Son una manga de wns flojos y curados que hace ratito están mezclados con los españoles, lo único que les queda son los apellidos, se ponen sus vestimentas solo para protestar y para eventos. Estos wns quieren tierras para venderlas y seguir tomando, porque no las trabajan. Supieran todas las regalías que tienen solo por tener un apellido mapuche.
seguro que tu te vistes de huaso todos los dias como buen chileno no? haz estado alguna vez en una comunidad mapuche? Ahi queda harto mas que solo apellidos. Y para no desviarse del tema la propuesta de esta nota va mucho mas alla que demanda de tierras. Releela comprensivamente esta vez y te daras cuenta.
El derecho indigena cultural ya está reconocido y se puede seguir implementado pero sobre las leyes y derecho de la nación chilena, no se debe permitir derecho indigena separatista, por ejemplo no pueden haber municipios indigenas, porque en estos territorios no solo viven indigenas y pertenecen al estado de Chile, lo mismo para todo lo demás. Este tipo de inciativas solo buscan el separatismo, no se deben fomentar ni permitir.
Número uno no es una idea zurda, según tengo entendido es una idea practicada hasta en EEUU y sus pueblos indígenas, tienen hasta estatutos propios que varían dependiendo del estado en el que se encuentren. Dos, la revolución del pueblo mapuche ya es, no necesita ningún tipo de intervención política, se guía por sus principios propios. Tres, hay que aprender a diferenciar entre Estado y Nación y comprender las razones por las cuales el Estado asume responsabilidad en el tema Mapuche..., la lectura no mata amigo, la falta de esta si, mata neuronas. La NACIÓN es la comunidad más amplia que existe y su finalidad es generar entre las personas un vínculo de unión. La nación, además hace referencia a un conjunto de personas que se encuentran unidas por vínculos comunes como son la lengua, la raza, la cultura o la religión. En una nación también se comparten las costumbres y las tradiciones que van conformando su historia. El ESTADO, por su parte, hace referencia a una agrupación humana que habita en un territorio común y que estó asociada bajo una misma autoridad y bajo unas mismas normas que constituyen el gobierno. Los Mapuches insertos en la sociedad conocen sus derechos y saben de que trata la lucha de su pueblo.
Bluescifer estas adaptando los terminos nación y estado a tu pensamieto e interes político, de hecho el concepto de nación se discute porque hay posturas distintas de varios autores, no hay una claridad. Si tu concepto fuera aplicable entonces tendriamos la nación evangélica, la nación Punky, tu nación homosexual, etc... en el concepto occidental de nación es lo mismo que estado, por lo tanto el territorio y la ley se aplican a todos por igual y eso lo ordena el estado o nación de Chile.
osea que chile, como no solo viven chilenos , es actualmente inviable que se llame asi , bajo la misma logica.... los mapuches ya son nacion y lo son de antes de chile. el gusto españolado de destruir las raices , por eso la raza es la mala.
Todos los mapuches son chilenos porque nacieron en Chile, respecto a nación mapuche nunca existió porque eran una tribu ocupando un territorio, y no son la única tribu que habitó Chile, hay varias. Los mapuches tenían aristocracia tribal y jefatura tribal, nada más.
[h=1] Para debatir http://biblioteca.serindigena.org/libros_digitales/cvhynt/v_iii/t_iii/v3_t3_c7-IV_.html IV. Nación, Estado Nacional y nacionalismo[/h] Algunos de los cuestionamientos fundamentales que han presentado los parlamentarios chilenos, a las propuestas de Reconocimiento legal de los indígenas, se refieren a que éste produciría el efecto de socavar la unidad nacional, y que Chile en cambio- es un Estado unitario; que la soberanía, recae en la nación, y cualquier grupo de ella que la reclame, vulnera la misma Carta fundamental. Estas críticas parten de supuestos falsos y se afirman en hipótesis no demostradas, meras especulaciones. Por una parte, la adscripción de la Carta al modelo unitario de Estado(que es además la forma que ha tenido siempre el Estado chileno) se refiere a la forma de distribución del poder en el territorio del Estado. Pero que otros países hayan en cambio, preferido otro modelo, por ejemplo el federal, no implica un división de la nación. La forma jurídica del Estado es asunto relacionado pero diferente de la soberanía nacional. La idea de soberanía, que en la Constitución chilena se predica de la nación (a diferencia de muchas constituciones que prescriben que esta reside en el pueblo), cuando este puede