Un grupo de niÑos fundÓ hace 100 aÑos el everton de viÑa del mar

David .N Foxley

Mañana miércoles 24 de junio se tienen programadas distintas actividades para conmemorar el Centenario de Everton de Viña del Mar, institución que hace 100 años fue fundada en Valparaíso, más precisamente en el Cerro Alegre, por un grupo de entusiastas deportistas de ascendencia británica, acompañados por un par de criollos.

Eso es lo que la mayoría de los hinchas Oro y Cielo retiene en su memoria y que los medios de comunicación se encargan de recordar en cada aniversario de la institución ruletera.
Pero el paso del tiempo va dejando detalles significativos, que sólo un trabajo minucioso de revisión histórica puede rescatar para fortalecer la identidad de una institución deportiva con tanto arraigo popular en una de las ciudades más importantes de Chile.
Es así que la investigación realizada por los historiadores Patricio Quezada y Roberto Silva Bijit, Director de Diario “El Observador”, posee matices que enriquecen el relato conocido hasta ahora, profundizando en la vida y pasiones del Everton F.C.
Más allá de la discusión romántica que aún no logra definir el origen del nombre del Club (que apunta al homónimo de unos caramelos ingleses o que fue en honor del Everton F.C. de Inglaterra de gira por Sudamérica en esos días), la investigación entrega antecedentes tan singulares como que el grupo de jóvenes fundadores de la institución, en realidad, eran casi unos niños cuando decidieron dar vida a unos de los clubes de provincia que se transformaría con el tiempo en uno de los más trascendentales en la historia del fútbol chileno.

LA FUNDACIÓN

De acuerdo a los registros recopilados por los autores, a la histórica reunión realizada en algún inmueble del Cerro Alegre de Valparaíso ese frío 24 de junio de 1909, asistieron Frank y Hugo Boundy, Artur Foxley Chapman, David N. Foxley Chapman, Carlos González Sateler, Alberto González Sateler, Julio Escobar Dooner, Malcolm Fraser y Percy Colmes.
Lo curioso es que de acuerdo a las datas de las fechas de nacimiento encontradas durante la investigación, la edad de este grupo de amantes del balompié fluctuaba entre los 10 y los 14 años. El emblemático David .N Foxley, (Foto)destacado atleta de la época, que luego fuera presidente del Club, en esa reunión tenía tan sólo 10 años.
Dicha situación, que parece anecdótica en estos tiempos, y que a muchos amantes del fútbol y las historietas nacionales rememora inconcientemente la conformación del mítico Barrabases F.C. de Mister Pipa –creado por el inolvidable dibujante Guido Vallejos-, puede tener una explicación desde un punto de vista histórico.
Patricio Quezada asegura que en ese entonces los jóvenes se insertaban en el mundo del trabajo a muy temprana edad, con responsabilidades de adultos. Además, la mayoría de quienes jugaban fútbol eran jóvenes y estos mismos “sports” de la época (futbolistas) debían cumplir funciones directivas y administrativas en forma paralela.

EL HEREDERO

“El libro quiere resaltar, entre otras cosas, que Everton es una rama del mismo tronco de los clubes de fútbol más antiguos de Chile como el “Mackay and Southerland Athletic”, primer club que se crea en el país (en el Colegio Mackay) que se ubicaba, precisamente, en el Cerro Alegre”, detalla Quezada.
El autor refuerza la carga histórica de la actual institución viñamarina, al hacer la siguiente relación: el fútbol nace desde los británicos como una manifestación cultural de hacer patria en otras tierras. Así, la herencia de la formación del fútbol chileno la recibiría, directamente, Everton.
Esto, porque la mayoría de los adolescentes provenían de familias con ascendencia británica, eran estudiantes del pionero Colegio Mackay (que luego se trasladaría a Viña del Mar) y tuvieron como escenario al mítico Cerro Alegre.
Este tipo de aciertos son los que rescata y pretende entregar en poco tiempo más un libro que busca reconocer el peso histórico de un Club que a esta altura es sinónimo de Viña del Mar y que debe celebrar su Centenario asumiendo todas las facetas que lo llevaron a ser una institución que traspasó las barreras del fútbol.