Antecedentes: Jorge Schaulsohn Fue diputado, presidente de la cámara baja y presidente del Partido Por la Democracia. Renunció a la Concertación, y formó junto ex Senador Flores el partido Chile Primero (Que está rip). Sobre el artículo que copio y pego, les puedo decir que Schaulsohn jamás lo ha desmentido, en el se le acusa de ser complice de armar un montaje para encubrir a los culpables de un asesinato de la dictadura, se le acusa de ser el gestor de la censura en el Diario La Nación Este artículo fue publicado en 1996 y por arte de "magia" fue censurado por largos 6 años en todos los medios de comunicación. EL CASO STOULMAN-PESSA El domingo 29 de mayo de 1977, en el aeropuerto de Ezeiza (Buenos Aires), el matrimonio judío-chileno formado por Jacobo Stoulman Bortnik y Matilde Pessa Mois fue detenido por un operativo conjunto de agentes de las dictaduras militares argentina y chilena, sacado rápidamente de la terminal aérea y conducido a lugares de interrogación y tortura. En la losa de Ezeiza, al pie de la escalerilla de un avión de la línea Braniff y subiendo a un auto como presuntos pasajeros VIP fue la última vez que se vio al matrimonio Stoulman-Pessa con vida. La Operación Cóndor había dado un nuevo golpe maestro, y a partir de ese momento una densa madeja de elaborados operativos distractores, traiciones familiares, deslealtades societales y comunitarias e intereses económicos comenzó a tejer una densa niebla sobre el doble secuestro y otros once crímenes y desapariciones relacionadas en Buenos Aires y Santiago. En este oscuro asunto tuvieron algún importante grado de participación (y de responsabilidad) relevantes miembros de la comunidad judía en Chile, muchos de ellos partidarios de la dictadura pinochetista hasta hoy, y notorios votantes UDI. A los 43 años de edad, Jacobo Stoulman Bortnik era, paradójicamente, el menos anónimo de esos personajes. Sin militancia política conocida, inteligente y seductor, en sólo ocho meses en 1976 su empresa Cambio Andes, ubicada en Agustinas al llegar a Ahumada, había captado a los más codiciados inversores, en particular los de la comunidad judía. Estrella en alza del mundo financiero, Stoulman no podía ser secuestrado en Chile sin que se armara un escándalo. La DINA chilena, la poderosa central de inteligencia de Manuel Contreras que asesinó a Orlando Letelier en Washington y al general Carlos Prats en Buenos Aires, buscó la captura de ese matrimonio tanto por las necesidades de financiamiento de una DINA vetada desde el gobierno de Jimmy Carter, como por dar un severo golpe político al Partido Comunista y a su aparato financiero, que también utilizaba los caros y eficientes servicios del cambista Stoulman. La policía secreta sabía que Jacobo Stoulman manejaba los dineros de grandes inversores locales, los suyos propios y los que el financista chileno-húngaro Klein (tío del ahora famoso y generoso empresario minero Farkas Klein que heredó y reinició hace cuatro años las actividades de su rentable Minera Santa Bárbara), pudiese haber enviado a través de Cambios Andes para el Partido Demócrata Cristiano y para el ex presidente Eduardo Frei Montalva, que ya había recibido en 1973 (y antes también) importantes apoyos financieros desde Suiza del empresario minero Klein para su campaña senatorial y la desestabilización anti-Allende en marcha. Además, la DINA había detectado que el cambista Stoulman era también el intermediario de un operativo financiero del Partido Comunista chileno para ingresar al país fondos que permitieran rearmar su estructura. Efectuar el secuestro en Chile podía arriesgarlo todo. Entonces entró en acción el Plan Cóndor que, como todos los de la conexión chilena de la coordinación represiva en el Cono Sur, abundaba en misterios y se le armó al cambista un bien elaborado plan para hacerlo viajar a Buenos Aires, utilizando a un militante comunista chileno-suizo de apellido Jaccard, aún desaparecido, secuestrado en un hotel de Buenos Aires dos semanas antes del fatal viaje Brannif (Jaccard fue esposo de Paulina Veloso, ex ministra de la administración Bachelet). En el caso Stoulman la inteligencia operó para ‘demostrar’ que el matrimonio había proseguido tranquilamente viaje a Montevideo, versión que se dio oficialmente a la cancillería chilena en un cable firmado por el general Rafael Videla y, después, inexplicablemente "extraviado". Junto con esto se desplegó una acción psicológica