Dominic Rickenberg era una distinguida liceana de Peñaflor, hasta que una sombra que movía sillas y camas entró en su cuerpo. Supuestamente correspondería a un niño asesinado por su padre y que apareció en la vida en Dominic de dieciséis años-, cuando ella fumaba un cigarro en la puerta de su casa, situada en el pasaje 11 de la población Villanueva de Peñaflor. Entró aterrada en el living y aseguró haber visto a la sombra negra entrar por la ventana del baño. Desde aquella noche nadie pudo dormir ya que todo se movía: camas, muebles y sillas; se escuchaban lamentos, ruidos y las puertas se abrían. Todo esto lo relató Yolanda Villalobos. Debido a los ataques de miedo, Dominic comenzó a dormir junto a sus padres y sus cuatro hermanos menores, los cuales sufrieron los mismos ataques del supuesto espíritu, a pesar de que el párroco de Peñaflor bendijo la vivienda. El hecho más grave ocurrió la madrugada del martes 28 de octubre de 2003, cuando la muchacha, su novio Sebastián y su hermano pasaban la noche en vela en espera de alguna manifestación del ente. A las tres de la mañana, cuando los jóvenes estaban semidormidos, Sebastián comenzó a gritar, y al prender las luces vieron cómo el cuello se le hundía solo y tenía las marcas de dos manos pequeñas. El día 13 de octubre Dominic entra en trance en el Liceo de Peñaflor y ante su madre y el director del plantel escribe un mensaje. La nota dice que es un niño de siete anos, de nombre Fabián, que sólo pide que lo encuentren y lo sepulten, que tenía padres malos, tras lo cual dibujó su casa y un ataúd con tres cruces en el patio. Sus familiares cavaron la tarde del miércoles 22 en el lugar señalado por el dibujo. Se encontraron huesos, ropas, una bolsa de salir, leche, además de un par de zapatos de niña. Del libro Guía Mágica de Santiago, de Cesar Parra, 2005. Editorial Ril. Aquí está el link del reportaje de La Cuarta http://www.lacuarta.cl/diario/2003/1...O.POSEIDA.html