El ojo cojo de una Paris Hilton sexy que ya no es tan famosa como antes

Paris Hilton es una de mis grandes divas del cotilleo. Soy muy fan de su supuesta superficialidad, de sus modelitos entallados a más no poder, y de su sonrisa de rubia tonta. ¿Por qué? Porque en el fondo todos sabemos que ella es más lista que el hambre, que su personaje se lo tiene más que currado y que en el fondo es una chica simpática que ha sabido coger el tren de su fortuna a tiempo.
Por eso soy más fan aún de que le de igual tener un ojo a la virulé, ella posa igual, como si fuera la mujer más sexy del mundo, como si le pudieran dar el premio a Miss Universo ya mismo. Paris se siente divina, y te saca morritos para que no veas que su ojo derecho cada vez está más cojo. Eso da igual, ella es sexy y punto.
Eso sí, de lo que ya no soy tan fan es de los berrinches que se pilla últimamente cuando le comentan que si le fastidia un poco ya no ser tanto el centro de atención. Se lo dicen por sustitutas que le han salido, entre ellas su rival más fuerte, Kim Kardashian. El trasero de la armenia ha eclipsado la cabellera rubia de la “Best Friend Forever”, y dicen que cada vez que le preguntan por su desaparición de los medios, veta a la cadena o abandona el lugar donde está. Eso no Paris, una diva siempre mantiene la pose de diva. Siempre.
Ya lo decía Isabel Pantoja: “dientes, dientes, que es lo que quieren”. Pues eso, tú tienes que seguir yendo a los eventos con tu mejor sonrisa. Como en este, en el que posaste con un modelito transparente que me hacía recordar al de Jennifer López, Soraya-Poyeya y Jennifer Love Hewitt. Para que después digamos que en Hollywood no reciclan estilos de modelitos…
Pero es normal que se lo tome a mal. Paris Hilton ha sido un gran referente en los realitis, y el hecho de que otras hayan copiado sus artimañas para llegar a la fama no le ha sentado nada bien (recordemos que de Kim también salió un vídeo caliente hecho con su ex novio, igual que de Paris hace mil años). El berrinche le vino cuando en una entrevista le preguntaron “¿qué pasa ahora que no eres famosa, qué vas a hacer?”. Ella dijo que tener hijos y vivir una vida normal con ellos, pero cuando le sacaron la cámara de enfrente montó un pollo y dijo que ahí no volvía nunca más.
Pero volviendo a su ojito, miradla qué mona es ella a pesar de tenerlo caído. Hay que aceptar que la fama viene tan rápido como se va, pero Paris tiene que quedarse tranquila: ella es la pionera dentro de su especie en enseñarnos el lado superficial de la vida. Y lo bien que se lo pasa viviendo así.


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