Los 5 chistes que no pudieron contar Los Atletas de la Risa.

Todos los premios se llevó el "Chino", el "Pato" y el "Guatón" en su primera vez en el escenario de la Quinta Vergara. Después de 20 años de carrera, Los Atletas de la Risa cumplieron el mayor de sus sueños: presentarse en el escenario más importante de Sudamérica.

Si bien ganaron todos los premios, los seguidores del trío de humoristas extrañaron los chistes sin censura. Y como varios quedaron con cuello, LaCuarta.com le cuenta cinco chistes que Los Atletas de la Risa no pudieron contar sobre el escenario de Viña del Mar.

Chistes finitos






1

Había un tipo que era, choro. Se enfermaba todos los meses. En una herida, en vez de ponerse un parche curita, usaba una toalla higénica.

Un día llegó a su casa, quería saber por qué era tan choro y se acerca donde el papá le pregunta a quién era choro y el padre le dice: "pero, hijo..." !¡A quién salí choro, te dijé, viejo $·%"·&/($!", le refutó el cabro.
Sin respuesta se fue donde la mamá que estaba en el dormitorio haciendo las camas y entra al dormitorio y le dice a su madre: "Con voh quiero hablar, vieja cu...". La mami le responde sin enter !¿pero, mi amor, qué pasa?", le respondió. El cabro sobre la misma le pregunta que a quién salió choro y la mujer no sabe qué decir.

Sin encontrar respuesta, el hombre se dirige a la cocina y ve a su abuelita lavando los platos y le dice: "Con voh quiero hablar, estropajo con..." El cabro con la impronta aniñada le pregunta que a quién salió aniñado y la anciana se da vuelta y le dice "¡Qué te pasa pendejo con...!"




2

Se encuentran dos amigos en la calle y uno le pregunta al otro: "Hola, Lucho, cómo estás". El otro le responde: "Mal, no estoy bien". Con cara de preocupación el amigo le dice que le cuente qué le pasa y éste le dice "acabo de salir del médico y me dijo que tengo eyaculación precoz". El otro desatinado le dijo "¡Ay, qué choro!", mientras que el hombre enfermo le respondió "te dije que no dijeras eso, con%%&"%"" y se fue cortina.

3


Llega un indio a una casa de remolienda y sale la regenta a atenderlo a la puerta y le pregunta: ¿Qué querís". El hombre en tono serio le responde: "Indio querer sexo". La mujer le pregunta si acaso sabe hacer el amor y el hombre le dice que no.

Con dicho problema, la cabrona se deshace del indio y le dice que vaya al bosque y le haya el hoyo a un árbol y practique con él. "Vuelve en un mes más", le dijo antes de cerrarle la puerta en la ñata
El hombre bien obediente se fue al bosque y siguió todos los consejos que le indicó la mujer.
Al mes suena el timbre de la casa de huifas y aparece el indio con una tabla en la mano y la mujer lo reconoce y le pregunta cómo le fue. El hombre respondió: "Bien, ahora indio querer sexo".
Para terminar con el tema, la mujer llama a la prostituta estrella del boliche y le dice "María, dale como caja a este indio". La samaritana del placer le dice a su jefa que no la defraudará y se lleva al hombre a un dormitorio.
La minurri se desnuda y, al darse vuelta, el hombre le da feroz tablazo en los cachetes. Engrifada como una gata fiera, la prosti agarra a garabatos al hombre y le dice: "¡Oye, tonto, web... por qué me pegaste un tablazo!". El hombre precavido va y le dice: "Indio asegurarse de que no tengas abejas en el..."

4

Venía una tortuga y se le cruza un lagarto que le pregunta: ¿Pa' dónde vas?, y el otro le responde: ¡Pal norte poh! El lagarto le pide a la tortuga que lo lleve en su caparazón pero ésta se niega a hacerlo. La tortuga siguió caminando y el lagarto piolita se subió al cuerpo de su amigo acorazado. Cuando ambos iban por Los Vilos se les cruzó un conejo que se puso a conversar con la tortuga y le preguntó: ¿Pa’ dónde vas?, a lo que contesta: ¡Voy pal norte poh! A ratito el conejo agrega: ¿Y voh lagarto pa' dónde vaí? , a lo que éste contesta: ¡Hasta aquí llegue po' sapo y la %$·&"/"@".

5


Estaban un grupo de revolucionarios en México lanzando gritos para motivar a los ciudadanos a las armas.

Uno se para y grita "¡Viva México y viva la revolución!", sacando aplausos entre los charros.
Otro se para y tira "¡Que viva México, que viva Zapata, que viva Benito Juárez y que viva la revolución, cabrones!"
Otro más chorizo se para y grita "¡Que viva la revolución y que viva la menstruación!".
Uno de los revolucionarios se acerca y le dice "oye, cómo se te ocurre decir eso. Esto se trata de revolución". y el otro responde de manera eufórica "¡no importa. El cuento es que corra sangre!".





Fuente la cuarta.com

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