Higiene intima

HIGIENE INTIMA, LO QUE DEBEMOS SABER

Si bien todo el año la zona genital debe ser atendida con cuidado en todo lo que se refiere a la higiene, en verano se deben redoblar esfuerzos debido a la mayor temperatura y el contacto con agua, arena o tierra.

Tanto damas como varones deben conocer claramente cuál es la situación de su higiene íntima. Ello, porque cada persona sabe cuánto suda, cuál es el roce que provocan sus muslos o la buena limpieza después del baño.

Está claro que una persona descuidada con su aseo personal provocará rechazo entre sus cercanos. Axilas mal lavadas o que no conocen el uso de desodorante; pies expuestos a mucho trajín o ropa interior usada más de un día, conformarán un olor desagradable.

Se dice que cada persona es capaz de soportar sus propios malos olores, por lo que no advierte la molestia que causa en los demás... hasta que no se lo dicen. Esa es una de las tantas excusas o explicaciones que da la gente desaseada.

Es un hecho que cada uno sabe cuando su cuerpo no está en buenas condiciones para permitir que alguien se acerque y converse con toda tranquilidad, sin levantar la nariz.

Lo primero que se debe aceptar es que todos los seres humanos sudamos y emitimos malos olores, lo que requiere de algunas medidas para evitar que ello incomode a los demás.

Las glándulas sudoríparas funcionan bien, precisamente, cuando son capaces de eliminar las toxinas -o elementos negativos para el cuerpo- a través del sudor.

Teniendo claro ese punto, lo demás corre por cuenta de cada persona.

A TODA EDAD

Los olores son distintos a cada edad, aunque en materia genital son muy parecidos desde que se es una guagua hasta llegar a la ancianidad.

En la etapa infantil es la madre -o persona a cargo- quien 'mide' los olores de su bebé. Así, sabe perfectamente cuando ese recién nacido o de pocos años 'se hizo' en los pañales. Algo similar ocurre a nivel de los ancianos que requieren utilizar ese mismo implemento de seguridad, dado que muchos no controlan esfínter.

En la etapa infantil el baño o limpieza nocturna del cuerpo de los niños es fundamental, considerando que sus juegos los dejan con fuertes olores a tierra y jardín, sumándole el natural sudor que no es molesto en sí, pero que sumado al polvo ambiente provoca incomodidad en sus cercanos.

En la fase de la pubertad y adolescencia llegan los olores genitales propiamente tales, que acompañarán a esas personas por el resto de su vida, lo que hace imprescindible que se tomen las medidas necesariar para evitar que ello incomode a los demás.

Los jóvenes suelen pensar que bastante desodorante o colonia puede ocultan muy bien los malos olores, pero ello no es así.

Culturalmente, se debe aceptar que existen países donde la ducha no es diaria y que se exagera en el uso de los perfumes para contrarrestar la carencia de un buen baño.

En Chile, al contrario, la ducha matinal constituye un valioso patrimonio, sobre todo considerando que los servicios de locomoción colectiva permiten bastantes personas de pie.

A TOMAR MEDIDAS

En el caso de los varones, la zona anal, entre las piernas, testículos y el glande (sobre todo cuando el prepucio lo cubre entero), son fuentes de malos olores siempre. O sea, un slip muy ceñido que apriete los genitales o se use en medio de los pliegues de la zona anal (equivalente al colaless femenino), permanecerá casi siempre húmedo, lo que contribuirá al mal olor, especialmente si esa prenda no es totalmente de algodón.

La polución nocturna o la eyaculación (por masturbación) dejan restos de semen lo líquido seminal en el glande, lo que requiere un prolijo lavado. No hacerlo provocará un desagradable mal olor.

Aunque sea incómodo mencionarlo, después de orinar, el hombre debe cuidar que no quede resto en la uretra, ya que si no toma esa precaución, ese líquido irá a parar al calzoncillo, mojándolo y provocando mal olor debido al calor corporal.

En las damas, el periodo de menstruación las obliga a poner especial cuidado en los fluidos, lo que implica cambiar sus toallas higiénicas.

Al igual que en los varones, el uso de prensa muy 'incrustadas' en el cuerpo, provocarán que estas permanezcan húmedas y con el natural olor a transpiración.

A la vez, la vulva debe recibir la debida atención higiénica, de tal manera que evitar que un descuido provoque hongos.

Tanto hombres como mujeres obesos (o gordos), deben tomar las precauciones en verano -especialmente- en lo que se refiere al roce de los muslos al caminar, debido a que les puede provocar 'coceduras' (igual que en las guaguas), producto de que es mayor la cantidad de piel la que se junta, en medio de altas temperaturas.

Después de una larga jornada, en esos casos, lo mejor es una ducha o limpieza de esa zona, para evitar las molestas 'coceduras'. Después de eso, recién se puede acudir a alguna pomada.

Otro punto peligroso son los pies, los que emanarán malos olores dependiendo de la calidad de la limpieza, del tipo de calcetín (hay que procurar de algodón o que tengan más algodón) y el tipo de calzado.

Lo mismo es válido para las axilas. Nadie está obligado a permanecer al lado de alguien que no ha cuidado ese importante aspecto.

Cada persona debe conocer sus malos olores para combatirlos de la mejor manera posible. Lo más recomendable, siempre, será el agua y el jabón. Después los desodorantes, las colonias, talcos, perfumes o cremas.

Estas medidas deben tomarse durante todo el año, pero en verano hay que realizarlo más veces; debido a la mayor exposición a las altas temperaturas.

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