exitosa. El boca a boca -y en especial el dirigido a la comunidad judía- travistió a Stoulman en una suerte de demoníaco chileno que traficaba fondos recolectados en secuestros subversivos en Argentina y Uruguay (Montoneros y Tupamaros) en aras de la célebre "conspiración judeo-bolchevique apátrida". Instalada esta falsa versión, que "justificaba" así su secuestro por los militares argentinos y liberaba a la DINA de toda responsabilidad, nadie --salvo sus hijas y un hermano de Matilde Pessa Mois- osó reclamar por su suerte. Menos aun lo hicieron los grandes financistas amigos o conocidos de Stoulman, cuyas inversiones habían sido prolijamente detectadas por la agencia represora que dirigía Manuel Contreras. LA TROIKA JUDÍA ENTRA EN ACCIÓN Para tapar un escándalo en ciernes, que a principios de octubre de 1996 podía afectar a buena parte de la cúpula empresarial y dirigencial de la comunidad judía chilena en dictadura -por las razones espurias, encubridoras y corruptas, hasta con negociación con la DINA a través del abogado pinochetista Ambrosio Rodríguez, y de su inacción ante el doble secuestro de 1977-, se montó apresuradamente otro escándalo mediático, esta vez con el apoyo de toda la prensa del duopolio: había estallado el asunto de la ‘Troika Judía’, es decir, la acción de importantes personeros y personajes que estructuraron un montaje finamente pensado y activado para echar tierra sobre asuntos que cuestionaban duramente el comportamiento ético y político de muchos inversionistas, educadores, dirigentes religiosos y conocidos empresarios de la comunidad judía chilena durante la dictadura. Además, los medios de prensa que mencionaremos a lo largo de este artículo develaron también otra arista de este deleznable caso: el asunto de la hermana de Jacobo Stoulman, quien junto con su marido –Isaac Pessó- después del doble secuestro cambiaron rápidamente de ‘pelo’, pues de modestos empleados de una Casa de Cambios y Turismo pasaron a constituirse en importantes empresarios de ambos rubros, y hoy son, además, co-dueños del Hotel Intercontinental y de otras empresas. El cuñado de Stoulman –Isaac Pessó- en los años 80 y 90 fue directivo del CREJ y Tesorero del Estadio Israelita. Lo de la ‘Troika Judía’ habría sido un apresurado montaje en el que participó decisivamente el entonces alto dirigente PPD Schaulsohn para aplacar otro escándalo de Derechos Humanos que se empezaba a develar después de 17 años de mentiras y silencios. De paso, Schaulsohn intentó también proteger al menos a tres dirigentes importantes de la comunidad judía que tuvieron una muy cuestionable actuación en el doble secuestro (los señores Gil Sinay Sestopal, León Dobry Folkman e Isaac Pessó Faraggi), y proteger, por cierto, a dos abogados pinochetistas que estaban relacionados con ellos en el encubrimiento y falsificación del verdadero origen y consecuencias del secuestro del matrimonio Stoulman-Pessa. Uno de esos abogados era Ambrosio Rodríguez Quiroz, fiel servidor del tirano durante los 17 años de gobierno totalitario. Todos estos personajes, seguramente consideraron que estaban amenazados por las revelaciones de un reportaje publicado el 29 de septiembre de 1996 por la Revista Semanal del diario La Nación, en el cual se demostraba el verdadero origen del doble secuestro efectuado por la DINA y su Operación Cóndor en mayo de 1977, y la forma en que se había encubierto y silenciado el asunto durante 19 años. Menos de dos semanas después de aquella publicación estalló el distractor asunto de la "Troika Judía", sepultando el impacto de la publicación de prensa que daba las primeras pistas de los cómplices y culposos manejos de la cúpula de la comunidad judía en dictadura, puesto que algunos de sus dirigentes aparecieron como posibles encubridores y cómplices por omisión y falsificación del doble secuestro en Ezeiza, y el señor León. Dobry -junto con Jorge Schaulsohn- terminó en reuniones de alto nivel en La Moneda, hecho que significó que el caso Stoulman-Pessa quedara sepultado convenientemente, y durante seis años no fuera abordado por la prensa chilena. El Director de la Revista Semanal del diario La Nación –Luis Alberto Ganderats- debió renunciar por no haber solicitado permiso al Director PDC de La Nación para publicar ese autocensurado reportaje del periodista Iván Cabezas, quien nunca más volvió a publicar en La Revista Semanal de ese medio informativo. El reclamo lo