El director de El Gráfico comenta el negocio de la venta de jugadores en época de transferencias. Lee y comenta. Hay un filósofo argentino, olvidé el nombre, a ver si alguien me lo acerca, quien señaló el año pasado que: El fútbol murió en 1989. Desde ahí en más, es sólo un negocio. Según este personaje, desde entonces no ve fútbol profesional y se dedica a mirar pichangas de barrio. ¿Apocalíptico? ¿Exagerado? Esa frase me dejó pensando, de la misma manera que las cifras que señala a la Premier League con una deuda de 2,3 billones de dólares o que el Málaga, pese a su billetera, debe dos meses de sueldoso los 600 millones de pesos que dice perder Ricardo Abumohor cada año con OHiggins o la situación calamitosa de Colo Colo a merced de bandidos, ineptos e idiotas. ¿Cuánto más resiste el negocio? Pese a las cifras catastróficas de la economía europea, el PSG (en manos de los petrodólares) es capaz de pagarle casi 20 millones de dólares anuales a Zlatan Ibrahimovic ¿Los vale? ¿Cuán rentable fueron los 99 millones de dólares del Real Madrid por Kaká? ¿Cómo fue posible que, tras ganarlo todo entre el 2011 y 2012, Barcelona presentara un déficit de 10 millones de euros en su balance? Por acá un par de joyas: un millón de dólares por Nelson Cabrera, 17 palos mensuales para que Pájaro Gutiérrez haga un gol cada tres meses Si la U vendía a José Rojas por 1.3 millones de dólares, con esa plata debía buscar un reemplazante en la B argentina. No alcanzaba para uno de la A. Hoy hasta los jugadores de 12 años tienen representantes, cualquier muerto cuesta una fortuna y los campeonatos en países productores de futbolistas son organizados en pos de vender (Apertura y Clausura ¿le suena?). El negociado es tal, que Qatar se quedó con el Mundial 2022 pese a que tiene menos de cuatro millones de habitantes y en julio las temperaturas pueden llegar a los 40 grados. Es claro que pagaron por quedarse con la sede. Pobre Nicolás Leoz, ofreció a Inglaterra el voto de la Conmebol a cambio de ser nombrado Caballero del Imperio Británico y no lo pescaron. Joao Havelange y su yerno Ricardo Texeira eran más expeditos: dinero en efectivo o nada. Y pese a que destaparon el negociado, igual Texeira continúa como asesor de la CBF cobrando más de 50 mil dólares mensuales. Por ahí se ve un hincha que paga su entrada a través de ticketchanta, un niño que compra álbumes oficiales y un periodista que debe hacer una entrevista cornetera a un dirigente coimero porque los auspiciadores la agendaron. Tres goles en Primera División y ya se van a Europa (si tienen los intermediarios adecuados). Un ejemplo de lo disparatado que es todo: hace cinco días la UEFA publicó una lista con los 32 mejores jugadores Europa. En ella puso a Leslie Davies ¿Le suena? Imposible, el delantero de 28 años apenas sobrevive en el modestísimo Bangor City de la inexistente liga galesa y con suerte suma cuatro apariciones en la selección Sub 23 de Gales. ¿Por qué está ahí? No es por bueno. ¿Negocio de algún intermediario? Seguro, uno más Al final las palabras de Havelange son más vigentes que nunca: Yo vendo un negocio llamado fútbol. Se vende el fútbol y el alma también. Cuanta razón tiene este wn!
que chucha hicieron con el antiguo guarelo que hacia comentarios weones xD? de un tiempo a este, Guarello ha hecho muchas columnas buenísimas! tiene toda la razón!!
Grande guarello no tiene pelos en la lengua ....adnradio.cl "Los Tenores" als 14:00 hrs ....todos los dias .
Qué excelente escrito por la chucha! Es increíble como estos weones de dirigentes y empresarios juegan con la pasión de un hincha y lucran con ella. Me dan asco.