mantener en el ámbito interior la paz y el orden y que puede proteger externamente las fronteras (Habermas, op. cit.: 84) Es decir, tiene una dimensión interna, que consiste en que no hay otro poder que se sobreponga al Estado, y al orden jurídico; y uno externo, que implica tener el status de sujeto de derecho internacional, reconocido por los otros estados como miembro independiente. Por lo mismo, no hay otra entidad que pueda ejercer la soberanía dentro del Estado, esto afecta la constitución misma del Estado (de ahí que en el derecho internacional existe un estatuto especial en el caso de Estado que se encuentran en guerra civil, y uno de los bandos ejerce el poder en una parte del territorio). En el caso de las autonomías, no es que el Estado entregue la soberanía, o que esta se vea vulnerada, sino que la forma en que se ejerce la soberanía no es a través de un Estado unitario (v. gr. Chile), es decir no hay un sólo centro de poder; pero en otro sentido- las autonomías forman parte del Estado, pues están previstas por el propio ordenamiento jurídico (la mayor de la veces en la Constitución). Así, la autonomía no otorga soberanía -que no es una atribución de la Nación, sino del Estado-, otorga jurisdicción. Pero además, la referencia de la Carta a que la soberanía reside en la nación (asunto diferente a la forma jurídica del Estado), presume el hecho que Chile está formado por una sola nación. Esta es la idea del Estado nacional. Según la comprensión moderna. Estado es un concepto definido jurídicamente que en el orden material hace referencia a un poder estatal soberano tanto interna como externamente; en términos especiales, se refiere a un territorio claramente delimitado; y, socialmente. a la totalidad de los miembros, es decir, al pueblo propio de un Estado (Habermas, op. cit.: 83). La idea de nación, sólo a partir del siglo XIX se entiende como pueblo propio de un Estado, vinculándolo directamente a la idea de Estado, pero el término nación puede entenderse en diferentes sentidos, de acuerdo a la época histórica de que se trata. Para lo romanos por ejemplo natio era opuesto a civitas;, los miembros de las naciones no tenían los mismos derechos que los ciudadanos romanos, no estaban integradas al marco estatal de Roma y sólo tenían relaciones de vecindad y lingüísticas. Este sentido se le atribuyó hasta la edad media, y estaba asociada desde un principio la procedencia nacional atribuida por otros con la delimitación negativa de lo extraño respecto de lo propio (Habermas, op. cit.: 86) . Para la época medieval, la nación asumió, en cambio, un sentido distinto. Se entendía a la nación, como cierta clase de súbditos, que tenía una existencia política restringida. Mientras al pueblo (entendido como la totalidad de los súbditos) se les negaba la titularidad de derechos (y por ende, su condición de ciudadanos) , la nobleza, gozaba de esta representación frente al poder de la Corte. La transformación de la nación de la nobleza en nación étnica un proceso que avanza desde finales del siglo XVIII- presupone , en definitiva, un cambio de la conciencia inspirado por los intelectuales. Este cambio se llevó a cabo primeramente entre la burguesía urbana... La conciencia nacional del pueblo se condensa en comunidades imaginadas reelaboradas reflexivamente mediante historias nacionales, comunidades que llegaron a ser el núcleo de cristalización de una nueva autoidentificación colectiva (Habermas, op.cit.: 87). Vale la pena destacar que la nación no constituye una organización natural y que por ello, no tenga referencia alguna en su conformación, la voluntad de quienes los integran. La nación entonces, es un ente artificial, en el sentido que no existe desde siempre, o independiente de sus forjadores. Una concepto naturalista de la nación favorece posiciones etnocéntricas y fundamentalistas. Esta discusión, en todo caso, nos remite a la definición misma de nación (ya entendida como nación étnica). Según Martínez (1999) existen tres enfoques teóricos a la hora de analizar la identidad nacional, primordialismo, instrumentalismo y constructivismo. Mientras algunos ponen énfasis en los elementos objetivos lengua, cultura, raza-, otros lo hacen en los subjetivos. La nación en definitiva, sería un fenómeno de conciencia que se activa para determinados fines (Martínez, 1999:28). Azcona(1984) en cambio (citado por Martínez) sostiene que el nacionalismo vasco y todos los nacionalismos son construcciones sociales, humanas, en cuya edificación se emplean materiales objetivables empíricamente, pero con una significación