, 17 Dic 2014
    Última edición: 17 Dic 2014
  7. AxLogan

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    1- La ley es errónea.
    2- Soy capitalista (liberal).
    3- La ley es usada (con cierta diferencias) por marxistas y anti-capitalistas en general.
    Que yo afirme ""2"" y que por lo tanto no la defiendo por ""3"", contradice la veracidad de ""1""? De hecho hay una conexión implicita entre ""1"" y ""2"", soy capitalista porque, en mi opinión, las "teorías" marxistas y anti-capitalistas son erróneas.
    La explicación anterior no sería necesaria si antes de comentar reflexionaras un ratito.

    Sí, es cierto que a los grupos privilegiados, a varios empresarios, les interesa eso, pero no es lo que propone el liberalismo:
    «El liberalismo se basa en la libertad de movimientos de personas, capitales y mercancías. Remarco personas: las fronteras las imponen artificialmente los Estados. No es capitalismo, es estatismo.»
    De hace unos minutos atrás:
    [​IMG]

    Paremos con los hombres de paja, yo no te invento cosas para luego atacarlas, te pido que tú no mientas y digas cosas que yo no he afirmado en ningún lado.

    PS: Da igual que quieras refutar la ley de asociación de Ricardo, Krugman, tú Krugman, demostró de otra forma lo mismo, y llegó a las mismas conclusiones ¡¡Bravo Krugman!!
     
  8. RivasE

    RivasE Usuario Nuevo nvl. 1
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    1- ¿Si? Explica los motivos, por favor.
    2- De lo primero no tengo dudas, de lo segundo si. No conozco personalmente a ningún capitalista que sea liberal mas allá de las tertulias de café ¿Algún estado capitalista practica el liberalismo? Me gustaría conocer uno pero no lo hay, es mas, el liberalismo como lo predicas y el capitalismo son enemigos,. Hoy por hoy el liberalismo no es mas que una utopía.
    3-Naturalmente, si es una ley que contiene algo que no gusta a los capitalistas ya tendrán estos el cuidado de no citarla. Pero la palabra "usarla" no la acabo de entender en este contexto.

    No es "mi" Krugman, yo no tengo dioses ni guardo fidelidad incondicional, simplemente veo los desastres del capitalismo y, mira, lo que he leído en mi trabajo me ha escandalizado. Leí un libro sobre la alta dirección empresarial, uno de sus postulados indicaba que debía ser parcial con el trato a mis trabajadores, premiar a un grupo en perjuicio de otro para crear rencillas dentro de ellos, mas adelante premiar al otro grupo perjudicando al primero. Con eso y otras cosas parecidas que me resisto a citar se lograría dividir al personal, tener chivatos, etc. Algo odioso para mi forma de pensar. Creo que es el único libro que he destruído en mi vida. No he leído de Krugman sino una serie de artículos, sin embargo el odio que manifiestas hacia él me hace pensar que es mejor de lo que yo creía. Igualmente pienso que Hayek era un hombre honesto y que creía lo que decía, sin embargo todos, todos, los que lo citan -y esto no lo digo por ti, que al fin y al cabo no te conozco- me parecen poco congruentes entre lo que dicen y lo que hacen.
    Pero yo, que no soy teórico de oficina sino persona que ha pisado la calle continuamente no veo que me hayas respondido a varias cosas como la desregulación bancaria o el fracaso de la política restrictiva. Europa se encamina hacia la bancarrota por las medidas supuestamente neoliberales.

    La frase de Rallo es cierta pero no basta con escribirla, queda por dilucidar que cosa es libertad y que cosa es libertinaje. Ya decía Adam Smith que el Estado debería vigilar a la postre los excesos del capitalismo. Y lo hemos visto con las leyes anti-trust. Nosotros teníamos especial cuidado en no tener mas de un 35% de mercado en uno de nuestros productos para evitar ser la diana de todos los ataques sin embargo teníamos relaciones corteses con los tres mayores competidores nuestros a los que informábamos y nos informaban de los productos que iban a lanzar y precios correspondientes. Sin embargo yo estaba obligado a decirles a mis vendedores que "con el enemigo ni agua".

    Era duro y dificil guardar el equilibrio, para la empresa yo era de izquierdas, para los vendedores yo formaba parte del equipo dirigente. Quizas me equivoque, pero sigo pensando que eres joven y no has hecho labor de campo.

