Angie, la hija de la geisha.....

Sin pololo
Por estos días Angie está sin pololo, ya que su última relación seria la desechó en mayo pasado, cuando rompió con un hombre de 32 años.
-¿No era muy mayor para ti?
-Y eso que aún no cumplía los 18, jajajá. No, ¿por qué mayor? A mí me gustan los hombres grandes, más adultos, no los cabros chicos. Los mayores tienen más personalidad, una vida, trabajan, tienen casa, independientes, no son mamones ni se dejan guiar por sus mamitas.

-Volvamos al ex pololo. ¿Qué pasó?
-Lo patié porque era muy obsesivo. Me llamaba todo el día que con quién estás, qué haces. Se creía mi papá. Irónicamente terminé con él en el Día del Padre. Todavía me llama.

-¿Qué decía Anita?
-No le gustaba. Un día vino de visita, se sentó en la mesa y le dijo “mira, no te hagas ilusiones porque no vas a durar en la vida de mi hija”. Él se la tuvo que comer calladito no más. Pero en realidad a mi mamá no le gusta ninguno. Los encuentra chicos, feos, viejos. Puros defectos.

-No puede ser una suegra tan espantosa, ¿es como Doña Treme?
-No tanto, poh. No le gustan, pero tampoco pone atado. Conversamos y me da consejos. A veces me decía “ten cuidado con ése”, y tenía toda la razón. En general no le gustan mis pololos, pero como que la cautivó un poco un chico de 25 años que me mandó unas flores a la casa. Ese fue un lindo detalle.

-¿Qué tiene que tener un hombre para que te guste?
-Que sea alto, bonito, macizo, con edad, madurez, experiencia, que te sepa llevar. Me gusta que vistan con pantalón de tela, zapatos de vestir, una linda camisa.

-Buscas un papá.
-Na que ver. Yo soy muy ansiosa, nerviosa y necesito alguien que me calme, que me controle un poco. Además que me cele un poco.

-¿Y ponceas?
-No, qué asco. Me carga, lo encuentro tan sucio, cochinón.