de naturaleza diferente de la que poseen en su empiricidad (Azcona, op. cit.: 117). En el fondo -complementa Martínez- el surgimiento y la vivencia colectiva de una conciencia nacional diferenciada dependen de la capacidad de todo proyecto político de generar símbolos de legitimación social y de su habilidad para reproducirlos y mantenerlos (Martínez, op. cit.: 29). La idea de nación y la identidad nacional, tienen aspectos o dimensiones positivas, que en la historia universal han provocado avances sólidos de la humanidad hacia una sociedad más democrática; pero asimismo, ha sido el sostén ideológico para el genocidio y el imperialismo. Habermas (op. cit.) sostiene que la noción del Estado nacional, es decir, la idea de que los súbditos de un Estado conforman una agrupación más o menos uniformes, que comparten tanto elementos subjetivos como objetivos y poseen una identidad común, favoreció el tránsito de una sociedad medieval la época moderna, desde un Estado monárquico hacia la conformación del Estado democrático de derecho, a través de la integración social sobre la base de un nuevo modo de legitimación (Cfr. Habermas, op. cit). En efecto, la formación de los Estados modernos, especialmente de algunos países de Europa (como Alemania, Italia, Francia), y de América implicó que por razones más bien azarosas, de la noche a la mañana personas que no tenían nada en común se encontraron bajo un mismo poder estatal; sólo la idea de nación, permitió que la figura del estado tomará vigor, que con la sola vinculación ciudadana, no podría adquirir. En fin, la idea de Estado nacional, facilita la transformación de un Estado monárquico, en que la soberanía reside en el Príncipe, y que por lo mismo las facultades concedidas a los súbditos son reconocidas como libertades subjetivas (verbi gracia, el acta habeas corpus de 1215), a una Estado donde la soberanía reside en el pueblo, y sus facultades son por lo mismo, derechos del hombre y del ciudadano. Así las cosas, es claro que Estado y Nación son dos cosas diferentes, y que se encuentran relacionadas en la coyuntura histórica de la conformación del Estado moderno. Habermas sostiene que este es el aspecto positivo de la idea de Estado nacional, y de la identidad nacional. En forma directa, la generación de este sentimiento de sentirse como parte de una identidad cultural que se identifica con una forma jurídica: el Estado de derecho, que a su vez trae consigo la noción de la dignidad humana, los derecho humanos, la democracia y la responsabilidad de los gobernantes. Por otra parte, en general, en las sociedades modernas, los grupos de poder deben recrear constantemente los símbolos y llenarlos de sentido para que puedan guiar el camino de unas representaciones colectivas en proceso constante de cambio (Martinez, op. cit.:29), lo que implica la uniformización en torno a una sola identidad nacional. No obstante, como reconoce el propio Habermas, detrás de una fachada tal (un pueblo presuntamente homogéneo) se esconde tan sólo la cultura hegemónica de una parte dominante (Habermas, op. cit.: 94). De tal forma que el Estado nacional entra en conflicto con la nación étnica, la noción de universalidad de los derechos, con la particularidad de las identidades culturales y la diversidad. Por ello, es que Habermas plantea que la luz en el túnel, debe buscarse en una armonización entre la concepción de ciudadanía y la identidad nacional étnica. El nacionalismo, es decir la radicalización del discurso nacional, contiene en sí otros riesgos que ya se han planteado en la primera parte de este trabajo. Pero que básicamente pueden resumirse en el peligro de que el discurso nacional se puede volver propagandístico y permitir a las minorías ejercer una dominación sobre la sociedad (v. gr. Los discursos por la libertad y anti musulmanes del gobierno norteamericano). Por otra parte (y aplicable a las minorías nacionales) , que la noción de nación como estado natural se sobreponga y genere una posición etnocéntrica, dónde el objetivo de los connacionales es afirmar la independencia de la nación a cualquier costo.
Significa quemar fundos, destruir maquinaria, apedrear a carabineros y llorar por acontecimientos que ocurrieron hace siglos atrás.
jaja, estamos claros que exsitian muchas tribus, antes de, pero son practicamente la unica que aun sobrevive y eso ya les da mis repetos y creo que el derecho a ser reconocidos a ser una nacion. y no por nacer en chile eres chileno. si fuese asi, la pelea no seria contra los mapuches, seria contra chilenos . y ahi tienes una paradoja.
