Comprendo el estado de shock y el dolor que ha provocado la detención del creador de Barrabases, Guido Vallejos por su participación como cliente en una red de prostitución infantil. Yo estoy devastado, y me cuesta creerlo, porque como muchos de los que crecimos leyendo las historias legendarias de los muchachos de Villa Feliz, por primera vez me sentí campeón de América y del mundo gracias al talento de ese once que se repetía de memoria: Sam, Mono, Roque, Pelusa, Ciruela, Bototo, Chico, Guatón, Torito, Pelao y Pirulete con el gran Mr. Pipa en la banca. Como olvidar al negro Palmatoria, al Doctor Serrucho, al Profe Ñeque, al perro Rasca, al vendedor Lipira, al eterno guardavalla suplente Patas de Palillo, al relator Pancho Matraca y su reportero Cegatini, a Don Pepe y al chantita de Che Bombacha. Como no emocionarse con esos clásicos con Rajadiablos o Los Tontos Buenos, y con todos esos rivales de lujo como el portero Candado, como el destructor Cañoncito, el mítico Pata Loca, o el Huaso Chumita. Tampoco se olvidará ese duelo mítico con Argentinos Gritones de Kempito, Ardilla, y Gagaseman o los choques con el Brasil de Kuriche y Tostao o el Uruguay de El Botija. Solo contra el mundo, Guatón Capitán, Pirulete Biónico, El Cerrojo o Gulliver: el estadio con capacidad para 15 millones de espectadores, configuran un imaginario que no se puede mancillar. Era el peregrinaje una vez a la semana para emocionarme con las historias de fútbol y vivencias de estos muchachos, cuando en el colegio escogíamos nuestro favorito, que nunca era Pirulete por cierto, juntábamos por chauchas los 200 pesos que costaba la revista, armábamos la colección y si nos faltaba un número histórico, íbamos a donde fuera para conseguir el especial de turno o los volúmenes más antiguos. Son cuatro generaciones marcadas por la mejor historieta de fútbol de todos los tiempos en Chile y que hoy está injustamente puesta en el banquillo de los acusados por la Investigación a la que está sometida su autor. La justicia debe hablar y si Vallejos es culpable, condenarlo. Pero algo es claro, Barrabases no se mancha y las miles de historias que muchos niños chilenos vivieron con Pirulete y compañía no se deben manchar jamás. Eso debe quedar incólume hasta el pitazo final de nuestras vidas. Columna Ferplei
Lamentablemente es inevitable asociar a un clásico como barrabases, con el maldito enfermo de Vallejos, después de todo es el creador y se seguirá recordando lo que pasó...
Son generaciones po', de cabro chico tenia mi colección, ahora me quedan una o dos revistas. Eran buenisimos, una lata esta noticia, como dijeron antes, sera difícil ahora no asociarlos a un tipo involucrado en prostitución infantil. Una lata la verdad.
Concuerdo contigo barrabases es lo maximium, no olvido esas tardes de niñez tan entretenidas leyendo cada vez que el barrabases tenia que dar vuelta el resultado!!! barrabases no se mancha sres. EL CAPITULO QUE MAS RECUERDO ES EL QUE JUEGAN CONTRA BRASIL Y PALMATORIA NOS VOLVIA LOCOS, DESPUES, AL 2° TIEMPO EL NEGRO JUGO PARA NOSOTROS Y LES GANABAMOS A LOS BRAZUCAS QLOS.