    Debió de ser muy duro para Saulo caerse del caballo camino de Damasco :jaja:
     
  9. AxLogan

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    1- Soy tu criado ahora? Tú mismo dices que no es cierta y quieres que te lo explique? Qué es esto, un juego? A ver quien sabe más... No jodas flaco.
    2- No me voy a poner a pelear por los términos, lo importante es que entendamos el contexto y el uso que le damos, sabes bien (porque creo que no tienes algún retraso) que cuando yo hablo de capitalismo me refiero al capitalismo de libre mercado, no al capitalismo clientelista, o "a lo que hay ahora". Sería bueno que hicieras el mismo esfuerzo que hago yo por leer en el contexto.
    3- Es lo que te dije, los liberales son liberales porque creen que las teorías marxistas (o lo que sea) son erróneas, de ahí que no las usen, porque consideran que son falsas, más claro echarle agua.

    No me importa si es tu Krugman o no, el caso es que le has dado autoridad al recalcar su nivel de "premio nobel de economía", y resulta que el premio se lo ganó justamente por lo que hago mención acá, como dicen: por la boca muere el pez :)
    Yo leí un libro que dice que todos los que usan el nick Rivase les pone la zoofilia, y como lo leí en un libro debe ser cierto
    [​IMG]

    No odio a Krugman, celebro la tesis por la cual se ganó el nobel, y me burlo de cuando quiere pontificar sobre temas que no maneja, y receta medidas que cuando se cumplen, crean una de las mayores crisis económicas de la historia de la humanidad. Pensé que había quedado claro que en este tema, defendí a Krugman a la vez que lo ataqué (sus ideas [te lo aclaro porque parece que hay que ser bastante explícito contigo]).
    Really? Ese es tu argumento?
    [​IMG]

    Otro más que no entiende la relación entre teoría y realidad. Popper please ayudame!!
    Toma amigo, deja de hacer el ridículo: http://www.raularagon.com.ar/biblio... La Logica de la Investigacion Cientifica.pdf
    Amigo, sino sabes leer bien no sé que puedo hacer para ayudarte, ya te respondí esas cosas, y no sólo ahora, porque hace un tiempo tuvimos un debate sobre los ciclos, y después de un rato "desapareciste", para que me voy a poner Ave y acusarte de arrancar po :lol:

    Que bueno que te enteres de que es lo que SÍ dicen los liberales para que dejes de inventar y atacar muñecos de paja.
    Así que basas tus teorías en TUS vivencias? Mira, que linda generalización ahh!!

    Esta parte se me había ido:
    Así que toma: http://newmedia.ufm.edu/gsm/index.php/Zanottimercado
     
  10. RivasE

    RivasE Usuario Nuevo nvl. 1
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    ¡Que bien! Soy algo vanidoso y colecciones referencias -buenas y malas- para sentirme importante :jaja::jaja::jaja:

    O sea que yo expongo la ley de hierro tu dices que es erronea, te pido que lo expliques y sales con esa respuesta, ¿Quien está jugando¿

    Naturalmente. Tu quizás hayas leído a economistas, pero ¿Que sabes de la realidad?. Los teóricos de salón no me valen- No recuerdo la discusión sobre los ciclos pero si que no has respondido a lo que de verdad he planteado ¿Cual es tu respuesta a mis palabras sobre el origen de esta crisis?

    ¿Debo de entender que quien calla otorga y estás de acuerdo en que fue provocada por la desregulación tan querida por los liberales?

    ¿Me equivoco si afirmo que no has trabajado en ninguna empresa?

    Saludos
     
  11. RivasE

    RivasE Usuario Nuevo nvl. 1
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    El patético neoliberalismo de la Comisión Europea




    Vicenç Navarro


    Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra


    Uno de los personajes más patéticos (y no hay otra manera de definirlo) en el escenario político europeo es Olli Rehn (a partir de ahora, OR), el Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, y máximo portavoz del neoliberalismo en la Comisión Europea. Reproduce acríticamente sus recetas, que han llevado España al desastre, y todavía hoy continúa insistiendo en la necesidad de las políticas de austeridad, señalando que están dando fruto pues España está saliendo de la crisis. Esta postura es ampliamente compartida por la Troika (el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), aun cuando el FMI parece que se está distanciando de dicha postura. Pero OR es de los dogmáticos de la fe neoliberal, totalmente impermeable a la evidencia presente en los datos, que no confirman su creencia.


