Violencia, drogas y alcohol: La cruda realidad que se destapa en las noches del Transantiago

11 DE ENERO 2014


Graves problemas son denunciados por choferes de distintas empresas y líneas. "No le recomendaría a nadie andar en micro en la noche. No dejaría que mis hijos lo hicieran", dice un trabajador. Duras jornadas de viajes que terminan con puñaladas a pasajeros tranquilos. Personas que se inyectan e incluso tienen sexo en los asientos traseros son cada vez más frecuentes.




La noche de Año Nuevo, Carlos Valdivia, de 23 años, se subió en la comuna de Maipú a un bus del Transantiago junto a su polola.
Al parecer por defenderla a ella, se desencadenó una feroz riña con otros sujetos en la parte trasera de la máquina. Todo terminó con él muerto, tras ser acuchillado 14 veces.
Lo increíble es que el hecho parece ser sólo la punta del iceberg de una realidad violenta y desconocida que ocurre a bordo del transporte público santiaguino durante las noches, especialmente los fines de semana.
La Segunda conversó con choferes de distintas empresas y recorridos. Sus relatos son impactantes.
De acuerdo a lo que describen, en horas de la madrugada de días festivos es posible ver arriba de las micros consumo de drogas y alcohol, peleas e incluso parejas que ocupan los asientos posteriores como una suerte de motel. A eso se suman asaltos y hechos de violencia que ocurren en cualquier hora.
Enrique, Juan y Eugenio trabajan para la empresa Vule en el terminal La Florida. Guían buses del troncal 3 y lo primero que aclaran es que "no hay que estigmatizar a las poblaciones. La gente mala anda en todas partes, cuando sale a trabajar o a carretear. Es exactamente igual no importando la comuna".
Eso sí, los jóvenes suelen ser los más conflictivos, recalcan.

-¿A qué hora comienzan los problemas con los muchachos?
-Cuando están abiertos los pubs y las discos pasa mucho que toman a bordo. Ocurre por ejemplo a partir de las 10 de la noche, en los recorridos que circulan cerca de Bellavista, porque los jóvenes usan los buses para empezar o terminar su carrete. A la ida van tomando, y a la vuelta se devuelven ebrios haciendo destrozos en toda la máquina, indica Eugenio.
Enrique añade que "no sólo vemos asaltos y drogas. La gente orina y defeca sin pudor. A veces también encontramos jeringas. Lo que hacemos simplemente es botar todo, porque no podemos salir con el bus sucio".

- ¿Qué es lo más extraño que les ha sucedido?
Una vez se subió una banda de músicos con todos los implementos en Plaza Italia. Se pusieron a tocar, a tomar y a fumar. Uno de ellos se agarró con otro y le tiró la guitarra encima. Otro respondió con las baquetas y al final se tiraron todos los instrumentos encima. Les abrí las puertas para bajar y se siguieron pegando. Parece que no les había ido bien con la gente, recuerda Juan.
"Curados robaron a heridos en un choque"
En Metbus, algunos conductores que prefieren reservar su identidad, aseguran que cualquier persona puede ser amenazada y que no reciben ayuda de nadie. Incluso aseguran que muchas veces los viajeros apoyan a los asaltantes.
Uno de ellos cuenta cuenta que "la semana pasada, en avenida La Florida con Departamental, un auto me chocó por atrás. Se bajaron unos curados de la micro y en vez ayudar a los heridos, empezaron a robarles".

-¿Nadie ayuda?
-Todos reclaman que los servicios son malos en el día y la noche, pero igual no pagan. Alegan que el sistema es malo para destruir todo. "No le recomendaría a nadie andar en micro en la noche. No dejaría a mis hijos que lo hicieran".
En Subus hay experiencias parecidas. Manuel Contreras, chofer del Troncal 2, relata que "a todos nos han cogoteado, sobre todos los fines de semana y en lugares con locales nocturnos como el Paradero 3 de Gran Avenida y el cruce de Alameda con San Martín, donde corre mucho trago".
"La situación es más tensa los sábados y domingos en la madrugada, añade Rodrigo Mendoza, de la misma empresa. Según cuenta, hay veces que incluso la violencia llega al nivel de apedrear las máquinas. todos""Ocurre por ejemplo en Vespucio con Santa Rosa. Tiran piedras al bus, uno para y aprovechan de subirse a asaltarnos a todos.
Muchos de los problemas ocurren con pasajeros que se encuentran bajo el efecto del alcohol o las drogas, que consumen al interior del bus.
"Es normal que tomen a bordo del bus, en realidad se ve de todo. Hasta personas teniendo sexo", indica Juan Carlos Escárate, chofer de la línea 228, una de las más complicadas según los conductores.
Algunos prefieren ahorrarse problemas. "Yo simplemente no paro en algunos paraderos, sé que trae problemas a los pasajeros que esperan ahí, pero es que más no se puede hacer", indica un trabajador.
Y Escárate agrega que "nos multan por desviarnos de los recorridos, pero a uno le da miedo parar en ciertos lugares".
"Antes eramos respetados, ahora no"

Enrique es chofer desde hace 21 años. Le tocó pasar de las micros amarillas al Transantiago. Según él, el nuevo sistema complotó para llegar a la actual "jungla".

-En las micros amarillas, había más respeto hacia el conductor, porque ahí nadie pasaba gratis. Si hoy no hay respeto por Carabineros, ¿qué se le puede pedir a una chofer solo? El fin de semana, tenemos que pasar con harto cuidado por todas partes. No queremos que nos pase nada. Tenemos familia e hijos que mantener.
Agrega:

-Me da rabia que esto pase. Antes no era así, cuando podíamos controlar un poco la situación. No tenemos cómo defendernos. Siempre que pase algo, vamos a tener la culpa nosotros.

-¿Cuál ha sido la situación más riesgosa que ha debido enfrentar?

-Una vez me pusieron una pistola en el estómago, y afortunadamente estaba justo frente a la línea del tren. Les dije "si le disparan a alguien, yo me voy contra la linea del tren" . Fue la única manera de que se bajaran.
Manuel Contreras, de Subus, dice que "los pasajeros que viajan tranquilamente muchas veces son agredidos o molestados por otros. Los drogados o ebrios los molestan, las personas reaccionan y todos terminan peleando".

-La gente honesta tiene miedo. Por eso existe un déficit de conductores en el sistema. ¿Quién quiere venir a trabajar en estas condiciones?

-¿Hay miedo?

Responde Juan, de Vule: Siento miedo. Muchas veces uno tiene que pasar con cuidado por algunas poblaciones porque paras, te asaltan y te apuntan con una pistola. Si te resistes, hasta ahí no más llegaste".
Los terminales recorridos

La Segunda conversó con choferes en 4 terminales de Santiago. Ello son:
Terminal Pudahuel de la empresa Express de Santiago Uno SA,que abarca los recorridos 400 de color naranja. Van desde el sector poniente al sector oriente de la capital.
San José (San Bernardo) de Subus. De allí salen las micros 200 en dirección al centro y todos los recorridos de la zona G. Micros de color azul.
Además, el terminal Departamental (Peñalolén) de Metbus SA, con los recorridos 500 que van desde el sector poniente al sur-oriente. Micros turquesa.
Por último el terminal Diego Portales (La Florida) de la empresa Vule SA, con los buses 300 y todos los recorridos de la zona E.


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