El concepto de tribu desde la antropología: Definición crítica (en clave antropológica) Tanto para evolucionistas como para funcionalistas,[SUP]2[/SUP] la tribu es un grupo social con una organización pre-estatal, basada en la agrupación de numerosas familias y... aquí se acaba el acuerdo. Para los evolucionistas, estamos ante uno de los cuatro estadios esenciales[SUP]3[/SUP] [SUP]4[/SUP] que marcan la evolución de la sociedad: banda, tribu, jefatura y Estado, donde la relación con el territorio (inexistente, con respecto a las bandas y tribus, necesaria por lo que hace para entender a la jefatura y al Estado[SUP]5[/SUP] es clave por categorizarlas. El funcionalismo considera que la existencia o no de una asociación territorio/grupo social no es el hecho determinante, sino que se basa en si el orden social está fundado en un poder centralizado y existe segmentación social (jefatura y Estado) o el poder es no centralizado y no existe segmentación social (banda y tribu).[SUP]2[/SUP] La generalización del uso del concepto tribu a diferentes grupos sociales de cualquier parte del mundo hace aflorar contradicciones en cualquiera de las dos aproximaciones: en la Polinesia las tribus tienen una cierta segmentación social (aristocracia tribal[SUP]6[/SUP] ) y poder central (el jefe de la tribu asume funciones ejecutivas, militares y económicas, además de las religiosas, que van más allá de las típicas de un big man;[SUP]7[/SUP] );[SUP]6[/SUP] en Nueva Zelanda las tribus (iwi), son el resultado de la agregación de grupos de descendencia cognaticios (hapu) con un territorio claramente delimitado;[SUP]8[/SUP] en la India los estudios etnográficos desarrollados entre 1881 y 1961 nos muestran que estamos ante unas 50.000 subcastas agrupadas en 3.000 castas que dan lugar a 427 tribus, agrupación que no responde a ninguno de los dos ejes mencionados: se presume que su origen proviene de la evolución en la división del trabajo y de la intrusión del legislador brahman, que al codificarlo lo fijó.[SUP]9[/SUP] Por otra parte, en la sociedad árabe preislámica las tribus venían determinadas por hechos religiosos (como, por ejemplo, compartir sacrificios[SUP]10[/SUP] ), en Siberia se basaban en uniones exogámicas de filiación patrilineal (intercambio de mujeres[SUP]11[/SUP] ), en Japón una misma palabra (zoku[SUP]12[/SUP] ) designa tanto a familia como a tribu o raza, en Alaska las tribus estaban formadas por casas (que son agrupaciones diferentes de familias, también existentes en sociedades arcaicas de Guinea o Madagascar o en la edad medieval de Europa o del Extremo Oriente[SUP]13[/SUP] ) que mantenían una fuerte autonomía económica y política... Una verdadera constelación de significados bajo un concepto demasiado potente como para que pueda ser descrito de una única forma, sin olvidar que la aproximación a estas realidades se ha hecho muchas veces con ojos románticos que buscan (y por lo tanto, ven) el exotismo[SUP]14[/SUP] [SUP]15[/SUP] de aquello diferente. Otro aspecto que complica la conceptualitzación de tribu viene dado por la falta de teorías documentadas empíricamente que demuestren cómo las tribus evolucionan hacia las jefaturas.[SUP]3[/SUP] Con todo, y teniendo en cuenta que ningún antropólogo ha podido ver en estado puro ni bandas ni tribus ni jefaturas, puesto que la antropología apareció mucho después del nacimiento del Estado,[SUP]16[/SUP] hay evidencias arqueológicas, relatos históricos y hechos actuales que permiten establecer una serie de hechos básicos asociables a las tribus: grupos sociales con producción no intensiva de alimentos (horticultura y pastoreo), poblados y grupos de filiación sin una estratificación social determinante (aunque, como pasa con los nuer de Sudán, cuando las tribus son muy grandes aparece otro tipo de segmentación denominado OLS: organización en linajes segmentarios, que apuntan a antepasados comunes[SUP]17[/SUP] ), un gobierno central insuficiente como para forzar el cumplimiento de sus decisiones[SUP]18[/SUP] (como ejemplo del impacto que en la vida social tiene el carecer de un poder central fuerte, Bronislaw Malinowski[SUP]19[/SUP] describe con mucho detalle en el capítulo IV (Canoas y Navegación) las extensas y prolijas negociaciones y reglamentaciones, necesarias para la organización social del trabajo en estos grupos sociales categorizables como tribus,[SUP]20[/SUP] - que esta carencia hace imprescindibles en el momento en que los jefes de las tribus de las comunidades de Tobriand y Kitava piden construir una canoa para ellos), derecho basado en la consanguinidad y no en el contrato,[SUP]21[/SUP] y, finalmente, absoluta desigualdad de género.[SUP]22[/SUP] En general en África se ha asimilado el concepto de tribu al de nación como en el caso de entidades socio políticas estatales como los Yorubá, los Mandinga, los Mossi, y centenares de conjuntos culturales y estatales que en ningún caso pueden ser considerados como tribu. Este tipo de definición peyorativa minimizaba la importancia de las entidades sociopolíticas africanas como forma de justificar la intervención del colonizador con un sistema supuestamente superior. Asimismo los antropólogos colonialistas hicieron uso del término como herramienta de división que justificaría las fronteras impuestas, ese es el caso de la división del grupo cultural Fang en grupos menores atendiendo a criterios lingüísticos no científicos. Como análisis crítico final, hace falta decir que la enorme dificultad que la Antropología ha encontrado en el momento de definir tribu pone de relieve las carencias reales de los fundamentos empíricos de la vía antropológica de su estudio.[SUP]2[/SUP]