    Tres han sido las políticas públicas que OR más ha promovido para España. Una es la reducción y eliminación del déficit público, pues España, según él, debe comportarse como una familia que no puede gastarse más de lo que tiene, presentando el déficit público como la causa de la crisis. Lo que es extraordinario es que este personaje (así como muchos de los analistas económicos pertenecientes a este dogma, ampliamente promovido en los medios, tanto en Catalunya como en el resto de España) esté constantemente acentuando que el elevado déficit público español es la causa de la crisis económica actual en España. A no ser que el déficit público baje y se elimine, España –según OR– no saldrá de la gran depresión (en España hablar de recesión es claramente insuficiente para definir la situación de la economía). Y los periodistas que le entrevistan toman nota y publican esta explicación de la crisis sin nunca hacerle al señor OR la pregunta obvia: ¿puesto que España estaba en superávit y no en déficit cuando se inició la crisis, cómo puede usted señalar que la causa de la crisis es el déficit público cuando España estaba en superávit? El que los periodistas no le hicieran tan obvia pregunta es señal de que los periodistas de este país no parecen entender los indicadores económicos.


    En realidad, todos los datos muestran que fue la crisis la que creó el déficit público y no al revés. El enorme desempleo, creado, en parte, por las políticas de austeridad y recortes del gasto público, fue lo que creó una ralentización de la demanda y del crecimiento económico, causa de la dramática reducción de los ingresos del Estado (consecuencia de que la gran mayoría de los impuestos en España se basan en las rentas del trabajo y muy poco en las rentas del capital). Eso fue lo que disparó el déficit público. La combinación de recortes del gasto público junto con la reducción de los ingresos al Estado, resultado, entre otros factores, del desempleo (26% de la población activa), fue lo que causó que el déficit público se disparara. Los datos que apoyan esta interpretación están ahí para todo el que quiera verlo. Decir, como OR continúa diciendo, que el elevado déficit público es el que causó la crisis es más que una frivolidad. Es una falsedad que no puede atribuirse a la ignorancia. Pero lo que es igualmente censurable es el silencio de los medios, resultado de su enorme docilidad hacia el poder.


    El apóstol del austericidio: el comisario Olli Rehn


    El otro error (que, de nuevo, podría definirse como falsedad) es la aseveración de que el Estado es como una familia, que todo el mundo sabe que no puede gastarse más de lo que ingresa. OR continuamente subraya esto y se queda tan pancho. El diario digital “Nada es gratis” de Fedea, la plataforma del gran capital cuya ideología es el neoliberalismo, también repite esta frase constantemente. Por lo visto, la familia Rehn debe ser multimillonaria y comprarlo todo en metálico (sea una casa o un coche). Pero la mayoría de las familias se endeudan, es decir, la economía familiar funciona a base de crédito. Y lo mismo pasa con los Estados, que tienen que pedir dinero prestado para educar a nuestros hijos y nietos, para invertir en infraestructuras que les beneficiarán también a ellos, y un largo etcétera.


    Pero hay otro problema con la homologación de las familias con los Estados, que por lo visto OR desconoce. El Estado puede tener lo que una familia no puede tener. Es decir, puede tener un banco central que imprima dinero y le ayude a que los intereses que tiene que pagar por sus bonos públicos no sean más elevados de lo que el Estado pueda pagar. Los bancos centrales pueden comprar deuda pública y con ello forzar a que los intereses bajen. Las familias no tienen esta posibilidad. Pero lo que OR parece desconocer es que en la UE tampoco los Estados tienen bancos centrales que puedan ayudarles. Y ahí está el problema, que los Estados son muy vulnerables a la especulación de los mercados financieros, pues no están protegidos por el Banco Central Europeo, que como he dicho muchas veces no es un banco central sino un lobby de la banca. De ahí que España haya tenido que pagar una cantidad elevadísima de intereses para poder conseguir dinero de la banca privada. Y el Sr. OR fue uno de los que apoyaron este sistema. Y ahora tiene la osadía de decir que el Estado tiene una deuda pública demasiado elevada y un déficit público demasiado elevado, y de ahí que surja el problema de no poder conseguir préstamos a unos intereses razonables, pues los famosos mercados financieros no confían en los Estados.


