Pocas horas después que se supo que Paulo Garcés será parte del plantel de Universidad de Chile a contar de enero del próximo año, Johnny Herrera fue claro al dar su opinión con respecto a lo que le parecía esta contratación. Si traen a Garcés que nos gritaba los goles en la cara prefiero irme yo antes que (Esteban) Conde. Es una mala decisión de los dirigentes y no puede ser que contraten jugadores cuando hay otros con contrato vigente. Creo que es contraproducente, ya que el equipo está tan sólido y tan unido. No queremos dañarlo, dijo tajantemente. Mientras que Garcés fue más escueto y se limitó a decir que me sorprenden sus dichos ya que no me conoce, no hemos sido nunca compañeros. Lindo espectáculo el que comenzó Herrera. Y más encima, a través de los medios de comunicación. Pero más allá del interés que suscitan este tipo de diálogos para la prensa, me llama la atención que jugadores como en este caso- Herrera se quejen tan sueltos de cuerpo de las nuevas contrataciones de su equipo. Porque claro, uno tiene todo el derecho a pensar que no se necesitan nuevos elementos en el trabajo, pero también estamos claros que en toda organización hay gente con la misión de ver nuevas contrataciones y al resto sólo le queda acatar esas decisiones y tratar de sumar para así alcanzar nuevas metas. Porque estamos hablando de fútbol profesional, ¿no? Porque en el equipo del barrio o de los amigos uno puede reclamar todo lo que quiera. Taimarse por alguien que llega o se va y hasta no jugar un día como señal de protesta. Pero en el fútbol de verdad, la cosa no es así. El futbolista está para jugar, el técnico para entrenar, el dirigente para velar por los intereses del club y así sucesivamente. Todo se supone- se mueve por parámetros medibles como rendimiento, efectividad, valor de los honorarios y cosas por el estilo. Nada de tincadas, amistades o parentescos. Así al menos es en el papel y pataletas como las de Johnny Herrera no pueden tener cabida. O sea, se puede disentir con una nueva contratación y reclamar todo lo que se pueda. Pero en privado. Nunca en público y menos a través de la prensa. Eso no se hace. ¿Qué debe hacer entonces Johnny Herrera? Callarse y cumplir su contrato. Es decir, entrenar y si el técnico lo estima así- jugar.Con la boca cerrada salvo que le pidan su opinión. Eso dice su contrato. Porque ojo, se supone que esto es fútbol profesional. ¿O no?
Yo si digo eso en mi pega me dan una sola pata en la raja y me echan cagando, nadie es impresindible, menos en un club de futbol que al igual que toda empresa los trabajadores deben dedicarse solo a eso, trabajar
a las finales el weon del garces es un mamasan y portero monja, si lo hecharon de la catolica era por k el weon no estaba atajando ni pelotas de playas y herrera es un referente en la T_T ke se mate el kuliao del garces ¬¬
ajajaja en todos lados viejo.. Hizo bien Garcés al no responder estos dichos.. quizás se hubiera prestado para más malos ratos!!
Bravo es un cagon culiao sea lo que digan es una mierda en instancias denifinitvas en cambio Jonny no arruga
y eso que tiene que ver con el tema???????? este wn tambien tiene el sindrome de herrera de hablar y hacer webadas parece