Con silbidos reos recibieron a Edmundo

Ex Amor Ciego está recluido en el módulo 12 de Santiago 1



En el mismo módulo donde están recluidos los tres gendarmes acusados de hacerse los lesos durante el incendio de la cárcel de San Miguel, Edmundo Andrés Varas Alvarado deberá pasar sus días mientras dure la prisión preventiva que le impusieron por porfiado.

Los centinelas Fernando Orrego, Francisco Riquelme y José Poblete, imputados por el homicidio por omisión de 66 de los 81 reos fallecidos, cumplen su canazo preventivo en el Módulo 12 del penal Santiago 1, y sus ex colegas los tienen más que vigilados para que ningún picado a choro se pase películas.
Además en ese espacio están recluidos internos "de bajo compromiso delictual", que aún no han sido condenados por los cargos que les atribuyen, por lo que actualmente sólo son sospechosos y no culpables.
La selección del Módulo 12 le lleva papitos corazón que no pagan la pensión alimentaria, frescos acusados de fraudes y estafas, conductores arriba de la pelota y algunos manilargas a los que les cargan hurtos, por lo que la población de 119 internos es más tranqui que en el resto de la cárcel.
Sin embargo, los preciosos igual hicieron sentir la presión canera sobre su nuevo colega, y a su llegada el chico reality fue subido al columpio en masa por los internos que se hacen chupete la farándula.
Mientras caminaba escoltado por gendarmes rumbo a su habitación, los otros presos lo recibieron con chiflidos y gritos de "¡mijito!", lo que achacó aún más al ya bajoneado cabro.
"Es normal que le silben y lo palanqueen. Cuando llega alguien que no es de este entorno, el resto de la población penal lo nota altiro", explicó un gendarme que prefirió quedar piola.
Su primera y más triste cena incluyó puré con hamburguesas, juguito y jalea. La comida fue amenizada con la cháchara de su único compañero de celda, S.M.M., quien hace aseo en el módulo.
Como S.M.M. es más antiguo, Varas tuvo que acomodarse en la cama de arriba del camarote. Los nervios por la recepción no lo dejaron dormir bien.
En su primer amanecer encerrado, la figura de TV debió cumplir una ordenada rutina que parte a las 8 a.m. con conteo, desayuno y salida. Su única distracción fue ver tele. "Estaba muy deprimido y no quería salir al patio. Se preguntaba 'por qué a mí'", copuchó otro carcelero.
Como la caminata por el patio no es optativa, Edmundo tuvo que aperrar no más, y otra vez los reos de otros módulos le chiflaron.
Otras de las preguntas que hace es cuándo podrá ver a su familia, lo que recién será el domingo.

FUENTE http://www.lacuarta.cl/noticias/espectacular/2011/04/65-102368-9-la-cana-no-lo-deja-dormir.shtml