A Francisco Huaiquipán lo pateó su propia pierna

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Lo que parecía sólo un rumor, lamentablemente era realidad: el matrimonio perfecto de Francisco Huaiquipán y Mitzi Bustos está roto.

Hace rato que la morocha pierna del “Toqui de La Legua” venía anticipando que las cosas en su relación no andaban de lo mejor. Sí, pues en su Facebook constantemente publicaba mensajes donde daba a entender que no se sentía feliz.

“A dar vuelta la página y comenzar una nueva vida”, compartió un día en su estado de la red social, lo que ya hacía que sus cercanos se pusieran cachudos con respecto a lo que estaba sucediendo en la parejita.

Y los indicios eran ciertos. El sábado supimos que el crack estaba solito como un quiltro después de que su amorcito lo mandara a freír monos bien lejos de La Legua. El programa "Instrusos" llamó al ex pelotero quien, fino y elegante, esgrimió: “¡pa’ qué me llamái pa’ preguntar hueás! Mejor no me llamís. ¡Chaooo!”.

Puntudos como ellos solos, los ágiles de “Intrusos” agarraron vuelo con la copucha y llegaron hasta la casa del matrimonio Huaiquipán-Bustos. Allí se toparon con la Mitzi, quien fue bien escueta para referirse a su situación actual con su marido.

“De Francisco no puedo decir nada como papá, es un gran papá... pero de lo otro no quiero hablar”, tiró con carita de pena.

Según los amigos del matrimonio, la Mitzi se choreó de los celos de Francisco Anderson, quien ya andaba insoportable de tan mañoso que se ponía con su guapa mujer.
Los sanguchitos de palta que contaron el pelambre dicen que el ex albo prácticamente no dejaba que su leidi fuera ni a la feria sola, y más ahora, que la morocha anda más regia que nunca gracias a la enchulada que el propio hombrón de La Legua le pagó de su bolsillo.

Lo triste para Huaiquipán es que amigos de la Mitzi sapearon que la han visto mejor desde que el crack duerme bajo otro techo y que ni siquiera ha considerado la opción de abrirle nuevamente las puertas de su hogar.

El “Huaiqui”, en tanto, está a puro dolor y lo único que quiere es recuperar a su pierna, a su familia y reconstruir las cosas en su hogar.

Fuente: La Cuarta

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