    La nula credibilidad de esta postura apareció claramente cuando el Sr. Draghi, con solo una frase (indicando que compraría deuda pública), provocó que bajaran los intereses que pagaba el Estado español de una manera automática y acusada. Si el BCE hubiera dicho y hecho esto, la recesión no habría ocurrido como ocurrió. Esto, de nuevo, es obvio. Pero los periodistas nunca le hicieron esta observación.


    La complicidad de los medios en el austericidio


    Otra frivolidad de este personaje es su otra propuesta para salir de la crisis: la reducción de los salarios para hacer la economía más competitiva. Otro dogma neoliberal. Es interesante que el Sr. OR nunca (repito, nunca) ha sugerido que bajen los beneficios empresariales (pues, según los libros de economía, los beneficios son también parte de los costes de producción y, por lo tanto, los precios podrían también bajarse mediante la reducción de los beneficios). En realidad, a medida que lo salarios han ido bajando, los beneficios han ido aumentando. ¿Por qué no reducir los beneficios? Pero esto no está en el escenario del Sr. OR. Cuando habla de sacrificios, se supone que solo los trabajadores tienen que hacerlos. Lo que OR desea es ir bajando los salarios, para que los países de la UE compitan entre sí para ver quién los baja más, en una dinámica que nos llevará a Bangladesh. Esta bajada de salarios, junto con los recortes, nos está creando un problema enorme de falta de demanda. Pero esto es demasiado complicado para que OR lo entienda.


    Estas políticas que está imponiendo OR han sido definidas, con razón, como el austericidio. La única interpretación de su insistencia es su dogmatismo, impermeable a la evidencia empírica, o una extraordinaria incompetencia, lo cual no excluyo. Conozco bien cómo funcionan cada una de las instituciones de la Troika (tengo personas conocidas que trabajan en ellas y por mi profesión tengo que leerme sus documentos), y es sorprendente la insuficiencia de conocimientos, cuando no mera incompetencia. Un caso muy claro de esta incompetencia es la aseveración que hizo ya en diciembre de 2013, indicando que España estaba saliendo ya de la crisis. Tres semanas más tarde, el 23 de enero de 2014, se anunciaba que el desempleo había subido, llegando al máximo nivel alcanzado hasta entonces. Un tanto idéntico está ocurriendo ahora. Y el Sr. OR tan tranquilo, dando entrevistas sin que ningún periodista le presente con datos que cuestionen sus dogmas. En realidad, tal personaje no podría mantener ninguna credibilidad si no fuera por la docilidad de los grandes medios, controlados por el gran capital. Así de claro.






    http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2014/05/16/el-patetico-neoliberalismo-de-la-comision-europea/
     
  12. AxLogan

    AxLogan Usuario Habitual nvl.3 ★
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    No, si sólo estoy mostrando la "lógica" de tu lógica.

    My bad, pensé que habías negado la validez de la ley de hierro, so (y como tienes memoria selectiva), te dejo unos links, así puedes leerlos cuando quieras :) :

    a) http://econo-miaytuya.blogspot.com/2014/07/marx-y-los-salarios-rebeldes.html
    b) http://econo-miaytuya.blogspot.com/2014/06/uno-de-los-graficos-mas-erroneos-de.html
    c) http://juanramonrallo.com/2014/08/el-capitalismo-incremento-los-salarios-de-los-estadounidenses/
    d) http://juanramonrallo.com/2013/08/eeuu-sin-salario-minimo/
    e) http://juanramonrallo.com/2011/08/¿pueden-los-empresarios-explotar-a-los-trabajadores/


    Entiendo la realidad mucho mejor que tú, de partida sé conoce su "profundidad", con algo que se llama "teoría"; por eso sé que hacer teoría de mis vivencias es un error, una generalización sin sentido, que sólo alguien que no tenga ni una pizca de conocimiento en epistemología, ni de sentido común, podría llevar a cabo.

    No te acuerdas de nada, porque el ABCT explica los ciclos como la expansión artificial del crédito, origen, este, de las crisis, así que sí, sí contesté tus dudas. Puedes buscar en mis comentarios antiguos y encontrar donde te lo explico, no voy a hacerte esa pega :)

    Debo entender que estás cayendo en la siguiente falacia, don argumentador?

    Es sabido por varios de por acá, que en la actualidad estudio y trabajo, así que sí, te equivocaste una vez más :lol: