ANTES QUE NADA UN AFECTUOSO SALUDO A ARGENTINA, CUBA, VENEZUELA, SIN OLVIDAR POR SUPUESTO, A GRAN PARTE DE LOS PAISES DEL MEDIO ORIENTE ENTRE OTROS.......... Parábola de los talentos Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos. Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos se fue, negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí he ganado otros cinco talentos. Su señor le dijo: Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor. Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, me entregaste dos talentos; he aquí he ganado otros dos talentos. Su señor le dijo: Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor. Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Y como tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo. Su señor respondió y le dijo: ¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí? Por lo tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, habría recibido lo que es mío con los intereses. Por tanto, quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos. Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y crujir de dientes.