En los minutos previos del partido entre Barcelona y Getafe un niño gritaba los nombres de sus ídolos con el fin de que lo saludaran. Pasó Pedro, Messi, Alexis Sánchez y ni se inmutaron. Pero Gerard Piqué fue distinto, el defensa se acercó al fanático y le regaló su camiseta de entrenamiento provocandole lágrimas de emoción.
tanto que le costaba a sanchez ir donde el niño wn , a la hora qe era una modelito flaite llega haciendo la bicicleta el qlo