Un grupo de científicos caminó a Nyiragongo, el anillo de fuego más grande del mundo, en la región de los Grandes Lagos de África. Posee un volumen estimado de 8 millones de metros cúbicos de lava y se encuentra a 3,500 metros sobre el nivel del mar.Dentro del cráter hay que bajar una pendiente de 400 metros para llegar al lago, una empresa en la que nadie antes había sobrevivido. No obstante, el fotógrafo Olivier Grunewald se acercó hasta a un metro del lago, donde las temperaturas pueden llegar a 1,300 grados, y logró capturar estas imágenes nunca antes vistas de la roja lava.