hizo directamente al diario gubernamental el entonces Ministro Secretario General de Gobierno, José Joaquín Brunner, ex MAPU-OC y PPD. Un intento de reflotar el caso ocurrió en agosto del 2000, en el diario electrónico El Mostrador, con un largo y completo reportaje de la periodista Pascale Bonnefoy, a raíz de la querella criminal contra Pinochet de las tres hijas del matrimonio Stoulman-Pessa. Pero, el intento fue frustrado por la censura que consiguió el propio León Dobry con su amigo y compañero de directorio en un banco: Juan Agustín Figueroa, socio mayoritario de la empresa que publicaba El Mostrador. La censura duró cuatro años y el reportaje de Pascale Bonnefoy sólo fue subido a la web de El Mostrador el 2004, cuando Pinochet estaba procesado por el juez Juan Guzmán en el caso Cóndor y el doble secuestro de Ezeiza de 1977. UNA AMORDAZADA PRENSA CHILENA SE REBELA El caso ha sido censurado en muchas ocasiones, extraña y especialmente tras el fin de la dictadura, porque junto con acusar a empingorotados personajes del régimen militar, como los involucrados en la Operación Cóndor que van desde el abogado Ambrosio Rodríguez hasta su defendido ex Comandante en Jefe, cruza la comunidad judía nacional y sus vínculos con los más variados sectores políticos. La Nación Domingo retomaría el caso el 15.12.2002, en un reportaje firmado por un no periodista, el ex funcionario de CEPAL-ILPES, Juan Pablo Moreno, que venía investigando el caso desde una estadía en Buenos Aires en el verano de 1996. La publicación del reportaje fue posibilitado tanto por la detención de Pinochet en Londres en 1998 como por las decisivas revelaciones en 1999 de los documentos desclasificados del Departamento de Estado de los EEUU, trabajo que fue publicado con cortes y censuras por La Nación Domingo, pero complementado -y completado- el 07 de enero de 2003 por el desaparecido semanario La Firme. En el doble secuestro del matrimonio Stoulman-Pessa, hubo una clara participación de la dictadura de Pinochet, así como la actuación distractora, silenciadora y encubridora de parientes y socios del cambista secuestrado, como también de muchos personajes e importantes empresarios pertenecientes a la comunidad judía, varios de ellos implicados en el tráfico de platas evadidas de impuestos y dineros negros. Más allá de algunas gestiones en la Vicaría de la Solidaridad y en el Ministerio de RREE que realizó el hermano de Matilde Pessa, Isaac Pessa Mois, que en represalia fue cesanteado por el empresario Ventura y obligado a emigrar a Israel unos años después, ninguno de los parientes y socios de Jacobo Stoulman presentó jamás algún recurso judicial, hasta que por fin las hijas del matrimonio secuestrado-asesinado (que eran adolescentes en 1977), presentaron una querella patrocinada por el abogado de Derechos Humanos Héctor Salazar Ardiles…pero habían pasado más de 23 años del doble secuestro de Ezeiza. Con ese doble secuestro-asesinato, la DINA-Cóndor se había apropiado de unos US$40.000.000 (de hoy), y los cómplices chilenos que estafaron a las tres hijas huérfanas del matrimonio Stoulman-Pessa, entre ellos sus propios tíos Pessó-Stoulman, se apropiaron de unos US$8.000.000 (ocho millones de dólares de hoy). Todos los antecedentes relativos al caso Stoulman-Pessa y a la ‘Troika Judía’ que se mencionan en este artículo, corresponden a artículos y columnas ya publicadas por los siguientes medios de la prensa escrita: La Nación en 1996 y 2002, Punto Final en 1996, El Mostrador en 2004, y La Firme en 2003; revelaciones, acusaciones e informaciones que nunca fueron desmentidas ni menos aún querelladas. Los creditos son para Arturo Alejandro Muñoz
Schaulsohn es lo más mula de lo mula que existe en política. es peor que el sueño de longeira, el zapato de bachelet, el puente que vale callampa y el semáforo de lavín. todo eso junto. solo espero que este wn ya no este más en política y se quede en EEUU donde tiene algunos negocios
se hacia el weon no mas, igual que el frei. esos negocios si recuerdo bien es de una corporacion de abogados que tiene, con allamand, tiene una oficina en nueva york y otra en santiago.
o don carlitos larraín que es re bueno pa hacerse el weoncito con sus negocios en minería o nuestro querido José Piñera que se enriqueció durante la dictadura junto a nuestro muy querido presidente (caso banco talca) en otras palabras son todos nuestros políticos una mierda :manfinfla: