Por Claudio Bustíos Le dieron ocho fechas de castigo por insultos racistas al francés Patrice Evra. Y Luis Suárez las asumió callado, sabiendo que lo suyo fue un tremendo error. En la FIFA dicen que las simulaciones del uruguayo son un cáncer. Y en Inglaterra los medios iniciaron una cruzada para que "Luisito" sea duramente sancionado, tras el combo a la maleta propinado a Gonzalo Jara en el pasado duelo Chile-Uruguay por las clasificatorias en el Estadio Nacional. Suárez, el dientón, el que reclama por todo y gira sus brazos como aspas de molino de viento cuando lo golpean, el que mira feo a sus rivales, ese que nos metió cuatro goles en una noche inspirada en el estadio Centenario, se había ganado (y con razón) el odio de los chilenos aquella negra jornada de la Roja de Borghi. Acaso por eso, un grupo importante de hinchas nacionales armó y sigue armando tremenda alharaca por ese cortito al rostro de Jarita y quieren las penas del infierno para el uruguayo. Son los mismos que se ríen de buena gana cada vez que revisan las imágenes de la patada inmisericorde de Chavarría a Francescoli. Ahí la agresión les parece pintoresca y nada tiene de reprochable. Fanáticos de doble estándar. Es verdad: Suárez no es de los trigos limpios. Su vida fue abrirse camino en las canchas del pueblito de El Salto entre defensores más grandes que él y que lo golpeaban sin miramientos. A punta de garra charrúa, brilló con sus anotaciones en Nacional de Montevideo, fue el máximo goleador uruguayo en la liga holandesa y en su tercera temporada en el Liverpool de Inglaterra marcha firme con 22 celebraciones. En la actual clasificatoria está allá arriba entre los máximos artilleros, ganó la Copa América el 2011. Jamás me voy a olvidar del partido con Argentina en Santa Fe en aquel torneo, cuando Suárez, en solitario, dejó de cabeza a toda la defensa albiceleste y le aguó la fiesta a Messi y a millones de trasandinos. Porque Luis Suárez es de esos delanteros que no sólo lastima en el arco contrario, sino desgasta y golpea a sus defensores, demostrándoles que esos 90 minutos de partido se pueden transformar en una verdadera pesadilla. En vez de quedarme con ese goleador frustrado de una selección celeste que no encuentra el rumbo hacia la Copa del Mundo de Brasil 2014, opto por quedarme con su versión goleadora y aguerrida, primero, y con la heroica, después. Con el tipo que fue capaz de atajar una pelota de gol de Ghana en Sudáfrica 2010, que se fue expulsado y con cuyo sacrificio instaló a la Celeste en semifinales del torneo internacional. Porque Suárez es eso: instinto puro. De goleador, de enemigo. Por eso, denme al uruguayo siempre en mi equipo. En mi camarín imaginario le tengo reservada la nueve de titular.
comparto su opinión es uno de los mejores delanteros del mundo, pero como persona deja mucho que desear xd
Yap, ahora viene las flores para PEPE..........que hueón mas pelotudo el bustíos. PD: Shupale el cuerpo!!
y tu lo conoces en persona?? fueron amigos??? te traiciono??? xq dices q como persona deja mucho q desear si nunca has compartido ni un vaso de agua cn el wn
Suarez es un fuera de serie como jugador y goleador, pero hay que explicarle muy bien que es ser vivo en la cancha.
es bueno el ctm, te pilla mal parado y te la pinta el hdp. tiene mas mañas que un chevette eso si el qliao pero es mas peligroso que comunista con poder.
los jugadores cabrones como suarez siempre existiran, aunque la fifa con su hueva de "juego limpio" trate de a poco de que este tipo de jugadores vallan desapareciendo. para mi por lo menos este tipo de jugador es uno mas de los tantas atractivos que tiene el futbol que lo hacen ser el deporte mas popular en el mundo. PD: por siaca no se hacer queques.
Me importa una raja, Chile gano y se fue del país sin puntos ni celebraciones, que siga haciendo goles en Inglaterra no mas.