Los gatos de izquierda y los gatos de derecha

Siempre ha existido la discusión: algunos defienden la ternura felina, mientras otros apuntan a los gatos como mascotas del mal. En esta nota El Desconcierto te presenta los gatos politizados, famosos gatitos que a lo largo de la cultura popular han representado miradas rebeldes o conservadoras sobre la sociedad.

Los Gatos de Izquierda:Don Gato y su pandilla: Si bien Don Gato ha sido siempre un tanto abusador con Cucho o Benito, son una pandilla que sólo busca sobrevivir en medio de las riquezas de una ciudad cosmopolita. Viven en un basurero y Don Gato siempre anda ingeniándoselas para conseguir dinero enfrentándose a Matute, el policía que siempre los reprime. La pandilla de Don Gato es la representación de la lucha contra la yuta.




Felix, el gato solidario: Es la representación del hombre nuevo. Felix proviene del Latín, y quiere decir feliz. Este gato y su bolsa mágica siempre quiere ayudar y compartir las riquezas, pero un siniestro profesor siempre quiere robarle su bolsita llena de igualdad.



Maneki Neko, el gato comunista: El famoso gato que vemos a la entrada de todo restaurant chino, y que se ha popularizado de manera exponencial en todos los rincones chilenos. El gatito, totem de la República Popular China, siempre nos recibe con el puño izquierdo alzado y le entrega suerte a todos quienes lo protejan.



Tom, el torturado: La historia siempre ha sido injusta con Tom. Siempre Jerry le hace la vida imposible y lo tortura; ese ratoncito es la violencia en su máxima expresión. Asimismo lo retrata la parodia “Tomy y Daly”, dibujos animados que siempre está presente en Los Simpsons, donde Daly siempre masacra a Tomy.



Doraemon, el gato justiciero: Este particular gato-robot-cósmico, ha venido a ayudar al sensible y torpe Nobita, un niño que siempre se enfrenta a problemas cotidianos. Su familia compró a este gato robot, porque eran pobres y supuestamente Doraemon estaba dañado y era más barato. Sin embargo, tiene un bolsillo mágico y siempre acompaña a Nobita en sus problemas, ya que los niños no lo incluyen en sus juegos, como Suneo Honekawa que siempre alardea sobre sus juguetes caros.



El Gato Silva: Este gato no está aquí por ser de izquierda, sino por estar sobre el bien y el mal. Nadie le tenía fe, muchos criticaron su participación en el Mundial pero hasta ahora ha demostrado ser un gran aporte, tapando la boca al fascismo de Bonvallet. El mediocampista transformado en stopper es parte de la alegría que el fútbol le trae el pueblo chileno y demostró que de Católica no sólo salió un Pitbull, sino que también un gato.


Los Gatos de Derecha:



Hello Kitty, el gato capitalista: Fiel representante del Japón industrial y emblema de las niñas que vistiéndose de rosado reproducen los patrones de sumisión femenina. Hoy por hoy es una figura oficial del país (embajadora Unicef) y se ha convertido en un verdadero imperio, que sólo vende millones y millones de dólares en artículos de juguete para niñas. Es un gato que no le ha ganado a nadie, sus dibujos animados eran fomes y sólo sirve para que las niñas gasten mucho dinero en lápices y cuadernos.


Azrael, el gato de Gargamel: Cuenta la leyenda que los pitufos son una recreación de una sociedad comunista, donde todos son iguales y tienen una economía basada en la solidaridad. Asimismo, la representación de Papá Pitufo, que siempre viste de rojo y lleva una gran barba, sería un guiño a Karl Marx. Azrael, que siempre intenta perseguirlos y capturarlos, sería la representación de la opresión del sistema junto al malévolo Gargamel, que siempre viste de túnica como sacerdote y representaría a la religión, el opio del pueblo.



Los Aristogatos: El nombre lo dice todo. Representan a la aristocracia y como siempre, el mayordomo es el malo de la película. La trama habla de una señora muy rica que prefiere dejarle su fortuna a unos gatos en vez de su fiel trabajador.



El Gato Juanito: El homofóbico gato fue a la marcha Pro Familia y dijo “los gatitos, con las gatitas, las jirafas, con los jirafos”. Si bien todos llevamos a Cachureos en el corazón, la verdad es que era un verdadero antro de fascismo, incluido su líder, uno de los 77 de Chacarillas.



Garfield, el egocéntrico: Siempre maltrata a Odie, se come toda la lasaña, es flojo y manda a Telma a Abu Dabi . Es egocéntrico y abusa de su dueño, Jon Bonachon.Pero por sobre todo, es un fiel defensor de la propiedad privada y la acumulación, promotor de la vida burguesa y de la cultura de las grandes cadenas de comida rápida.

Algo para reír un poco con la política

 

Es humor, para que no se pongan graves, jajajaja